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» Clarin
Fecha: 17/12/2025 06:34
El 10 de mayo marcó un antes y después para la familia Bottoni. Durante la final del campeonato nacional de natación en el Parque Roca, Matías Bottoni, nadador de 17 años, sufrió un accidente: se fracturó la sexta vértebra cervical al chocar con otro competidor que cruzó su carril mientras él practicaba una partida. Una maniobra que estaba prohibida. Hoy, Matías está en silla de ruedas. No puede mover el cuerpo de la cintura para abajo y atraviesa un largo proceso de recuperación en el Centro Integral de Rehabilitación Aprepa, en San Jerónimo Sud, Santa Fe. Cada día es una lucha constante. Su papá Luciano viajó solo a Barcelona, España, en busca de una nueva oportunidad que le permita a su hijo seguir avanzando. Allá lo esperan dos centros de rehabilitación de primer nivel y una ilusión a la que la familia se aferra con fuerza y esperanza para que Matías pueda volver a caminar. “La idea no es mudarnos y vivir en España sino llevarlo a Mati a rehabilitar. Probablemente, en cinco o seis meses avance lo que acá llevaría años”, dice esperanzado Luciano Bottoni. Desde hace siete meses, nada volvió a ser igual para los Bottoni. Luciano y Valeria, los papás de Matías, son odontólogos pero tuvieron que dejar de trabajar. Su energía está puesta en acompañar a su hijo en todo momento. Una vez que Luciano obtenga el permiso correspondiente, pedirá un recurso llamado agrupación familiar para radicarse en España. Quiere llevar a toda su familia y que estén juntos. Foto: Sebastián Granata. Al principio, el panorama era devastador. Los médicos dijeron que Matías iba a quedar cuadripléjico. Así dice su certificado de discapacidad. Con el paso de los meses, llegaron pequeños avances. Matías recuperó de a poco la movilidad de los brazos y el torso. Sin embargo, todavía depende de una sonda para ir al baño. Este fin de semana sufrieron otro golpe. Una ecografía mostró un cálculo en la vejiga y, en los próximos días, el joven deberá ser operado. Un obstáculo más en el camino de esta familia rosarina. Dos centros de rehabilitación en estudio “El fisiatra de Matías nos comentó que en España había un hospital muy avanzado que se llama Hospital Nacional de Parapléjicos en Toledo, cerca de Madrid. Es un centro muy importante. Nos dijeron que si teníamos la posibilidad de ir, no la desaprovechemos porque es muy bueno ”, cuenta su papá, que ya se encuentra en España para comenzar con los trámites de residencia. Luciano y sus hijos tienen ciudadanía italiana. Una vez que obtenga el permiso correspondiente, pedirá un recurso llamado agrupación familiar. Quiere llevar a toda su familia y que estén juntos, porque siente que a esta pelea solo la ganan unidos. “Me voy a ir hasta el Hospital Nacional de Parapléjicos en Toledo y el Instituto de Salud Cerebral y Neurorrehabilitación Guttmann en Barcelona, que ya mandamos mail para ver cómo es cada uno, que te ofrecen y los costos”, explica Luciano. Y agrega: “También tengo que ver algún lugar para alquilar allá, porque en el baño necesitamos que entre una silla de ruedas. Cuando vuelva con esa información, nos organizaremos y nos iremos los cuatro para allá”. Luciano Bottoni pasará la fiestas solo. Moverá cielo y tierra para elegir el mejor de los dos centros donde su hijo pueda seguir con la recuperación. Matías cumplirá 18 años el próximo 8 de febrero, y no hay mejor manera de celebrarlo que en España, con la tranquilidad de saber que se está haciendo todo lo posible para que el nadador pueda recuperar su vida. Los médicos que atienden a Matías coinciden en que lo mejor es continuar la rehabilitación en España. “Nos dijeron que no lo dudemos, porque son de los mejores en el mundo. Hay muchísima tecnología aplicada a la rehabilitación que acá no existe. Mucha robótica y equipos de avanzada con realidad virtual”, cuenta su papá. El Hospital Nacional de Parapléjicos en Toledo tiene más de 50 años de experiencia en lesiones medulares. Es reconocido por aplicar terapias robóticas de última generación, a través de tres sistemas de entrenamiento Lokomat: dos para adultos y uno para niños. “Estos dispositivos son exoesqueletos que ayudan a simular una marcha normal en pacientes que no pueden caminar, estimulando el cerebro y los músculos a través de repeticiones constantes”, declaró a un medio español la directora médica del hospital, Mónica Alcobendas. Una campaña solidaria Mientras tanto, en Aprepa le informaron a la familia que en unos dos meses Matías podría estar en condiciones de volver a su casa. Eso implica otro desafío; adaptar la vivienda, ampliar el baño y modificar los accesos. Todo para que el nadador pueda moverse con la silla de ruedas. Para poder afrontar los gastos en España, la familia lanzó una campaña solidaria bajo el lema #TodosporMati. “Son dos cosas que él necesita pero, primordialmente, la rehabilitación es lo primero”, dice su papá. Para poder afrontar los gastos en España, la familia lanzó una campaña solidaria bajo el lema #TodosporMati. Venden gorros de natación a $20.000 y también reciben colaboraciones a través del alias lucianomartinbottoni. "Se agradece un montón porque hace todo un poco más fácil, más llevadero. Es lindo recibir ese cariño. Y el mensaje que le puedo dejar a la gente es que no hay que dejar lo que puedas hacer hoy para mañana. No sabes si al otro día te va a pasar algo y te vas a morir", dijo Matías Bottoni a Clarín. Los Bottoni enfrentan el desafío de sus vidas. Una familia que no se rinde, que resiste a pesar de todo. Y un joven de 17 años que sigue luchando por volver a ponerse de pie.
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