23/12/2025 03:37
23/12/2025 03:11
23/12/2025 03:11
23/12/2025 03:11
23/12/2025 03:10
23/12/2025 03:10
23/12/2025 03:10
23/12/2025 03:10
23/12/2025 03:10
23/12/2025 03:10
» Rafaela Noticias
Fecha: 23/12/2025 00:50
En la antesala de las fiestas de fin de año, vuelve a ponerse en agenda en Rafaela el debate sobre el uso de la pirotecnia sonora y sus consecuencias en distintos sectores de la comunidad. Si bien la ciudad cuenta con una ordenanza que prohíbe este tipo de pirotecnia, desde organizaciones y profesionales advierten que aún persisten prácticas que generan sufrimiento y piden reforzar la conciencia colectiva. En ese marco, Emilia Bassano, terapista ocupacional del espacio Horizontes, se sumó junto a Madres y Padres TGD y otras instituciones locales a una campaña que busca visibilizar el impacto real del ruido en personas con hipersensibilidad auditiva, como quienes están dentro del espectro autista, adultos mayores y también animales. “No es solo una molestia, es dolor” Durante una intervención pública, Bassano explicó que el objetivo principal es que la comunidad pueda “ponerse en el lugar del otro”. Para ello, están realizando experiencias en la vía pública donde las personas pueden colocarse auriculares y escuchar cómo percibe los sonidos alguien con hipersensibilidad auditiva. “Las reacciones son muy claras: algunas personas se sacan los auriculares por el dolor, otras sienten angustia, ganas de irse o describen la experiencia como ‘una guerra en la cabeza’. Eso es lo que viven muchas personas cada vez que hay pirotecnia sonora”, señaló. La profesional remarcó que, si bien se ha notado una disminución del uso de pirotecnia sonora en comparación con años anteriores, en fechas festivas el problema se intensifica. “En las fiestas todo se multiplica: el ruido, la gente, el alboroto. Por eso es tan importante anticiparse y prevenir”, explicó. Alternativas posibles y más empatía Respecto a la pirotecnia lumínica, Bassano aclaró que si bien algunas generan sonido, existen opciones de menor impacto sonoro que permiten celebrar sin provocar daño. “No es lo mismo una canita voladora que una bomba de estruendo. La idea no es prohibir la celebración, sino disminuir el sufrimiento”, sostuvo. Además, recordó que las consecuencias no afectan solo a personas con discapacidad. “Hay personas sin ningún diagnóstico que también la pasan mal, y ni hablar de los animales: perros y gatos que se pierden, se lastiman o sufren accidentes por escapar del ruido”, advirtió. Recomendaciones para las familias Desde el espacio terapéutico recomiendan anticipar los momentos de mayor estímulo, acompañar en espacios de calma y, siempre que sea posible, alejarse de situaciones de ruido excesivo. “Acompañar, contener y comprender es clave”, indicó Bassano. La campaña continuará durante los próximos días en distintos puntos de la ciudad y a través de redes sociales bajo el lema “Tu ruido no es mi fiesta”, con el objetivo de seguir generando conciencia y promover celebraciones verdaderamente inclusivas. “Las fiestas deberían ser para todos. Con un poco más de empatía, se puede celebrar sin que sea el sufrimiento de otros”, fue el mensaje final.
Ver noticia original