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» La Capital
Fecha: 17/12/2025 10:31
La iniciativa solidaria ya llega a cuatro instituciones y merenderos de los barrios más modestos de la ciudad. Y la idea es seguir creciendo "Hola Papá Noel. Mi nombre es Uma, tengo cinco años y mis deseos para esta Navidad son un hermanito y un monopatín o una muñequita", dice la cartita escrita con letras temblorosas y llenas de colores. El escrito es la punta del ovillo de la Misión Papá Noel, una iniciativa solidaria que esta Navidad permitirá que 350 niños y niñas que asisten a cuatro merenderos de la ciudad reciban sus regalos esta Navidad . Seguramente, el de Uma no será un hermanito, pero sí alguno de los juguetes. Misión Papá Noel es un proyecto que nació en el 2018 en la ciudad de San Nicolás y busca sumar personas, adultas y jóvenes, para que chicos y chicas de hasta diez años de barrios vulnerables puedan tener el regalo navideño que desean . Cinco años después, la iniciativa se replicó en Rosario de la mano de tres nicoleñas que llegaron a estudiar Ingeniería en Sistemas, Derecho y Ciencias Médicas. "Cuando estábamos en la secundaria conocimos la idea, participamos un año y, como nos movilizó mucho, pensamos que era una idea que no tenía que quedarse solo ahí y quisimos traerla a Rosario", cuenta Micaela Mastrovincenzo, quien junto a Agostina y Melina Camozzi recrean cada diciembre el ritual de cartas y regalos. El primer paso es contactar a los referentes de merenderos o instituciones barriales, visitarlos, compartir una merienda con los chicos y ayudarlos a que cada uno escriba el presente que le gustaría recibir para Navidad. Después, a través de redes sociales, lanzan la inscripción para que los adultos reciban, en forma aleatoria, cada una de las cartitas y preparen los regalos. Semanas antes de las fiestas se abren los locales donde se reciben los regalos y recién cuando se aseguran que cada niño tenga su presente vuelven a comunicarse con los referentes de las instituciones para que los retiren. El resto es una fiesta: alguien del barrio se disfraza de Papá Noel y reparte los paquetes. papanoel1 El taller de Navidad El espacio educativo Mucha Escuela, de Salta al 1300, es uno de los tantos lugares de la ciudad donde por estos días se acumulan las bolsas que contienen los regalos que recibirán los chicos. "Ellos también son socios solidarios de esta misión. Reciben los paquetes y nos prestan un espacio donde guardarlos", destaca Micaela, parada frente a una mesa que desborda de cajas y bolsas llenas de moños coloridos. No es el único lugar donde Misión Papá Noel tiene su base de operaciones. También están los bares Vrinda y Pausa y la sede de la inmobiliaria Re/Max Colonial. Cada uno de los paquetes lleva el nombre de un niño. A veces, también una carta que dice cosas como esta: "More: me enteré que este año te has portado muy bien, por eso te han tocado mis mejores regalos. Te aconsejo que los cuides mucho y que los compartas con tus amigos y amigas. Feliz Navidad. Jojojojo", dice un paquete envuelto con papel blanco lleno de capibaras navideños. Y hay otros menos convencionales: "Rodri: Muy feliz Navidad. Spiderman me dijo que necesita un compañero para ayudarlo a salvar el mundo y te eligió a vos porque sos lo más", cuenta otro paquete deliciosamente arreglado. Algunos tienen también dibujos de otros niños. A Micaela y Agostina les emociona recibir estas muestras de afecto. "Te das cuenta de que la gente arma los regalos como lo haría con un niño de su familia", dicen. Y también las inquieta cuando algún integrante de la misión no llega a tiempo con su presente. En esos casos, hay personas que se anotan como "Papa Noel de emergencia", son aquellos que en pocos días pueden cumplir con el deseo de un niño. A veces son las mismas organizadoras de la misión o sus familias y amigos. "Lo importante es que todos los chicos reciban algo", aseguran y cuentan que si bien actualmente pueden asegurar los regalos de 350 chicos y chicas, quieren seguir creciendo. Embed Ver esta publicación en Instagram Una publicación compartida por MISION ROSARIO (@misionpapanoel.rosario) En cuatro barrios Esta Navidad, la Misión Papá Noel llegará a cuatro Instituciones: el Hogar de Protección al Menor, de Echesortu, y los merenderos Corazón Solidario, de Nuevo Alberdi, Horas Felices, de Las Flores Este, y Sheikinah, de Tablada. Karen Luna está al frente de la institución barrial que, en hebreo, significa "morada" o "presencia divina". En plena pandemia de coronavirus, la mujer convirtió el comedor de su casa en un lugar a donde recibir a los vecinos y pasó de cocinar para su familia a hacerlo primero para 50, después para cien y ahora para 250 personas. "Eran días duros, la gente se enfermaba o perdía el trabajo porque hacía changas o tenía empleo en negro, así que no podía llevar la comida a su casa", recuerda. Así que empezaron preparando una merienda; actualmente, todos los martes, a las 20, reparten la cena, los miércoles a las 16 funciona el merendero, y el jueves es el día de la yogurtería, cuando se prepara chocolatada o yogur para todos los chicos. La institución se sostiene con las donaciones del Banco de Alimentos Rosario y con aportes de la provincia y del municipio. "Este año fue súper complicado -cuenta- porque cada vez viene más gente y con más necesidades. Por eso también sumamos un roperito para que puedan llevarse lo que les haga falta". Para la mujer, la propuesta de la Misión Papá Noel permite sacar un poco la cabeza de esa realidad. "Los chicos están super emocionados. Se tomaron en serio redactar sus cartas y todo el tiempo están preguntando cuándo vienen los regalos", explica. papa noel3 Juguetes y útiles escolares Las cartas de los chicos tienen un solo límite: no se pueden pedir celulares, tablets o dispositivos electrónicos por una cuestión de costos. Y siempre se pide a los chicos que pongan más de una opción. "A veces piden bicicletas y patines y hay personas que pueden comprarlos y otras que no", explica Micaela y apunta que las pelotas de fútbol son las más demandadas, también las muñecas o los autitos. Tampoco faltan en los listados algunos útiles escolares y también se pregunta a los chicos los talles de ropa y de calzado, en caso de que las personas que quieran puedan agregarlos a los regalos. "Hemos tenido casos en que nos han pedido el contacto de la familia del niño o la niña para seguir ayudándolos en otros momentos", apuntan las jóvenes. Porque, dicen, la solidaridad no sólo sucede en Navidad.
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