17/12/2025 08:25
17/12/2025 08:24
17/12/2025 08:23
17/12/2025 08:22
17/12/2025 08:22
17/12/2025 08:22
17/12/2025 08:22
17/12/2025 08:22
17/12/2025 08:22
17/12/2025 08:22
» Clarin
Fecha: 17/12/2025 06:35
Esta vez no están con su camiseta celeste, pantalón blanco y medias rojas. El color de la vestimenta es optativo, excepto por la remera, roja de un lado y blanca del otro porque es reversible. Y la gorra, colorada y obligatoria porque la temperatura roza los 40 grados. El club San Patricio fue sede de una clínica de rugby infantil que dieron en el país representantes del Stade Toulousain de Francia, el campeón más poderoso de Europa, que busca divulgar su filosofía de placer y creatividad en el deporte. Tuvo lugar el pasado 5, 6 y 7 de diciembre, a la vera de la calle Caamaño, donde se instalaron decenas de comercios, cabinas de seguridad municipales y el club que, según su presidente, Guillermo Llousas, tiene como lema "un club, una familia". Agustín Lauzurica, "hijo pródigo de la casa", según el mandamás de "Sanpa", reforzó esa idea al sentenciar: "Este club es mi familia". Para la actual gestión del club, si los vínculos internos son fuertes, los resultados deportivos, tarde o temprano, llegarán. Para Llousas, tener al Stade Toulousain en San Patricio, "es un orgullo" Pero esa idea no es solamente de dos hombres en la historia de una institución fundada hace poco más de medio siglo. Le ocurre a las nuevas generaciones, que logran, en algunos casos, "sentirse parte de algo" al sumarse a las filas de las diferentes categorías. Entre ellas, las que participaron de la clínica que tuvo como regla algo que más bien pareció una enseñanza: "El que llega último, baila". "El que llega último, baila": la clínica de rugby infantil que juntó en Pilar al campeón más poderoso de Europa con un club argentino que prioriza la formación y la inclusión Bajo las altas temperaturas, desde temprano a la mañana hasta entrada la tarde, los chicos estuvieron bajo las órdenes y las miradas de Lauzurica y la leyenda del rugby francés Émile Ntamack. Con atinada frecuencia bajaba la órden de ir a tomar agua. Eso sí, para regresar, los "profes" comenzaban a marcar un ritmo con sus palmas, señal que indicaba que era momento de volver a juntarse para el próximo ejercicio. Quien llegue último, debe bailar ante sus compañeros. Respetar reglas, consignas, la autoridad, respeto al compañero, pero sobre todo, carcajadas amistosas al ver como el "castigado" cumplía la prenda con alegría y ritmo. Las palabras "apoyo" y las expresiones de aliento fueron la marca registrada de las jornadas, mucho más que cuestiones tácticas e ideas de ganar o soportar los golpes. Ayudar al compañero. La metodología y filosofía del Stade Toulousain está vinculadas, le dijo Ntamack a Clarín en el placer, la diversión y la creatividad. "La clínica es llevarles las ganas de seguir practicando este deporte", aseguró. Ntamack fue figura del seleccionado francés de rugby en la década del '90. Semifinalista en el Mundial de Sudáfrica 1995, marcado por la irrupción política, deportiva y social de Nelson Mandela, el nacido en Lyon hace 55 años se divierte con los chicos y se tienta con las parrillas prendidas dentro del club. Le dijo a Clarín que el objetivo de las clínicas no es reclutar jóvenes talentos, sino mostrarles que pueden llegar adonde llegó él. "Nosotros cuando éramos chicos teníamos los mismos sueños que tienen hoy ellos. A lo mejor son futuros Pumas", se ilusionó sin perder de vista que "el secreto de la filosofía y metodología que buscan difundir es "es encontrar un contexto de formación donde hay placer y donde el jugador puede disfrutar". Lolo, uno de los chicos que participaron y que cada fin de semana representa a San Patricio en amistosos contra otros clubes, calificó a la experiencia de "fenomenal". "Aprendimos muchísimo y lo que más me gustó fue cuando nos firmaron la gorra y la camiseta y jugar en equipo, que es lo más importante". A su club, Lolo, también lo definió como una "familia". Manu, que también integra la M10 (categoría para menores de 10 años) calificó a la clínica "con un 10 de 10 y buena onda". Para Octavio, "los conceptos" que les enseñaron resultaron "bastante interesantes". El cansancio a los chicos no los frenó en todo el fin de semana. Tras largas jornadas de entrenamiento, cayendo la tarde preguntaban sorprendidos si ya se tenían que ir o se podían quedar jugando al rugby un rato más. "Son grosos, eh", advirtió sobre Ntamack y Lauzurica para luego recordar que le gustó y lo cautivó haber aprendido el "haka" que le enseñaron. Un ritual que realizaron en ronda junto con sus instructores ocasionales que llegaron desde Francia. Video "El que llega último, baila": la clínica de rugby infantil que juntó en Pilar al campeón más poderoso de Europa con un club argentino que prioriza la formación y la inclusión Lo practicaron, lo cantaron, lo aprendieron paso por paso, expresión por expresión y cada vez más rápido. Por lo general, al término de cada jornada, pero siempre, con un aplauso final para felicitarse entre sí. "Todo el deporte te acoge, te invita a ser parte de algo. Lo que tiene el rugby es que vos podes ser importante y no importa sin tenes dificultades físicas. Sos chiquito, podes jugar; sos grande, podes jugar; sos lento, podes jugar; sos rápido, podes jugar", le dijo a Clarín Lauzurica, formado como rugbier y como persona, según sus palabras, por su historia personal. Y agregó: "A este deporte, con un poco de sentimiento, ya sos parte de un equipo y sos importante. Con actitud podes jugar. Podes jugar con un buen corazón y querer a tus compañeros". "Este club es mi familia", dijo y la voz se le entrecortó, tal como se le dibuja una sonrisa cuando explica por qué disfruta de trabajar con chicos. "Conectar con los más chicos está buenísimo. Me divierte jugar y estar conectado con ellos en los entrenamientos, no solamente tirar una pelota", añadió. "El que llega último, baila": la clínica de rugby infantil que juntó en Pilar al campeón más poderoso de Europa con un club argentino que prioriza la formación y la inclusión Posaron para las fotos, recibieron a chicos de otros clubes que quisieron participar y terminaron el año rugbístico como ninguno de ellos lo imaginó en febrero cuando el arduo año de entrenamientos y partidos tuvo su patada inicial. En el "ingoal" de 2025, ese que buscan con la pelota bajo el brazo esquivando tackles, y aprendieron de quienes recibieron del otro lado del Atlántico a figuras argentinas como Juan Cruz Mallía o Santiago Chocobares, Pumas que son otra muestra para los chicos que además de un try también buscan llegar a sus sueños. El segundo, durante una sesión de video, se comunicó con los chicos por videollamada. Los chicos festejaron el contacto con otro hijo pródigo del club como más de una festejaron un try durante un partido de la primera división. "Los grandes" a quien cada semana se quieren quedar a ver.
Ver noticia original