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» Diario Cordoba
Fecha: 21/12/2025 23:17
El Partido Popular volvió a ganar unas elecciones, aumentando su representación en porcentaje de votos y en escaños y salvo catástrofe María Guardiola revalidará su cargo como presidenta de la Junta de Extremadura. Y aun así la noche en Génova fue de amarga victoria, o como poco de expectativas algo frustradas. Después de unas elecciones convocadas ante la imposibilidad de llegar a un acuerdo presupuestario con Vox, y de una campaña a cara de perro con los de Santiago Abascal, al que Guardiola tildó incluso de “machista”, la dependencia de la extrema derecha no solo retrocede, sino que aumenta. Y la batalla entre ambas formaciones se recrudece de manera exponencial de cara a las próximas etapas de la carrera electoral, que en el primer semestre de 2026 tendrán tres etapas: Aragón en febrero, Castilla y León en marzo y Andalucía probablemente en junio. Bien es verdad, y a ello se agarran ya los de Alberto Núñez Feijóo, que el PP con sus 29 escaños, a cuatro de la mayoría absoluta, obtiene más que toda la izquierda junta, pues el PSOE y la candidatura encabezada por Podemos suman 25 asientos en la nueva Asamblea autonómica, cuatro menos. Una realidad aritmética que permitiría a Guardiola ser investida solo con una abstención de los 11 nuevos diputados autonómicos de Vox, o incluso simplemente con algunos de ellos. Pero los de Abascal doblan en escaños y en votos su resultado de hace solo dos años y se sitúan cerca del 20% de los votos en una comunidad en la que hasta ahora no habían destacado y que no es del todo propicia a su discurso, sobre todo por el bajo porcentaje de inmigración con respecto a otras regiones de España. Y en esas circunstancias, y con el consabido antagonismo con Guardiola, no parece que Vox vaya a exigir menos que hace dos años, cuando la líder de los populares extremeños tuvo que enmendarse a sí misma, tragarse sus palabras, y abrir la puerta a una coalición que luego Abascal rompió un año después como hizo con todas las demás, por motivos ajenos a la concreta realidad extremeña. Feijóo y su equipo En la sede central del PP Feijóo siguió el recuento rodeado de su equipo y en permanente contacto con Guardiola, con la que habló por videoconferencia para felicitarla al filo de las once de la noche, con el escrutinio ya finalizado. A la planta séptima llegaron el secretario general, Miguel Tellado, la portavoz parlamentaria, Ester Muñoz, el vicesecretario de Hacienda, Juan Bravo, el senador y ex vicepresidente del Gobierno, Javier Arenas -el dirigente más veterano de esa sala de máquinas- y un reaparecido Borja Sémper, el portavoz de la dirección popular, que desde el pasado verano combate un cáncer que le ha tenido apartado de la vida pública. A la comitiva se unió también el presidente de Aragón, Jorge Azcón, el siguiente que tendrá que entrar en la contienda electoral al poco de comenzar el nuevo año. Desde el primer momento, los populares fueron transmitiendo buenas sensaciones según avanzaba el recuento, basadas sobre todo en los objetivos que previamente se habían fijado. El primero, superar el 40% de los votos, que se cumplió; el segundo, llegar al menos a los 30 escaños, que se alcanzaron en algún momento del recuento pero tardaron poco en desvanecerse, aunque casi al final del escrutinio hubo una leve esperanza de recuperarlo en Cáceres; el tercero, ampliar la diferencia con el PSOE, que se superó con nota, pues Guardiola tiene once escaños más que los socialistas, algo impensable hace apenas dos años; y el cuarto y último depender menos de Vox, en el que claramente se suspende. Esto último no tardó en subrayarlo la misma noche electoral el candidato socialista, Miguel Ángel Gallardo, quien aseguró una y otra vez que los resultados abocan a la región a una mayor “inestabilidad”. Génova lo ve de otra manera, y enfatiza que si hace dos años necesitaba imperiosamente el apoyo de la extrema derecha ahora le vale simplemente con la abstención. Ni que decir tiene que Génova no perdió la oportunidad de hacer claras lecturas nacionales de lo sucedido, a solo unas horas de la anunciada comparecencia a primera hora de este lunes de Sánchez en la Moncloa. Concluido el recuento, fuentes del primer partido de la oposición trasladaron que "para el PSOE la derrota es grande", e incluso la tildaron, forzando la analogía deportiva, de "paliza para la historia". En tono más sarcástico, hablaron de "súper domingo para la izquierda en un feudo tradicional del PSOE". Para los de Feijóo es muy significativo que las dos formaciones de la derecha hayan logrado nada menos que el 60% de los sufragios en una región con una sociología tan escorada tradicionalmente a la izquierda, y atribuyeron la responsabilidad "exclusiva" a Sánchez, cuya política de "levantar muros", dijeron, "está siendo derribada en las urnas". Todo ello sustentado en un dato incontestable de la noche, que los populares remarcaron, el de que solo un partido pierde apoyos, el PSOE, que lo hace además de manera significativa y solo dos años después de haber ganado en votos los comicios, lo que hizo por última vez en mayo de 2023 el recientemente fallecido Guillermo Fernández Vara. Suscríbete para seguir leyendo - La Junta de Andalucía mejora del firme de la carretera A-318 a su paso por Cabra - Mercadona abrirá un nuevo supermercado en la zona oeste de Córdoba - ¿Quién está detrás de los nuevos barrios de Córdoba? - La reina de Portugal que nació en Córdoba y fue bautizada en la Mezquita-Catedral - El juez Manuel Marchena apadrina a la nueva promoción de letrados del Colegio de Abogados de Lucena - Sigue en directo el Mirandés-Córdoba CF - Impulsan el desarrollo de una zona con más de 230 viviendas en Córdoba
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