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Concordia » Diario Junio
Fecha: 19/12/2025 11:17
Compañeras y compañeros: Nos encontramos en horas cruciales para las trabajadoras y los trabajadores, las juventudes que viven de su trabajo, para quienes pugnan por condiciones de vida digna en un país donde el poder económico, las minorías privilegiadas, quienes imponen la concentración de la riqueza, les imponen exactamente lo contrario. El tramposamente llamado Proyecto de “Modernización Laboral” es un eufemismo que no nos engaña. Es un proyecto de despojo laboral. De disciplinamiento social. De ajuste, de saqueo, de someternos, a las inmensas mayorías populares, a una vida de penurias y quita de derechos. Aquí no hay una discusión técnica. Es una pugna por el proyecto de país. Enfrenta dos visiones irreconciliables sobre el futuro del trabajo y la sociedad. De un lado quienes contamos únicamente con nuestra fuerza de trabajo, anhelamos una sociedad con derechos para todos con riquezas compartidas y del otro lado quienes viven a costillas de nuestro trabajo poniendole precio vil a través de un salario que dista enormemente de la riqueza que genera, condiciones de trabajo deplorables y la destrucción de las fuerzas productivas que disciplina nuestra fuerza social a través de la desocupación y la precarización laboral. Eso busca este proyecto de reforma laboral, inclinar una vez mas la balanza a favor de los ricos, los patrones y la casta enriquecida del poder económico. Este gobierno de Milei aplica las políticas enunciadas por Martínez de Hoz, que viene a completar las tareas de la dictadura militar, la oligarquía terrateniente de siempre y quienes impusieron sus gobiernos conservadores, seudodemocráticos y represores a lo largo de la historia Argentina. Y que ahora pretenden barrer las conquistas históricas del movimiento obrero. Las Centrales sindicales, sindicatos, organizaciones sociales y políticas, trabajadores con o sin empleo, precarizados, cooperativistas, estudiantes, jubilados, manifestamos nuestro rechazo absoluto y categórico al proyecto de ley de “modernización” laboral presentado por el Gobierno y las patronales. Esta verdadera contrarreforma patronal esconde un viejo recetario de ajuste y transferencia de ingresos y poder, que busca abaratar los despidos, destruir a los sindicatos y disciplinar a les trabajadores. La “modernización” es un eufemismo para eliminar derechos históricos y debilitar a los sindicatos para concretar la mayor transferencia posible de riqueza del trabajo al capital. En esta propuesta, el gobierno pretende legalizar condiciones de trabajo y de vida del siglo XIX: – Ampliar la jornada laboral – Reducir indemnizaciones – Fraccionar y restringir el derecho a vacaciones – Reducir salario por enfermedad – Aumentar los períodos de prueba – Eliminar la ultractividad de los convenios colectivos de trabajo – Limitar el derecho a la organización sindical, restringiendo asambleas, actividad de les delegades, medidas de fuerza, etc. – Promover sindicatos por empresa, que debilitan la organización de los sectores de actividad – Mercantilizar -aún más- la salud laboral – Reducir las cargas patronales Esta reforma quiere destruir el poder sindical, para legalizar la precarización laboral y la invisibilización de las relaciones de trabajo. Estas condiciones, que hoy son un hecho para millones de trabajadores, encuentran en los sindicatos y en los convenios colectivos de trabajo un límite. La precariedad no afectará solamente a aquellos trabajadores bajo el régimen de Ley de Contrato de Trabajo, sino que la caída del salario real y del consumo interno provocará un aumento obsceno de la desigualdad social. En Argentina, 7 millones de trabajadores están en la informalidad: el 43 % no están registrados, el fraude laboral a través del monotributo creció un 63% en la última década y 2.5 millones de personas trabajan 14 o más horas diarias, mientras los salarios promedios no cubren la canasta básica y el Salario Mínimo Vital y Móvil se convirtió en una broma. Además, desde que asumió el gobierno de Milei y Villarroel, la pérdida de empleo registrado es de casi 280.000 puestos de trabajo. Ningún instrumento legal promovido por este Gobierno busca solucionar ese estado de situación: las sucesivas intervenciones legislativas, como el decreto 70/2023 y la ley Bases, no hicieron más que profundizarlo y alentarlo. El nuevo proyecto de reforma laboral no es la excepción. La historia de Argentina demuestra que cuando se reducen la protección y los derechos laborales, el desempleo y la informalidad aumentan. La evidencia histórica indica que el verdadero objetivo es fundamentalmente político: disciplinar a la clase trabajadora, reducir sus derechos y, encima, desresponsabilizar a las empresas. El gobierno fascista de Milei y Villarruel proyecta transformar de cuajo el modelo en el cual se desenvuelven las relaciones laborales y sociales, en nuestro país. Pretende transformar las relaciones de fuerzas sociales, favoreciendo al imperialismo norteamericano, que está dispuesto a recuperar su dominio sobre América Latina y el Caribe a como dé lugar. Este proyecto de ley viene de la mano con una batería de normas y regulaciones -educativas, tributarias, penales y previsionales- con las que se proponen configurar una nuevo Estado, que permita organizar una sociedad todavía más desigual y profundamente represiva, que transfiera la riqueza que les trabajadores producimos directamente hacia los dueños de los monopolios imperialistas. La Provincia de Entre Ríos se encuentra sometida a estas políticas y reformas de retroceso y quita de derechos. Todas políticas apoyadas con entusiasmo por el gobernador Frigerio. Los sectores empresarios también son responsables. La crisis económica generada por el ajuste sin fin, la motosierra de saqueo que congelando salarios y eliminando puestos de trabajo produce quiebras, despidos y menos horizonte para los trabajadores. A esto se suma la proyectada reforma previsional para despojarnos del 82% móvil y aumentar la edad jubilatoria. Nos encontramos también con la lógica de ajuste que pretenden cercenar carreras de formación docente contra los Institutos de Formación Docente, y con ello, puestos de trabajo y posibilidades de estudio y movilidad social. Todo en un contexto de congelamiento salarial que hace que llegar a fin de mes sea una hazaña. En nuestra ciudad con la política de ajuste de Azcué alineada a la de Milei y Frigerio, con suba de impuestos, perdida de empleo y aumento del trabajo informal. Podemos y debemos derrotar este intento de ajuste mediante la unidad de nuestra clase, y levantar una agenda de emergencia. Gravar a los grandes patrimonios y corporaciones que captan la mayoría de la riqueza que producimos y distribuirla en salud, educación y vivienda pública. Salario Mínimo Vital y Móvil equivalente al costo de la canasta básica de un trabajador sin carga de familia. Basta de pisar paritarias y negarse a convocar a los trabajadores. Regular las relaciones de dependencia encubiertas, reconociendo a les trabajadores de plataformas y freelance como dependientes con derechos plenos. Participación en las ganancias de las empresas: impulsar mesas de concertación sectoriales, con participación de los sindicatos, para transparentar los balances y estructuras de costos de las grandes corporaciones y democratizar la apropiación del excedente económico. Aumento de las jubilaciones y pensiones, con el 82% móvil. Defensa de nuestro sistema previsional provincial establecido en la ley 8732 Recuperar, fortalecer y democratizar la organización sindical en los lugares de trabajo. La crisis que atraviesa la sociedad no gravita en torno de los derechos laborales, sino de un proyecto de país basado en la apropiación fenomenal de la riqueza que producimos las y los trabajadores. Hoy somos miles movilizados en todo el país y en esta plaza exigimos al gobierno, a los legisladores y a la Justicia:
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