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  • Costa Alta: evalúan cambiar el ascensor que no funciona desde hace 8 años

    » La Capital

    Fecha: 23/12/2025 12:52

    Costa Alta: evalúan cambiar el ascensor que no funciona desde hace 8 años El dispositivo panorámico dejó de operar en 2017 y está parado desde entonces porque el arreglo es muy costoso e "inviable". Quieren reemplazarlo por uno más pequeño El ascensor panorámico de Costa Alta, uno de los accesos más emblemáticos al paseo ribereño del norte rosarino, permanece fuera de servicio desde 2017. Ocho años después de la rotura de su motor, el dispositivo sigue detenido, deteriorado y vandalizado, pero el municipio puso nuevamente en el horizonte la esperanza de su reactivación, demorada por el alto costo de los arreglos y una mala elección al momento de su compra. Desde que se puso en marcha en 2012, el elevador fue más veces noticia por su histórico abandono que por lo que lo pudieron disfrutar sus rosarinos. Y hoy en día, quienes visitan la zona deben descender a pie por escaleras empinadas o por la calle por donde circulan los autos. Sin embargo, una nueva alternativa comenzó a tomar forma: reemplazarlo por un ascensor más pequeño y de menor capacidad, lo que haría posible su nueva puesta en marcha. Todavía es una idea, que no se concretó en licitaciones, pero funcionarios de la Municipalidad comentaron que el tema volvió a estar en agenda del Palacio de los Leones. De hecho, el año pasado se pidió un presupuesto, y si bien el trámite administrativo y la asignación de fondos para un proyecto de estas características no arrojaría resultados para este verano, lo novedoso es que por primera vez se están evaluando alternativas. "Se está analizando colocar un elevador que no sea de uso masivo, como se debe haber pensado al momento de su instalación, sino más bien destinado a familias con niños, personas mayores o con alguna discapacidad", dijo el coordinador de Gabinete municipal, Rogelio Biazzi. El abandono del elevador se volvió, con el paso del tiempo, otra de esas postales inexplicables de la ciudad. Abajo, el paseo luce activo, con un bar y un entorno muy concurrido tanto para los que pasean como para los que cruzan a la isla, pero el acceso continúa siendo un problema, sobre todo para transeúntes con movilidad reducida. La explicación del municipio es que el problema principal se originó en el momento de la compra. El ascensor instalado en 2012, con capacidad para 30 personas, era un modelo poco habitual, lo que con el correr de los años derivó en serias dificultades para conseguir repuestos. A eso se sumó, con el tiempo, el alto costo que tendrían los insumos y las herramientas necesarias para su mantenimiento. Por ejemplo, en un momento la empresa que se dedicaba a su conservación y puesta a punto dejó de existir. Luego, otra firma convocada detectó un problema de obsolescencia tecnológica, principalmente en los comandos y en las partes operativas. Incluso se llegó a anunciar una licitación para renovarlo, con un presupuesto de dos millones de pesos (2017), pero las obras nunca se concretaron. "El motor está roto y no se puede reparar integralmente. Como se trata de un ascensor muy especial, de grandes dimensiones, la intervención que se requiere para volver a ponerlo en marcha no solo implicaría el recambio total de la máquina por otra distinta, sino una adecuación estructural y técnica del sistema. La operación es inviable tanto desde el punto de vista técnico como económico", explicó Biazzi. Además, a la instalación de un motor nuevo, se le sumaría rehacer todo el sistema eléctrico y reconfigurar por completo el ingreso, lo que conllevaría una inversión muy elevada. La reparación implicaría hacer todo de nuevo: bombas, cables, cabina y tecnologías de comando. Por eso, tras la rotura del motor en 2017, el sistema nunca volvió a ponerse en marcha y el tiempo terminó de hacer lo suyo. El deterioro del ascensor se agravó con una combinación de factores: el paso de los años, la bajante del río, la pandemia y el vandalismo urbano terminaron por desguazar el aparato. Hoy, quienes llegan a Costa Alta deben bajar por escaleras empinadas, o caminar por las mismas calles por donde circulan los vehículos. Los fines de semana, cuando la zona se llena de público y autos, la situación se vuelve aún más compleja. “Acá viene gente con criaturas, bolsos, sillas, reposeras y hace malabares”, describen quienes frecuentan el lugar. En la actualidad, la decisión es no avanzar con la reparación del ascensor original. Ante ese escenario, la alternativa que está en evaluación, aunque todavía no fue formalizada, es instalar un ascensor nuevo, de menor tamaño y capacidad. La premisa es funcional: no resulta indispensable que descienda un gran número de personas al mismo tiempo, sino contar con un sistema operativo, seguro y sostenible en el tiempo. Todavía no hay una definición cerrada, pero desde hace tiempo se vienen evaluando distintas alternativas técnicas y funcionales, con foco principal en las necesidades de circulación. "El proyecto original fue pensado en un contexto de alta demanda de pasajeros, contemplando no solo a personas con dificultades de accesibilidad, sino un uso mucho más masivo. Hoy es necesario revisar cuáles son las necesidades mínimas actuales de circulación y los posibles usos futuros del ascensor, para evaluar una opción de menor capacidad de carga, lo que permitiría reducir tanto la inversión inicial como los costos de mantenimiento", apuntó el coordinador de Gabinete. En ese sentido, se analiza la posibilidad de un ascensor para unas 10 personas, pensado de manera más moderada y específicamente orientado a personas que no pueden descender por otros medios, como personas con discapacidad y adultos mayores. "El año pasado se había elaborado un presupuesto, pero actualmente se encuentra desactualizado y debe revisarse, al igual que la modalidad de financiamiento. En su momento se evaluó incluir la obra dentro de la licitación del bar ubicado en la parte inferior, pero esa alternativa se descartó por el alto costo. Entre las opciones que se analizan, aparece la posibilidad de incorporarlo al presupuesto participativo", reveló. En este marco, Biazzi recordó que "el municipio viene llevando adelante un proceso de puesta en valor y adecuación de la infraestructura de la costa rosarina, tanto en el marco de la preparación para la temporada como de una política sostenida de mejora y mantenimiento del espacio público, con el objetivo de asegurar condiciones de seguridad, calidad de uso y accesibilidad para que los vecinos de la zona y todos los rosarinos puedan seguir disfrutando del vínculo de la ciudad con el río". En primer lugar, se realizaron tareas de mantenimiento y puesta en valor de la infraestructura del muelle público, desde donde zarpan tres operadores de taxis náuticos hacia las islas, con una serie de intervenciones orientadas a mejorar la seguridad, la funcionalidad y la imagen general del sector. Entre los trabajos realizados se destacan la reparación y extensión de los pasamanos en las escaleras de embarque, el refuerzo de barandas existentes y la pintura integral de barandas, columnas y escaleras, con el objetivo de proteger las superficies y optimizar su durabilidad. Además, se realizaron mejoras en el vallado de acceso para ordenar la circulación y restringir el ingreso de motocicletas y bicicletas, reduciendo riesgos para los peatones. En paralelo, se renovó de manera integral la señalética del muelle y su entorno, incorporando cartelería clara y actualizada, y se acondicionó el sistema de iluminación en todo el predio, optimizando la visibilidad y las condiciones de uso, especialmente en horarios nocturnos. En relación con la bajada náutica pública, se avanzó en la extensión de la estructura destinada al uso de embarcaciones, debido a que el diseño original había sido proyectado en función de niveles históricos del río que, en las condiciones actuales, impedían alcanzar la línea de costa. Como consecuencia de esta situación, la bajada había quedado fuera de servicio y había perdido su funcionalidad operativa. La obra consiste en la prolongación de la estructura existente, adecuándola a la realidad actual del Paraná y permitiendo restablecer su operatividad. La intervención posibilita la recuperación de un punto estratégico de acceso al río, mejorando la seguridad en las maniobras de ascenso y descenso, optimizando el uso del espacio y garantizando condiciones adecuadas para la circulación de embarcaciones. Alerta por calor extremo en Rosario: qué es y algunas recomendacionas Qué documentación se exige en Santa Fe para circular en auto Imputaron al tío de Juan Pedro Aleart por abuso sexual Navidad sin culpa y con prudencia: "Las fiestas no son un campo de batalla con la comida"

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