Contacto

×
  • +54 343 4178845

  • bcuadra@examedia.com.ar

  • Entre Ríos, Argentina

  • Profesionales en el rebusque: la paradoja de los venezolanos en el país

    » El dia La Plata

    Fecha: 23/12/2025 09:31

    Con casi 200.000 residentes, la tercera comunidad extranjera más numerosa de Argentina no termina de cumplir el sueño que vino a buscar: pese a que la mayoria son universitarios, subsisten de empleos precarios A las siete de la mañana, Mariana Caicedo (27) cruza la Plaza Moreno rumbo a un local gastronómico del centro platense. Es licenciada en Administración, se recibió en Caracas y llegó a la Argentina en 2018. Aunque trabaja en relación de dependencia, casi la mitad de su sueldo se va en el alquiler de un departamento de dos ambientes que comparte con otra venezolana en Tolosa. “No es la casa que imaginé cuando emigré, pero era lo único posible”, resume. Su experiencia condensa un angustiosa realidad: aunque ocho de cada diez venezolanos en el país tiene un título universitario, la mayoría subsiste de empleo precarios y siente no haber encontrado lo que esperaba al emigrar. Como expone el estudio “Habitar la Migración” elaborado por la Fundación Tejido Urbano y Alianza por Venezuela, cerca de 200.000 venezolanos residen hoy en la Argentina, y el 83,8% de ellos lo hacen entre el conurbano bonaerense y la capital federal. Se trata del fenómeno demográfico más relevante de la última década en el país. La mayoría llegó entre 2017 y 2019, principalmente desde el distrito capital, Caracas. En esos primeros años pesaron razones económicas y políticas; a partir de 2019, las redes de apoyo ya instaladas en el país pasaron a ser el principal motivo de elección del destino. En La Plata, esas redes se tradujeron en departamentos compartidos, datos pasados de boca en boca y contratos conseguidos gracias a un amigo o un familiar. De acuerdo con los datos del estudio, el 70,1% de la población activa venezolana tiene estudios universitarios completos, porcentaje que asciende al 84% si se incluye a quienes aún están en formación. Sin embargo, esa alta calificación no siempre se traduce en estabilidad. Sólo el 39% trabaja en relación de dependencia formal, mientras que el 14% lo hace de manera informal y el 29% es cuentapropista. Tal es el caso de Andrea Florio (34), quien da clases particulares de matemática y por las noches reparte pedidos con una aplicación. “Tengo dos trabajos y aun así estoy justa”, dice. Forma parte de ese 39% de la llamada “clase media frágil” que reporta sobreocupación laboral para sostener ingresos. Casi tres de cada diez hogares venezolanos se ubican en situación de vulnerabilidad económica, con ingresos inestables y fuerte dependencia de actividades informales. La presión más fuerte llega desde la vivienda. El 92,8% de los hogares alquila y el esfuerzo habitacional es alto: el 81,1% destina más del 30% de sus ingresos al pago del alquiler, superando los umbrales de asequibilidad. Entre los hogares de menores ingresos, más de la mitad gasta más del 50% solo en vivienda. En la Ciudad de Buenos Aires, el costo primario promedio —alquiler más expensas— asciende a $713.661, una cifra que, aunque menor en La Plata, sigue siendo difícil de afrontar para quienes recién se insertan en el mercado laboral. José Fernández Morán (31), técnico en sistemas, aterrizó en Ezeiza en 2019 y su primera noche la pasó en un sillón prestado en una casa de Villa Elvira. “Conseguí el alquiler por un grupo de WhatsApp de venezolanos”, recuerda. No es un caso aislado: casi la mitad de los hogares accedió a su primera vivienda a través de redes de familiares y amistades. “No vinimos sólo a trabajar, vinimos a vivir. El problema es que vivir se volvió carísimo” Con el tiempo, la situación de José mejoró. Hoy alquila un departamento bajo contrato tradicional, una evolución que refleja el informe: quienes viven en departamentos pasaron del 50% en la primera residencia a más del 70% en la actualidad, con tres de cada cuatro hogares bajo contratos de largo plazo. Las organizaciones advierten que la combinación de altos costos, exigencias de garantías y precariedad laboral empuja a muchos a aceptar “la única opción disponible”, aun cuando implique hacinamiento o convivencia forzada. Mariana lo sintetiza con una frase simple, pero contundente: “No vinimos solo a trabajar, vinimos a vivir. El problema es que vivir se volvió carísimo”. En ese cruce entre expectativas, datos duros e historias cotidianas se juega hoy la realidad de una comunidad que ya es parte del paisaje de la Ciudad. ESTA NOTA ES EXCLUSIVA PARA SUSCRIPTORES HA ALCANZADO EL LIMITE DE NOTAS GRATUITAS por favor, suscríbase a uno de nuestros planes digitales ¿Ya tiene suscripción? Ingresar Diario El Día de La Plata, fundado el 2 de Marzo de 1884. © 2025 El Día SA - Todos los derechos reservados. Bienvenido Ante cualquier inconveniente durante el inicio de sesión, por favor escribanos a sistemas@eldia.com Bienvenido DATOS PERSONALES Ante cualquier inconveniente durante el inicio de sesión, por favor escribanos a sistemas@eldia.com ¿Querés recibir notificaciones de alertas?

    Ver noticia original

    También te puede interesar

  • Examedia © 2024

    Desarrollado por