23/12/2025 22:49
23/12/2025 22:49
23/12/2025 22:47
23/12/2025 22:47
23/12/2025 22:47
23/12/2025 22:47
23/12/2025 22:47
23/12/2025 22:47
23/12/2025 22:47
23/12/2025 22:47
» Minuto Uno
Fecha: 23/12/2025 19:04
La precariedad laboral se profundiza entre los jóvenes y ya alcanza niveles críticos Un informe de la UBA advierte que casi siete de cada diez trabajadores de entre 16 y 24 años se desempeñan en la informalidad. La informalidad laboral continúa consolidándose como uno de los principales problemas estructurales del mercado de trabajo argentino y golpea con especial dureza a los jóvenes. Así lo confirma un reciente informe elaborado por el Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP), dependiente de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires, que analiza la situación correspondiente al segundo trimestre de 2025. El dato central del estudio es contundente: el 67% de los trabajadores de entre 16 y 24 años se encuentra en empleos informales, es decir, sin cobertura legal, previsional ni de seguridad social. La cifra contrasta de manera significativa con la tasa general de informalidad, que alcanza al 43,3% del total de los trabajadores adultos. La diferencia de casi 24 puntos porcentuales deja en evidencia que la precarización del empleo no impacta de manera uniforme y que los jóvenes representan el sector más vulnerable del mercado laboral argentino. En términos simples, siete de cada diez personas jóvenes que trabajan lo hacen en condiciones que los dejan fuera del sistema formal. El informe detalla que, dentro del universo de la informalidad, el 36,7% corresponde a trabajadores asalariados que no están registrados, mientras que el 64,7% se concentra en trabajadores independientes. Este desagregado permite dimensionar la magnitud del fenómeno: aproximadamente cuatro de cada diez trabajadores del país desarrollan tareas que no están alcanzadas por la legislación laboral, impositiva o de la seguridad social, una situación que limita derechos básicos y profundiza la inestabilidad económica. El impacto social de esta realidad también queda reflejado en los niveles de pobreza. Según el relevamiento del IIEP, durante el segundo trimestre de 2025 el 38% de los trabajadores informales se encontraba bajo la línea de pobreza. En contraste, entre quienes tienen empleo formal, ese porcentaje descendía drásticamente al 5%. La brecha demuestra que la informalidad no solo implica falta de derechos laborales, sino que además está estrechamente vinculada a condiciones de vida más precarias. La educación aparece como un factor clave para entender la distribución del problema. El estudio señala que, a mayor nivel educativo alcanzado, menor es la incidencia de la informalidad. Entre los trabajadores con estudios universitarios completos, la tasa fue del 17,8%. En cambio, entre quienes poseen nivel educativo intermedio -secundario completo o universitario incompleto- el porcentaje trepó al 43%. El escenario más crítico se observa entre aquellos que no finalizaron la educación media, donde la informalidad alcanzó el 65,1%. El análisis por género y edad también arroja conclusiones relevantes. En la mayoría de los tramos etarios, la informalidad femenina supera a la masculina. Sin embargo, existe una excepción clara: el grupo de jóvenes de entre 16 y 24 años. Allí, los hombres presentan la tasa más alta de informalidad de todos los segmentos analizados, con un 67,3%. En el extremo opuesto se ubican los hombres de entre 45 y 65 años, que registran la menor tasa, con un 33,7%. Los datos del informe refuerzan una advertencia que se repite en distintos estudios: la inserción laboral de los jóvenes en Argentina se produce, mayoritariamente, en condiciones de alta precariedad, con consecuencias que pueden extenderse a lo largo de toda su trayectoria laboral. La persistencia de estos niveles de informalidad plantea un desafío de fondo para las políticas públicas y para el futuro del empleo en el país. Te puede interesar
Ver noticia original