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Fecha: 18/12/2025 20:38
La cámara empresaria aseguró que la huelga paralizó plantas y puertos pese a no existir conflictos laborales ni reclamos salariales vigentes, y advirtió por el impacto en la actividad y en toda la cadena agroindustrial. La Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina y el Centro de Exportadores de Cereales (CIARA-CEC) expresó su rechazo al paro total de actividades que afecta a distintas plantas y puertos del país, impulsado por la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, al considerar que la medida carece de fundamentos gremiales y responde a una decisión de carácter político. Según señaló la entidad empresaria en un comunicado, la paralización se produce sin que exista conflicto laboral alguno y a pocos días de haberse firmado un nuevo acuerdo paritario que incluyó la ratificación de la paz social. En ese contexto, remarcaron que la huelga “resulta ajena a la realidad de la industria aceitera” y genera perjuicios directos tanto a los trabajadores como al conjunto de la comunidad vinculada al sector. Desde CIARA-CEC indicaron que la federación sindical justificó la medida en rechazo al proyecto de Ley de Modernización Laboral, actualmente en tratamiento en el Senado de la Nación. No obstante, la cámara sostuvo que ese debate debe darse en el ámbito institucional correspondiente, con participación legislativa y sectorial, tal como lo están haciendo otros sindicatos y actores interesados. “Las discusiones legislativas no se resuelven paralizando la producción ni afectando el normal funcionamiento de una actividad estratégica para el país”, advirtieron desde la entidad, y subrayaron que este tipo de acciones impactan negativamente en la competitividad, el comercio exterior y el ingreso de divisas, además de perjudicar la previsibilidad del sector. El complejo agroindustrial aceitero-exportador es uno de los principales motores de la economía argentina, por lo que desde CIARA-CEC llamaron a preservar los canales de diálogo institucional y a evitar medidas que generen daños colaterales a la producción, el empleo y la cadena logística.
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