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» Los Primeros
Fecha: 22/12/2025 12:08
Las elecciones regionales anticipadas en Extremadura enviaron este domingo un mensaje contundente hacia Madrid. El PSOE, partido del presidente Pedro Sánchez, sufrió una debacle electoral que lo dejó con apenas 18 bancas (perdió 10 respecto a 2023), asediado por las denuncias de corrupción y el desgaste de la gestión nacional. Aunque el Partido Popular (PP) fue la fuerza más votada con el 43,1%, el resultado es agridulce para la actual presidenta regional, María Guardiola. Su intención de gobernar en solitario quedó trunca al obtener 29 bancas, lejos de las 33 necesarias para la mayoría absoluta. Ahora quedará nuevamente atada a Vox, el partido de Santiago Abascal, que fue el gran ganador estratégico de la jornada. La sombra de la corrupción: El "factor David Sánchez" El electorado progresista castigó con dureza al oficialismo. En el análisis político español (y con fuerte eco en Argentina por los cruces diplomáticos recientes), el desplome del PSOE se vincula directamente con los escándalos judiciales que cercan al presidente: El juicio al hermano de Sánchez: David Sánchez enfrentará un proceso por presunta prevaricación y tráfico de influencias, vinculado a un cargo en la Diputación de Badajoz. El candidato procesado: Miguel Ángel Gallardo, líder del PSOE extremeño, también irá a juicio el año próximo. Su ingreso al Parlamento regional es visto como una maniobra para conservar los fueros (inmunidad). Radiografía del Parlamento: Vox duplica su peso Con el escrutinio avanzado, el nuevo mapa de poder en la Asamblea de Extremadura (65 bancas en total) redefine las alianzas: Partido Bancas actuales Diferencia vs 2023 PP (Derecha) 29 +1 PSOE (Oficialismo nacional) 18 -10 Vox (Derecha soberanista) 11 +6 Unidas por Extremadura (Izquierda) 7 +3 Vox capitalizó el descontento y pasó de 5 a 11 diputados, logrando un resultado histórico que condicionará cualquier intento de gobernabilidad de Guardiola. Por su parte, la izquierda a la izquierda del PSOE también creció, beneficiándose de la fuga de votos socialistas. Una apuesta fallida y un escenario de bloqueo María Guardiola había convocado a estas elecciones de manera anticipada —originalmente debían ser en 2027— con la esperanza de sacudirse la dependencia de Vox, tras haber roto la coalición de gobierno en 2024. Su plan era emular las mayorías absolutas del PP en otras regiones, pero la polarización jugó a favor de los extremos. "El experimento ha fallado", disparó el candidato socialista Gallardo tras conocerse los datos. Por su parte, la izquierda transformadora criticó que la convocatoria electoral solo sirvió para "engordar a la ultraderecha". Extremadura como termómetro para 2027 Para España, Extremadura funciona hoy como un laboratorio político. Esta región, tradicionalmente rural y una de las menos pobladas, marca el inicio de un calendario electoral que pondrá a prueba la resistencia de Pedro Sánchez en 2025, con comicios previstos en Aragón, Castilla y León y Andalucía. El resultado deja una conclusión clara para la política nacional: el desgaste por los casos de corrupción y la presión de la oposición están rompiendo los techos electorales del PSOE, mientras que el PP, pese a su crecimiento, sigue sin encontrar la fórmula para gobernar sin el auxilio de Vox. Claves del territorio
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