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» Comercio y Justicia
Fecha: 22/12/2025 19:36
La Sala I de la Cámara Federal porteña ratificó el archivo de la pesquisa en contra del diputado nacional Gerardo Milman (PRO), vinculado en su momento con el atentado contra Cristina Fernández de Kirchner, que dispuso en octubre pasado la jueza María Eugenia Capuchetti. Pablo Bertuzzi, Leopoldo Bruglia y Mariano Llorens rechazaron las apelaciones presentadas por la querella y por el Ministerio Público Fiscal. En mayo pasado, Milman se presentó ante Capuchetti y en el marco de su declaración espontánea solicitó su sobreseimiento. Negó vinculación con la causa en la que fue involucrado a raíz de los dichos de un asesor del ex diputado camporista Marcos Cleri, Jorge Abello, quien sugirió, hace más dos años y medio, que el legislador sabía lo que iba a pasar. Concretamente, reportó haberlo escuchado decir, dos días antes del ataque, la frase: “Cuando esté muerta yo voy a estar en la costa”. En su exposición ante Capuchetti y el fiscal Carlos Rívolo, planteó dudas sobre los, si los hubo, autores intelectuales del hecho. Milman nombró motivos que justificarían su vinculación a la pesquisa. El primero se habría dado durante su primer mandato como diputado, cuando se discutía una ley de blanqueo, y él mencionó en el recinto la escala “no prevista” que la entonces presidenta hizo en las islas Seychelles. Dijo que el por entonces titular del bloque FpV, Agustín Rossi, lo acusó de mentiroso, diciendo que esa parada no existió y que él mostró una copia del Boletín Oficial que la reflejó. El segundo fue en la época en la que formó parte de AFSCA, cuando se debatía la Ley de Medios. Señaló que en una conferencia de prensa el titular del organismo, Martín Sabbatella, anticipó la intención de intervenir el Grupo Clarín y que él y Marcelo Stubrin -que integraban el directorio del AFSCA por la oposición-, emitieron un dictamen en minoría que luego usó Clarín para demostrar la irregularidad del procedimiento, con visto bueno judicial. Como tercer motivo se refirió al avión venezolano-iraní que pasó por el país en tiempos de Alberto Fernández y fue detenido junto con sus tripulantes a instancias de una denuncia suya. Según Milman, figurar en el expediente podría deberse a una “revancha” y planteó la posibilidad de que el entorno de la víctima tenga algo que ver. Citó la cadena nacional de Alberto Fernández en la medianoche del atentado, en la habló de un “discurso de odio” que atribuyó a “distintos espacios políticos, judiciales y mediáticos”. Milman estimó que “encontró culpables”. Sobre sus teléfonos, manifestó que por tener relación con agencias internacionales secretas y cuestiones personales suele borrar periódicamente sus comunicaciones, y criticó lo que definió como una “persecución periodística” cuando lo involucraron en el atentado. Además, recordó que algunos de sus colegas del por entonces oficialismo le gritaron “asesino” en el Congreso y que un medio afín al kirchnerismo exhibió sus facturas y mostró resúmenes de su tarjeta de crédito. En otro tramo se refirió al trato que le dieron los medios a las colaboradoras con las que estaba cuando Abella lo habría escuchado. Entre las cosas que le llaman la atención del atentado, mencionó la ausencia del jefe de la custodia de la ex vice. Sobre Fernando Sabag Montiel, afirmó que no fue detenido por policías federales, sino por militantes de La Cámpora; que la Policía de la CABA lo retuvo cuando intentó huir y que el arma que usó y su celular también fueron recuperados por camporistas y que Brenda Uliarte estaba cerca y sorteó la seguridad. Planteó otro interrogante sobre un militante de La Cámpora, Cristóbal José Elgueta Collado, quien grabó el video del intento de asesinato. Lo hicieron entrar al edificio donde vivía la ex jefa de Estado. Allí, él y su amiga Sofía Manusovich -a quien le mandó el material- debieron borrar los registros. El legislador se preguntó por qué alguien de civil, supuestamente custodio, quiso eliminar una prueba de ese calibre. En tanto, indicó que Gregorio Dalbón, uno de los abogados de Fernández de Kirchner, hizo un posteo en su cuenta de X el 9 de septiembre de 2022, que luego eliminó, aseverando que su “olfato” le decía que el enemigo era “tropa propia”. Peitaje La Gendarmería Nacional terminó el peritaje sobre el iPhone 14 Pro que Milman entregó a la Justicia y confirmó que no hay registros de conversaciones ni material digital que lo vinculen al hecho. El informe de la División Análisis de Evidencia Digital Forense lo ordenó Capuchetti, para encontrar cualquier mención a la frase “cuando esté muerta yo voy a estar en la Costa” que aseguró escuchar Abello el 30 de agosto de 2022 en el restaurante Casablanca. También se buscó otra información que pudiera relacionarse al intento de homicidio. El estudio cubrió el lapso entre el 1 de julio de 2022 y el 10 de mayo de 2023, tal como fue requerido por Capuchetti. Cabe recordar que, en su momento, la Fiscalía consideró insuficientes los métodos de búsqueda y pidió ampliar las palabras clave para detectar otras, como “matar”, “costa”, “Cristina”, “Kirchner”, “corchazo” y “arma”. La Gendarmería repasó 650.762 mensajes, audios, llamadas, imágenes y geoposicionamientos de interés. Identificó 9.384 eliminados. Además de lo que podría haber borrado Milman manualmente, se incluyen en ese rubro actividades automáticas del sistema operativo relacionadas con la conexión y desconexión del dispositivo a fuentes de energía. Tras la compulsa de esos y otros elementos, como mails, concluyó que ninguno tenía información o indicios sobre un plan para matar a la ex jefa de Estado. En tanto, la geolocalización del teléfono de Milman cuando supuestamente estaba en el bar Casablanca, en la CABA, lo ubicó en Adrogué, en la provincia de Buenos Aires. El informe postuló que el contenido del teléfono es “discordante” con los dichos del testigo Abello, cuya indagatoria por falso testimonio se pidió en junio pasado. Pruebas Además de la ausencia de pruebas, la Cámara tuvo en cuenta lo resuelto en el juicio oral por el atentado, en el que fueron condenados los autores materiales del ataque sin que surgieran referencias a instigadores o financiadores. En ese sentido, destacó que en el debate “no se hizo expresa mención a posibles instigadores ni a otras personas o grupos que hubieran financiado o contribuido para llevarlo adelante”.
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