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  • Pánico en Bariloche por incendio forestal junto a un sanatorio en pleno barrio residencial

    » Clarin

    Fecha: 19/12/2025 20:34

    Decenas de bomberos y brigadistas, autobombas y camiones cisterna, entre otros vehículos de emergencia de varios organismos de Bariloche, debieron intervenir este viernes para sofocar un incendio forestal de grandes proporciones que comenzó pasado el mediodía muy cerca del Sanatorio San Carlos y que, empujado por el viento, avanzó a gran velocidad, consumiendo pinos y cipreses, hacia el barrio Belgrano, en el casco céntrico de la ciudad, dividiéndose en dos frentes. El fuego comenzó alrededor de las 13.30 en la ladera norte del cerro Runge, en el kilómetro 1 de avenida Bustillo, en el acceso oeste al centro barilochense. Según las fuentes consultadas, el incendió se inició en la parte trasera del Sanatorio San Carlos, a apenas 20 metros, por lo que los bomberos debieron atacar las llamas rápidamente. Luego de tres horas de arduo trabajo se logró controlar los focos traseros y frontal del incendio. Esto permitió utilizar aviones hidrantes para “enfriar” con sus descargas los sectores de mayor actividad del fuego y permitir el avance de los bomberos y brigadistas por tierra. El incendio llevó pánico a la clínica, que al principio de la emergencia se preparó para evacuar pacientes y personal médico y técnico, mientras por las ventanas veían las llamaradas de diez metros de altura devorando árboles y la densa vegetación. El viento alejó las llamas del sanatorio, pero las acercó rápidamente a las casas y edificios del lugar. Ante esta situación, muchos vecinos decidieron auto evacuarse -algunos corrían con valijas- y tomar distancia entre el denso humo y la caída de cenizas, que hacía irrespirables las calles circundantes. Las llamas se podían ver a la distancia y obligó a una rápida intervención de los bomberos y brigadistas. Foto: Eugenia Neme. En tanto, otros habitantes del barrio hacían cadenas con baldes de agua para arrojarlo al fuego o directamente la tiraban desde los balcones, mientras otros usaban mangueras de jardín para colaborar. Además de los bomberos voluntarios de todos los cuarteles de la ciudad, intervinieron dotaciones del Servicio Provincial de Lucha contra Incendios Forestales (Splif), personal de la Policía de Río Negro que cortó el tránsito en el lugar, Parques Nacionales y Protección Civil Municipal. Las llamas y el humo podían verse desde kilómetros de distancia, lo que, sumado al sonido de las sirenas de los distintos móviles involucrados en el operativo, extendió la conmoción a toda la ciudad. La Municipalidad y los equipos de emergencia debieron pedir a los vecinos que no se acerquen con autos al lugar, ya que el tránsito por Bustillo se tornó caótico hasta que resolvieron cortarlo. La congestión vehicular obstruyó la asistencia de autobombas, aún en avenida de los Pioneros, alternativa por la que desviaron el tránsito. Alrededor de las 17 el incendio ya estaba “controlado”, por lo que dejó de avanzar y la tarea se abocó al enfriamiento de los puntos de más actividad y la protección de viviendas. Gonzalo Irasoque, a cargo del operativo por el Splif, indicó que no hubo víctimas, con la excepción de un bombero que se descompensó por inhalar humo y quedó fuera de peligro tras ser asistido. Un antecedente similar En marzo de 2015 un incendio muy parecido comenzó un poco más lejos del sanatorio y trepó entre el bosque y las casas hasta meterse en el barrio Belgrano, quemando algunas viviendas. Un incendio similar ocurrió en marzo de 2015. Foto: Eugenia Neme. Un vecino de la calle Salta, muy próxima al sector que este jueves fue afectado por las llamas, relató a Canal Seis que estaba trabajando lejos, junto al lago Nahuel Huapi, y vio el fuego cerca de la casa de su mamá, por lo que corrió a ayudarla. “Vine enseguida, me hizo acordar al incendio de 2015, que quemó justo la casa de enfrente”, expresó, mientras cargaba baldes y otros recipientes con agua para mojar los alrededores y poner un freno a las llamas. En aquella ocasión, los bomberos y rescatistas reclamaron que la ciudad instale bocas hidrantes en el lugar y arregle las que no tenían agua, además de preparar un plan de contingencia para eventuales incendios en el barrio. Entre otros puntos alertaron sobre la estrechez de las calles y los autos estacionados, que impedían el paso de los vehículos de la emergencia. Sin embargo, la experiencia no mejoró las condiciones del lugar, cuyas imágenes de hoy parecían tomadas hace diez años. Bariloche. Especial para Clarín.

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