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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 18/12/2025 04:44
Aunque no se vea todo en la superficie, el peronismo permanece en estado de ebullición. Algunos movimientos políticos de los últimos días dan cuenta de que no hay una única línea de acción, que la elección 2027 ya se empezó a jugar y que la interna bonaerense no tiene fin y nadie puede asegurar que lo tendrá. La reunión de gobernadores de Fuerza Patria que tuvo lugar el martes en la casa de La Pampa en la Ciudad de Buenos Aires fue una jugada para mostrar que, de ahora en adelante, el bloque político de los que gobiernan funcionara con una sintonía mayor. Los mandatarios quieren jugar en conjunto y quieren tener más peso en la toma de decisiones del peronismo. Los gobernadores pelean por tener mayor influencia en el juego legislativo. Quieren que los temas que les importan, les preocupan y están en sus listas de prioridades, rompan la agenda ambacentrista. Agenda que ellos mismos consideran que tiene el sello de Cristina Kirchner y La Cámpora. Hay una intención clara de los mandatarios y de los legisladores que les responden de buscar que el foco político del peronismo se ponga en ellos y que se corra de la figura de la ex presidenta. “Cristina no tiene capacidad de poner candidatos, ni de ser ella la candidata. Está presa. Ya está”, fue la sentencia que uno de los gobernadores presentes hizo en una reunión previa a la del martes. Los gobernadores peronistas empezaron a tomar distancia de Cristina Kirchner (REUTERS/Alessia Maccioni) Así como Axel Kicillof tomó distancia de CFK y buscó lograr la mayor autonomía posible de su injerencia, el resto de los gobernadores de la coalición, muchos de ellos molestos por como funcionaron los bloques parlamentarios los últimos dos años, empezaron a jugar con más fuerza para desmarcarse de la ex presidenta. Además de Kicillof y el anfitrión pampeano Sergio Ziliotto, en la reunión estuvieron Gildo Insfrán (Formosa), Gustavo Melella (Tierra del Fuego), Ricardo Quintela (La Rioja) y Elías Suárez (Santiago del Estero). Los gobernadores quieren tomar las riendas del peronismo frente a la ausencia de un liderazgo nacional y la influencia, según algunos de ellos muy sobrevalorada, del cristinismo dentro de las decisiones del espacio político. En ese bloque de mandatarios sobresale la figura de Kicillof, el único lanzado a recorrer el camino hacia una candidatura presidencia. Quienes juegan junto a él ven que su rol dentro del esquema de gobernadores lo aleja del ruido en el mundo k y logra diluir la interna bonaerensd. Lo ven cómodo. El otro que suena para jugar por el premio mayor es Gerardo Zamora, que también estuvo en la reunión. El santiagueño cultiva el perfil bajo pero tiene en su cabeza la posibilidad de ser candidato en el 2027. El contexto y las circunstancias serán determinantes. Los que piensan dos años para adelante, se mueven de acuerdo esas hipótesis futuras. El sector referenciado en Cristina Kirchner construyó este año un dispositivo político con tres patas. El PJ Nacional, copado por dirigentes que mantienen su adhesión a la conducción política de la ex jefa de Estado: La Cámpora, como el esquema central del cristinismo puro y duro; y Primero la Patria, como un plataforma de convergencia entre dirigentes del interior y kirchneristas históricos que tiene en su ADN la búsqueda de amplitud. Esos movimientos no alcanzaron para contener a los gobernadores de Fuerza Patria ni para dar señales de verdadera amplitud luego de la derrota electoral del 2027. La foto en la casa de La Pampa es la primera señal contundente que dan los mandatarios tienen la decisión de jugar con más convicción en el armado del peronismo y en la disputa que aparece en cada uno de los tironeos de gestión con Javier Milei. La senadora tucumana Sandra Mendoza se acercó al gobernador Osvaldo Jaldo (Gobierno de Tucumán) Otra muestra de que las grietas internas se van expandiendo con el tiempo es la salida de la senadora tucumana Sandra Mendoza del bloque justicialista. Pasó al bloque Convicción Federal, donde compartirá espacio con Carolina Moisés, Fernando Rejal, Guillermo Andrada y Fernando Salino. En el bloque integrado por legisladores norteños aseguran que uno de los objetivos es “equilibrar la balanza del poder federal, garantizando que las provincias del norte tengan una voz unificada y firme en el debate presupuestario y productivo”. Así resaltaron la llegada de Mendoza, en otra señal de que los gobernadores quieren imponer su propia agenda. “Es prioridad absoluta la protección de las autonomías provinciales y los recursos de las provincias, ante el actual contexto de ajuste. Este espacio dedicado a defender el federalismo y los intereses estratégicos de las provincias frente a las políticas centralistas del Gobierno Nacional”, indicaron desde el bloque. Ese esquema de cinco senadores es parte de un interbloque con el bloque justicialista, que contiene a la mayoría de los senadores, y el bloque de los santiagueños. Mendoza tomó distancia de Manzur, su primer jefe político, y concretó un acercamiento al gobernador Osvaldo Jaldo. Ese movimiento tiene relación directa con su cambio de bloque y su independencia de la conducción K del esquema justicialista. “Sandra está en proceso de transformación. Pasando de Manzur a Jaldo”, se sinceró un dirigente del peronismo tucumano con larga trayectoria. El kirchnerismo concentra parte de su armado político en el PJ Nacional REUTERS/Tomas Cuesta La salida de los cuatro diputados catamarqueños del bloque de diputados peronista tuvo que ver con el enojo de Raúl Jalil por la falta de pragmatismo del kirchnerismo para entender la postura de los gobernadores. El catamarqueño es uno de los mandatarios opositores con mejor relación con la Casa Rosada. La ruptura de Jalil abrió una puerta que se entornó por un rato en las últimas semanas, pero que nadie cerró del todo. Hay cada vez más movimientos subterráneos en el peronismo que tienen que ver con el futuro más que con el pasado. Lo que viene. Lo que quieren. Los gobernadores respiran poder. Saben cómo y cuándo mover sus fichas en el ajedrez de la política nacional.
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