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» Clarin
Fecha: 18/12/2025 10:39
“Hola, Zaira Tatiana”, dijo Maxi López en la edición del martes 16 de diciembre de Masterchef Celebrity. Se dirigía a Zaira Nara, hermana de la conductora, que hizo una participación en el programa. Enseguida Wanda Nara intervino: “¿Podés dejarle de decir Tatiana? Se llama Zaira”. El comentario provocó risas en el estudio. Lejos de retroceder, López explicó: “Siempre le dije Tatú, Tatún”, mientras Zaira -su excuñada- asentía y aclaraba que, desde hace años, él la llama de ese modo. Para cerrar la situación, el exjugador lanzó una frase que no pasó desapercibida: “Tatiana hay una sola”. El intercambio derivó en una conversación picante que rápidamente se volvió viral por una frase que muchos interpretaron como una indirecta dirigida a la China Suárez. Video La indirecta de Maxi López a la China Suárez en Masterchef Celebrity: "Tatiana hay una sola" Qué significa el apodo "Tatiana" El término “Tatiana” se popularizó en redes sociales a partir de los dichos del influencer Martín Cirio, quien lo utilizó para referirse a la China Suárez -cuando anunció su noviazgo con Mauro Icardi- y a aquellas mujeres que se vinculan sexualmente con personas que están en pareja. "Es esa clase de persona que le gusta el macho ajeno. Mientras más comprometido, más casado, mejor. Pero siempre que la esposa sea amiga, no cualquier macho ajeno. Y después cuando la descubrís, la Tatiana se hace la boluda. Siempre te lo disfrazan", describió el streamer. Martin Cirio inventó el término "Tatiana" para hablar de mujeres que se vinculan con hombres en pareja. “Ser Tatiana”: una lectura desde la psicología Más allá del uso mediático del término y del universo del espectáculo, el debate abrió una pregunta de fondo sobre los vínculos y el deseo. En diálogo con Clarín, la psicóloga Jacqueline Orellana propuso correr el eje del juicio moral para pensar estas situaciones desde una lógica subjetiva. “Desde la psicología, este tipo de elecciones vinculares puede leerse más allá del juicio moral y pensarse en términos de lógica del deseo. Freud describe una estructura a la que denomina 'histeria', la cual se trata de una forma particular de posicionarse frente al deseo y al vínculo con el otro”. Según explica, en esta modalidad el interés no se dirige tanto a la persona en sí, sino al deseo que ese otro encarna: "No se trata simplemente de ‘querer a ese hombre’, sino de querer ocupar el lugar de aquello que él desea”. Según Orellana, el vínculo con alguien que ya está en pareja puede funcionar como una escena de validación personal. Foto: ilustación Shutterstock. Desde esta perspectiva, el vínculo con alguien que ya está en pareja puede funcionar como una escena de validación personal. “El interés por alguien que ya está en pareja puede funcionar como una escena donde se pone a prueba el propio valor: si ese hombre, que ya eligió a otra, me elige a mí, entonces quedo confirmada como deseable”. Sin embargo, la psicóloga advierte que esta forma de vincularse no tiene un género particular: "No es 'una forma femenina de ser', ni mucho menos. Es una posición subjetiva que también se encuentra en varones. La histeria no define a las mujeres, define una manera de vincularse con el deseo, independientemente del sexo o la identidad de quien la encarne". Por qué la condena social suele recaer sobre las mujeres Consultada sobre por qué, en estos casos, la condena social suele recaer mayormente sobre las mujeres, Orellana sostiene: “Socialmente, la condena suele recaer sobre la mujer porque siguen operando mandatos de género que las colocan como responsables del cuidado del vínculo y de la moral afectiva”. Y agrega: "A los varones, en cambio, se les ha otorgado históricamente mayor permisividad frente al deseo y la infidelidad, como si su falta de límites fuera algo esperable o inevitable". Según su mirada, la mujer suele ser ubicada en el lugar de la “tentación” o la “amenaza”, mientras se le quita la responsabilidad al hombre, aun cuando es él quien está en una relación y quien puede decidir poner un límite.
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