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» Elterritorio
Fecha: 17/12/2025 10:02
Brotes en jurisdicciones y muertes evitables vuelven a colocar a esta infección en el centro de la escena sanitaria. El rol clave de la prevención para proteger a los niños. miércoles 17 de diciembre de 2025 | 7:59hs. Coqueluche, tos quintosa, tos convulsa son los distintos nombres que recibe una misma enfermedad infectocontagiosa, prevenible con vacunas, que volvió a dar brotes en distintas jurisdicciones del país y ya acumula 846 casos confirmados en todo el país y siete fallecimientos, todos ellos niños menores de 2 años. Provincia de Buenos Aires, Tierra del Fuego, Ciudad Autónoma de Buenos Aires y Córdoba concentran la mayoría de los casos, aunque se detectaron en 21 jurisdicciones, entre ellas Misiones (dos). La suba considerable en comparación con el año pasado cuando hubo 163 casos está relacionado con la baja en las tasas de vacunación que afecta no sólo a la Argentina sino que se da a nivel global. En este contexto, El Territorio habló al respecto con la infectóloga pediátrica Liliana Arce, quien hizo hincapié en la importancia de los esquemas de vacunación para evitar casos graves. Se refirió además a la transmisión y a los síntomas. “Está provocada por la bacteria Bordetella pertussi y es una enfermedad que al principio tiene una congestión, como cualquier otro resfrío, después se empieza con una tos que realmente altera la calidad de vida al niño, de noche, de día, no lo deja comer, se produce en quinta, es decir, una tos tras otra y generalmente culmina cuando hay un reprise (repetición) en la espiración y la salida de un moco muy filante”, explicó la profesional. Al igual que el sarampión es altamente contagiosa y cada paciente enfermo tiene la capacidad de hacer entre 16 y 18 transmisiones a los contactos directos a través de las gotas de saliva que se desprenden al estornudar, toser y hablar. Es una enfermedad que afecta sobre todo a lactantes y menores de un año y puede llevar a complicaciones neurológicas como encefalitis y hasta insuficiencia respiratoria. “Por ejemplo, un lactante, un niño menor de tres meses va a tener apnea, es decir, pausa respiratoria, va a tener un cuadro de distrés respiratorio, mucha dificultad para respirar y son los más propensos a hacer estas complicaciones”, explicó. “También hay complicaciones pulmonares, como hipertensión pulmonar, que es muy grave en el niño y puede llevar a una falla cardíaca, puede llevar a la asistencia respiratoria mecánica. Puede haber neumonías secundarias por otro agente infeccioso”, agregó. La herramienta más eficaz La coqueluche es de las enfermedades prevenibles con vacuna: la quíntuple-séxtuple está presente en el Calendario Nacional de Vacunación. Estipula aplicaciones a los 2, 4, 6 meses de vida; refuerzo entre los 15 y 18 meses y otro a los 5 años. Desde 2009 se inició la vacunación a los 11 años con otra dosis de refuerzo con el objeto de disminuir los reservorios en adolescentes. En el 2012 se recomendó la vacunación para embarazadas a partir de la semana 20 de gestación y se incorporó esta indicación al Calendario Nacional de Vacunación al año siguiente. Las recomendaciones actuales de vacunación contra tos convulsa durante el embarazo es vacunar con dTpa (triple bacteriana acelular) luego de la semana 20 de gestación, en cada embarazo, independientemente de la edad, antecedente de vacunación con dTpa u otras vacunas con componente antitetánico y del tiempo transcurrido desde el embarazo anterior. “Eso es muy importante ya que cuando vacunamos a la embarazada estamos tratando de hacer una protección de ese niño menor de seis meses que no tiene todas las dosis que necesita y si se llega a contagiar de coqueluche no va a hacer formas graves. Por eso la importancia de que en todos los embarazos la mamá debe vacunarse a partir de las 20 semanas”, remarcó Arce. En esa misma línea, agregó: “La que más floja está en cobertura de vacunas es la de los 5 años, la de ingreso escolar, generalmente antes se hacían en la escuela, y es lo que estamos viendo los infectólogos que sería ideal volver a vacunar en las escuelas para que las coberturas sean mayores”. Dado que los siete pacientes fallecidos en lo que va del año son niños que no llegaban a los 2 años, la infectóloga volvió a insistir en que la inmunización es la herramienta fundamental para evitar los cuadros graves de la enfermedad y las transmisiones. Eso está indicando que si tenemos vacuna vamos a evitar la enfermedad o vamos a hacer formas leves y vamos a evitar también, al tener coberturas altas, que la enfermedad se transmita. “La cobertura de vacunas bajas está indicando la posibilidad de brotes de esta enfermedad”, dijo. Recomendó frente a estas enfermedades respiratorias ventilar los espacios, lavarse las manos con frecuencia y el uso del barbijo, sobre todo en lugares cerrados y centros de salud. En cifras 7 En lo que va del año ya se produjeron siete fallecimientos por coqueluche en el país, en todos los casos los niños eran menores de 2 años.
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