22/12/2025 10:08
22/12/2025 10:08
22/12/2025 10:08
22/12/2025 10:07
22/12/2025 10:07
22/12/2025 10:07
22/12/2025 10:06
22/12/2025 10:06
22/12/2025 10:06
22/12/2025 10:06
» El Esquiu
Fecha: 22/12/2025 05:49
Fe que reúne Para esta última edición del año queremos abordar como la Navidad no empieza solo cuando se arma el pesebre ni termina con la cena del 24. Se siente antes, en el clima de la ciudad, en las charlas cotidianas y en esa forma de vivir la fe de manera compartida. Quienes vivimos en la Capital sabemos que diciembre trae algo más que calor, trae movimiento, reencuentros y una necesidad profunda de estar cerca del otro. En ese contexto, la devoción a la Virgen del Valle aparece como una presencia constante, casi natural, que atraviesa cada año y cobra un sentido especial en estas fechas. La procesión no es solo un acto religioso, es una escena que nos define como comunidad: peregrinos y vecinos que caminan juntos, familias enteras, promesas silenciosas y agradecimientos que no siempre se dicen en voz alta. Esa misma lógica se replica en la Navidad, donde la fe se vuelve gesto, mesa compartida y abrazo esperado. Así, ambas se enlazan en una misma experiencia colectiva donde nos reconocemos como parte de un mismo pueblo que celebra y espera unido Caminar La procesión a la Virgen del Valle transforma a la Capital en un espacio de encuentro. Las calles se convierten en lugar de diálogo y de solidaridad espontánea. Se camina al ritmo del otro, se ofrece agua, se escucha una historia. Algo muy parecido sucede en Navidad, cuando la fe sale del ámbito privado y se expresa en gestos simples: una visita, un saludo sincero, una mesa que se agranda. En ambos momentos, la espiritualidad se vive hacia afuera, en comunidad, recordándonos que la fe también se construye en lo colectivo. Tradiciones que renuevan Por eso, creemos que tanto la procesión como la Navidad forman parte de tradiciones que se sostienen en el tiempo gracias a la participación de la comunidad. Estas fechas incluso se pueden vivir como momentos de transmisión donde los más grandes enseñan a los más chicos no solo una devoción, sino una manera de estar con otros.
Ver noticia original