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» Cronista.com
Fecha: 22/12/2025 12:39
En 2023, Grupo Abridor se presentó una de las apuestas más visibles de la nueva gastronomía porteña. Su nombre empezó a circular con fuerza a partir de un proyecto emblemático: la reapertura del histórico Águila Pabellón, dentro del Ecoparque porteño, en el predio del ex Zoológico porteño. Ese crecimiento acelerado, apoyado en una estrategia de expansión y diversificación, quedó ahora trunco: el Juzgado Nacional en lo Comercial N° 6, Secretaría N° 11, decretó la quiebra de la compañía. La firma había sido fundada por Pedro Díaz Flores, ex empresario del rubro del calzado, y el ex futbolista Damián Manusovich. Juntos impulsaron una aceleradora gastronómica basada en inversión, operación y diseño, con una fuerte apuesta a marcas propias y gestión centralizada. El objetivo era crecer rápido y ganar escala sin depender de un solo formato ni de una sola ubicación. En su punto más alto, Abridor llegó a reunir cerca de 30 proyectos, entre locales en funcionamiento y obras en marcha. El esquema combinaba restaurantes, panaderías, rotiserías, pizzerías, bares y cantinas de clubes, además del management de espacios comerciales. Todo el modelo se apoyaba en un equipo interno de arquitectura y diseño, pensado como una ventaja competitiva. El restaurante del Ecoparque funcionó como vidriera del grupo. Instalado en un edificio declarado Monumento Histórico, el proyecto tuvo fuerte repercusión mediática y largas listas de espera en sus primeros meses. Con unos 300 cubiertos, se convirtió rápidamente en uno de los activos más visibles de la empresa. El activo más expuesto La concesión de la histórica confitería del Ecoparque, otorgada por 15 años, aparecía como una de las piezas centrales del portafolio de Abridor. No solo por su ubicación estratégica, sino también por el peso simbólico del edificio y su relación con el Gobierno porteño. En ese contexto, el restaurante se transformó en la cara pública del grupo. La quiebra fue dispuesta a partir de un pedido presentado por el abogado y conciliador laboral Virginio Pablo Nasuti. El reclamo se originó en honorarios profesionales impagos, por una conciliación del Servicio de Conciliación Laboral Obligatoria (Seclo), celebrada en mayo de 2025. Ese acuerdo había sido homologado por el Ministerio de Capital Humano, lo que le otorgaba plena validez y exigibilidad. Sin embargo, según consta en el expediente, la empresa no abonó la suma adeudada ni respondió a las intimaciones cursadas, lo que habilitó el pedido de quiebra. El fallo y las medidas El monto reclamado asciende apenas a $110.550, más intereses. Para el juzgado, la falta de pago constituyó un hecho revelador del estado de cesación de pagos, cuya fecha fue fijada en junio de 2025. En función de ese incumplimiento, la magistrada interviniente decretó la quiebra en los términos de la Ley de Concursos y Quiebras. La resolución activó el proceso falencial completo. Entre otras medidas, se ordenó la inhibición general de bienes de la sociedad y la designación de un síndico, que será sorteado en audiencia. También se dispuso la entrega de libros contables y documentación, la intercepción de la correspondencia comercial y la prohibición de realizar pagos a la empresa. Además, se instruyó al Banco Central para que comunique el estado de quiebra a las entidades financieras. Las cuentas deberán ser cerradas y los saldos transferidos a la cuenta judicial correspondiente. El fallo habilitó, asimismo, la incautación de bienes y la eventual clausura de establecimientos, si se verificaran activos a nombre de la sociedad. Los plazos del proceso La resolución abrió el proceso de verificación de créditos. Los acreedores tendrán plazo hasta el 25 de marzo de 2026 para presentarse ante la sindicatura. Los informes individual y general deberán ser elevados en mayo y junio del próximo año, respectivamente. El juzgado facultó además a la sindicatura a evaluar la posible promoción de acciones de responsabilidad o de extensión de la quiebra, en caso de surgir elementos que lo justifiquen. Hasta entonces, el avance del expediente será el que defina el destino de los proyectos que integraban el entramado de Abridor.
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