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» El cordillerano
Fecha: 22/12/2025 06:12
Historias del Mercado Navideño El perfil del Puerto San Carlos, durante estos días, está determinado por la presencia del Mercado Navideño. Así, más de cien emprendimientos ofrecen un colorido especial, además de las visitas que realiza el propio Papá Noel para recoger las cartas de los más pequeños. Turistas y barilochenses ingresan continuamente para ver las propuestas desplegadas en el lugar. Los expositores, como suele ocurrir con este tipo de alternativas, se turnan para atender. De tal manera, cada quien es responsable de mostrar lo de todos, porque prevalece el espíritu colaborativo, naciendo un hilo invisible que los une en su espíritu emprendedor. Los comentarios acerca de lo que está sucediendo respecto a las ventas coinciden en marcar que, mayormente, se aprecia gran interés por parte del público, pero, a la hora de comprar algo, predominan las adquisiciones de productos económicos. “No hay plata”, es la frase con que los vendedores (en su mayoría, mujeres) sintetizan el panorama. El Mercado Navideño es visitado por mucha gente durante todo el día. Más allá de eso, caminar por el lugar permite encontrarse con individualidades que conforman el conjunto. Por ejemplo, ahí está Frida Franzgrote, que lleva adelante Salta la luna, un proyecto que tiene poco más de diez años de vida, basado en libros muy especiales, hechos de tela. “Empecé cuando nació mi sobrina Florencia”, cuenta ella, para luego detallar: “Me agrada coser, pero también divertirme a la hora de hacer algo, y esto me divierte”. Y aquella sobrina que, con su llegada, impulsó las ganas de idear algún tipo de juguete distinto, aún hoy, con casi once años, continúa siendo la “testeadora” de sus creaciones. “Las toca, las mira, las usa… ¡juega! Si a ella le gustan, pasan la prueba”, sonríe Frida. “Siento fascinación por la lectura. Por eso, a mis hijos, cuando eran chicos —ahora tienen entre veintitrés y veintiocho años—, en la biblioteca, les dejaba los libros a su altura, para que pudieran agarrarlos. Me sentaba con ellos, los acompañaba y les decía que los libros eran amigos que contaban historias, mientras les enseñaba a pasar las páginas”, evoca, para luego continuar: “Ahora, de adultos, veo que leen; y eso es porque estuvieron en contacto con libros desde chicos”. Las creaciones de Frida tienen que ver con lo lúdico. Realiza pequeños libros en tela, cargados de texturas, con historias y piezas que ingresan y salen de las hojas a manera de pequeños títeres de dedos, para que los niños se diviertan con ellos. “La idea es que los padres interactúen con sus hijos”, comenta Frida. Sus libros, al ser de tela, pueden lavarse fácilmente, colocándolos en el lavarropas, algo que los padres agradecen. En cuanto al nombre del emprendimiento, Frida, al explicar el motivo de la denominación, se emociona, porque se vincula con alcanzar aquello que parece inalcanzable, en relación con haber crecido sin la presencia física de su mamá: “Tiene que ver con el recuerdo de mi madre… La perdí de muy chiquita; murió cuando yo tenía seis meses de vida, y Salta la luna es un modo de referirse a la forma de llegar a un lugar al que pareciera que no se puede llegar, a partir de una imaginación sin límites”. Frida, más allá de este emprendimiento, trabaja como empleada de comercio en una papelera, y también da clases para adultos: “Enseño práctica de comercio en la Escuela de Oficios N° 2, es decir, todo lo que tiene que ver con atención al público”, cuenta, y añade: “Incentivo a los estudiantes para que sean emprendedores, y, por ejemplo, una joven que el año pasado era mi alumna ahora está también acá, en el Puerto San Carlos, con su emprendimiento; ¡estoy orgullosa de eso!”. Durante estos días, productos diversos convergen en el Puerto San Carlos. CORAZÓN DE PAPEL Cerca de Salta la luna, se encuentra el puesto de Daira Restagno (Daira ideas gráficas), que se especializa en encuadernación y papelería artesanal para locales, además de fabricar stickers diversos y novedosos, entre los que destacan los denominados suncatchers (atrapasoles). Ese tipo de calcos se colocan en ventanas que, cuando les da el sol, provocan un efecto arcoíris en el ambiente. Daira, que estudia Diseño gráfico (sólo le faltan un par de finales y la tesis), comenzó en la actividad hace nueve años (ahora tiene veintiséis), apenas llegó a Bariloche desde Buenos Aires, con su familia. “En la papelería ‘descargo’ todo. Además, tengo facilidad para trabajar en esto”, dice, y desarrolla: “Comencé a emprender como para poder pagarme la facultad, pero cuando me di cuenta de que me gustaba mucho empecé a ir a ferias, aprendí a hacer cosas en forma online y a realizar trabajos para locales de Bariloche”. La vocación, entonces, a Daira la acompaña desde chica. Tanto es así que, al cumplir quince años, quiso diseñarse los elementos relacionados con su fiesta, como las invitaciones y demás elementos de papelería, con la ayuda de dos tías, una de ellas dedicada al diseño gráfico y la otra a la sublimación. “En ese momento arranqué y no paré más”, sonríe la joven. Una sorpresa en cada rincón; los emprendimientos que se muestran son más de cien. PARA RELAJARSE Y ALIVIARSE En otro sector del Puerto San Carlos, se ubica Luján Villalba, con su emprendimiento Core-core, proyecto que nació hace dos años de un modo singular, porque, en realidad, se originó a partir de un problema físico. Lujan se operó la mano por un inconveniente derivado del uso intenso de la computadora (trabajaba cargando datos), acción que llevaba a cabo con una mala postura. Y, más allá del paso por el quirófano, se percató de que las almohadillas con semillas le servían para aliviar la sensación de molestia, por lo que se le ocurrió fabricarlas ella misma. De tal forma, realiza esos elementos destinados a terapias de calor y frío. En el caso de que se procure brindar calor, hay que introducirlas en el microondas durante uno o dos minutos. En cambio, si lo que se desea es enfriar alguna zona, se pueden colocar una hora en el congelador o media en el freezer. Sirven para relajar el cuello, los hombros y la espalda, así como para aliviar contracturas y dolores cervicales, dorsales o lumbares, y menstruales. Además, se utilizan para calmar el stress y la ansiedad. Y, a partir de su propia (mala) experiencia con la computadora, Luján también realiza almohadillas especiales para poner delante del teclado o el mouse, que, además de brindar una sensación agradable, evitan que se tome una mala postura que derive en inconvenientes de, por ejemplo, tendinitis. “La idea surgió del sufrimiento propio”, reconoce ella, con una sonrisa. La placidez que otorgan las almohadillas tiene mucho que ver con el relleno que poseen. Luján les coloca semillas naturales de lino y arroz, junto a flores de lavanda y aceites esenciales aromáticos. En cuanto a la denominación del proyecto, el nombre remite a la planta core-core. “Es curativa, y la tenemos por toda la zona”, sintetiza Luján, al referirse a la especie que crece silvestre en la Patagonia. Ella la identifica con el cuidado que procura dar con sus productos. Hay que indicar que las hojas de esa planta, frescas o en infusión, suelen utilizase para lavar ojos irritados; además, se usan como cicatrizante de piel. Para todos los gustos... HORARIO DEL MERCADO El Mercado Navideño permanecerá en el Puerto San Carlos hasta el 24 de diciembre, desde las 10 a las 21, salvo la última jornada, que se podrá visitar hasta las 15. Para averiguar sobre diversas actividades destinadas a niños y adolescentes que se llevan a cabo en ese espacio, los interesados pueden ingresar en https://mercadonavidenobariloche.my.canva.site/.
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