» Sin Mordaza
Fecha: 19/12/2025 20:00
Se cumple un nuevo aniversario del asesinato de Claudio Pocho Lepratti, ocurrido en el marco de la represión estatal de los días 19 y 20 de diciembre de 2001, cuando 39 personas fueron asesinadas y muchas otras resultaron heridas en todo el país. Al momento de su muerte, Lepratti tenía 35 años y trabajaba como auxiliar de cocina en el comedor de la Escuela N° 756 «José M. Serrano», en el barrio Las Flores, de la ciudad de Rosario. El 19 de diciembre, mientras el país atravesaba una profunda crisis económica y social y las calles se llenaban de manifestantes, efectivos policiales llegados desde Arroyo Seco comenzaron a disparar contra el fondo del establecimiento educativo. Ante esa situación, el trabajador se subió al techo de la escuela y gritó sus últimas palabras: «¡Hijos de puta, bajen las armas que aquí solo hay pibes comiendo!». La respuesta fue un disparo de escopeta con balas de plomo que impactó en su tráquea y le provocó la muerte. De la universidad al barrio Lepratti había nacido el 27 de febrero de 1966 en Concepción del Uruguay. Estudió Derecho en la Universidad Nacional del Litoral, en la ciudad de Santa Fe, y luego fue seminarista durante cinco años en el Instituto Salesiano de Funes. Tras dejar la institución religiosa, se mudó al barrio Ludueña, en Rosario, donde inició un fuerte trabajo territorial junto al sacerdote Edgardo Montaldo. Durante más de una década se dedicó a la contención social y al trabajo barrial con adolescentes en sectores populares. Dio clases de guitarra, impulsó la creación de más de veinte grupos de niños y jóvenes y fundó la revista «El Ángel de Lata». También tuvo una activa militancia sindical: fue delegado de ATE Rosario y congresal de la CTA. Por el crimen, la Justicia condenó al oficial Esteban Velásquez a 14 años de prisión por homicidio agravado. Además, otros cinco policías recibieron condenas por falsedad ideológica y encubrimiento agravado, tras comprobarse que balearon un patrullero para simular un ataque y justificar los disparos. En 2005, León Gieco popularizó su historia con la canción El Ángel de la Bicicleta, llevando el nombre de Pocho Lepratti a numerosos barrios humildes del país, donde aún hoy es recordado.
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