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» Mdzol
Fecha: 22/12/2025 17:56
Con la reciente publicación de los documentos sobre la investigación del caso del magnate financiero y delincuente sexual Jeffrey Epstein, volvió la polémica sobre el rol de su entonces pareja Ghislane Maxwell. El principal descubrimiento residió en las técnicas de manipulación emocional que utilizaba la mujer para engañar a las víctimas. Mientras tanto, la defensa de Maxwell intenta distintas vías para revertir la condena y su entorno subraya la limitación de la información que salió a la luz hasta el momento. El modus operandi de Ghislane Maxwell con las víctimas Según el testimonio de un agente de la ley incorporado a los expedientes judiciales, Maxwell cumplía una función clave en captar y manipular a las adolescentes, generando un clima de normalidad que diluía cualquier señal de alarma. Siguiendo al medio británico The Guardian, el agente contó a las autoridades de la justicia que "Maxwell lo normalizó. Era como una hermana mayor genial y hacía comentarios como: ‘Esto es lo que hacen los adultos’”. Las primeras visitas de las jóvenes a la mansión de Epstein podían resultar desconcertantes, pero la actitud despreocupada de Maxwell, incluso al mostrarse en topless, contribuía a minimizar la gravedad del contexto y a normalizarlo, lo que terminaba generando una sensación de pertenencia. Según el testimonio, varias víctimas manifestaron sentirse queridas, contenidas y agradecidas, percibiendo al círculo de Epstein como una suerte de familia. Esa falsa familiaridad, sostiene el documento judicial, fue determinante para facilitar la progresiva integración de las adolescentes en dinámicas abusivas. De la contención al abuso explícito Con el tiempo, Maxwell habría pasado de ser una figura de apoyo a participar activamente en los abusos. El agente relató que instruía a las menores sobre qué hacer, se burlaba de ellas delante de Epstein y llegaba a tocarlas mientras daba indicaciones. La naturalización era tal que algunas víctimas optaban por “volverse invisibles” dentro de las habitaciones para evitar llamar la atención. Las transcripciones también coinciden con testimonios ya conocidos en el juicio, como los de Jane y Annie Farmer. En uno de los casos mencionados, Maxwell habría guiado a una joven para que le realizara un masaje en los pies a Epstein, mostrándole cómo hacerlo y trivializando la incomodidad de la situación con bromas. Documentos, testimonios y advertencias Los expedientes describen una estrategia basada en el vínculo personal, la identificación de vulnerabilidades y el uso de regalos como forma de control, incluyendo envíos de lencería de marcas reconocidas a nombre de Maxwell y Epstein. En una declaración de 2007, una víctima no mencionó a Maxwell, algo que el agente explicó de manera contundente ante el fiscal: simplemente “no se lo preguntaron”. Tras la publicación de los documentos, Ian Maxwell, hermano de Ghislaine Maxwell, relativizó su alcance y advirtió que las transcripciones no constituyen pruebas definitivas de culpabilidad. Señaló que los procedimientos del gran jurado son preliminares y unilaterales, y que no reflejan el contexto completo ni la versión de la defensa.
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