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  • Qué productos sudamericanos entrarían a Europa con aranceles reducidos en el acuerdo Mercosur–UE - Salto Grande Extra

    Concordia » Saltograndeextra

    Fecha: 22/12/2025 09:59

    El acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea prevé la reducción o eliminación de aranceles para varios productos agrícolas sudamericanos, aunque bajo sistemas de cuotas y con estrictos controles sanitarios y ambientales. Carne, azúcar, arroz, miel y soja aparecen entre los principales beneficiados, mientras el bloque europeo intenta proteger a sus productores internos. El tratado entre el Mercosur y la Unión Europea busca facilitar el comercio entre ambas regiones. Según la información difundida por fuentes comunitarias europeas y documentos parlamentarios recientes, la apertura beneficiaría especialmente a materias primas y productos agrícolas provenientes de Sudamérica. Sin embargo, el acceso no sería totalmente libre: muchas exportaciones ingresarían bajo cuotas controladas y con supervisión reforzada. En concreto, los productos que podrían entrar al mercado europeo con aranceles reducidos o eliminados incluyen carne vacuna, carne aviar, azúcar, arroz, miel y soja. Además, sectores como los lácteos y el etanol también aparecen dentro de los considerados “sensibles”, por lo que estarían sujetos a monitoreo continuo. Carne, azúcar y arroz: el núcleo del beneficio comercial Entre los rubros más destacados aparece la carne vacuna y de aves, históricamente uno de los más relevantes para Argentina, Brasil y Uruguay. Estas exportaciones no tendrían una apertura plena, sino que ingresarían mediante cuotas específicas para evitar un impacto abrupto en los productores europeos. De esta forma, la UE intenta equilibrar competitividad y protección interna. También se contemplan ventajas para el azúcar, producto clave para Brasil y, en menor medida, para Paraguay. El arroz se incluye dentro del grupo de bienes que verán facilitada su llegada al bloque europeo, sumando además la miel y la soja, dos commodities centrales para las economías agrícolas sudamericanas. Aunque la reducción de aranceles representa una oportunidad, la política europea busca establecer una competencia “controlada”, con límites de volumen y activación de salvaguardas ante eventuales desequilibrios. Supervisión, estándares y un intercambio de doble vía No se trata de una apertura ingenua. La Unión Europea reforzó sus mecanismos de control para evitar una distorsión del mercado. Por eso, si se detectan aumentos abruptos de importaciones o caídas significativas de precios, la UE podría reactivar aranceles o aplicar nuevas restricciones. Al mismo tiempo, el acuerdo también implica concesiones del Mercosur: los países sudamericanos permitirían el ingreso de vehículos, maquinaria, equipamiento industrial, servicios y vinos europeos con menores impuestos. Así, el esquema funciona como un puente comercial bidireccional, con beneficios, tensiones y desafíos para ambas regiones. Integración con debate, desarrollo con condiciones Para las economías del cono sur, el acuerdo abre posibilidades reales. Sin embargo, también plantea preguntas sobre valor agregado, soberanía productiva y equilibrio comercial. América Latina sigue exportando mayoritariamente materias primas; Europa, en cambio, coloca productos industriales de alto valor. En ese escenario, el desafío para los gobiernos del Mercosur —incluidos Argentina y Uruguay— será aprovechar la apertura sin resignar desarrollo industrial, empleo de calidad y protección social, objetivos que también forman parte del horizonte político de la región.

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