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» Diario Cordoba
Fecha: 17/12/2025 06:26
Un escenario bélico en el que pueden intervenir a la vez 3.000 participantes de naciones diversas, aviones, plataformas marinas, radares, vehículos terrestres, baterías antiaéreas… todo regido por conexiones informáticas; y esa red cibernética convertida en punto clave, primer objetivo del adversario y primera línea de defensa propia. Se llama Cyber Range Clasificado y es un campo de maniobras del dominio cibernético, un territorio virtual en el que todo lo que ocurre tiene consecuencias en la realidad cinética y material de la guerra. En España está en desarrollo ese campo de entrenamiento para los llamados “ciberguerreros”, los combatientes en el campo de batalla, así como para oficiales sin esa especialidad pero que integran una cadena de mando que ha de verse muy afectada por los ciberataques. En esa cadena de mando, también los políticos. El ciberespacio, ese territorio humano que la OTAN declaró en 2016 como quinto dominio militar, influye en todas las demás áreas de la defensa: tierra, mar, aire y cosmos. Con la red informática bloqueada no funcionan armas, infraestructuras, comunicaciones de un ejército… “Es un dominio cada vez más presente en todos los dominios” explica el ingeniero de Telecomunicaciones Luis José García de la Iglesia. Este experto es el director del mercado de Ciberdefensa de Indra. La compañía española ha creado el Cyber Range Clasificado, que internamente llaman HyCob. Las siglas corresponden a la denominación “Hybrid Cyber Operations BattleLab”. En todos los ejércitos de la OTAN hay ya mandos de ciberdefensa, como en el español, pero no ampos de maniobras. HyCob es la primera plataforma de adiestramiento para la ciberguerra total y está pensada para asentarse en el Mando Conjunto del Ciberespacio, en la base militar madrileña de Retamares. Zona de guerra… gris No se desarrolla esta novedad en un momento cualquiera. Tiene dicho el jefe del Estado Mayor del Aire, general Francisco Braco, que esta es una etapa confusa en la que “no estamos en guerra, pero tampoco en paz”. La nueva herramienta nace para adiestrar a militares en la zona gris, que es, como dice el ingeniero Santiago Urbano, “un campo, la guerra híbrida, en la que nunca se ha declarado la guerra entre estados, pero están ahí las acciones. En el ciberespacio, los golpes resultan muy difíciles de atribuir”. Urbano es el director de producto HyCob, para el que Indra ha contado con alianzas y colaboradores entre empresas y startups españolas. “Solo españolas, de hecho, por lo delicado de esta materia”, abunda. Es cuestión de soberanía estratégica. Pero el uso puede ser multinacional: "Estamos ofreciendo a la OTAN una capacidad que utilizará toda la alianza y países de la alianza", propone García de la Iglesia. Hasta ahora firmas privadas han ido desarrollando tecnologías para entrenar áreas concrets, como la informática forense o el hacking, pero esos intentos no cubren la necesidad actual en la OTAN. "El objetivo dictado por la aianza era conducir operaciones en el ciberespacio en 2030", recuerda Urbano. Un operador de Indra con pantallas del Cyber Range desarrollado por la compañía / Indra Group Para edificar este campo de ciberoperaciones, los ingenieros de su equipo han tomado nota de todo tipo de episodios de ciberataque de grupos conocidos y no tan conocidos, “acciones de grupos criminales que nos sirven como base para planear cómo sería una operación mililtar contra ellos”, explica. Es información que ha llegado al proyecto como fruto de una colaboración público-privada. En la creación de este campo de maniobras virtual, que trata de reproducir la guerra ciber (o sintética) y la guerra material (o cinética) al máximo de exactitud, han participado, en un esfuerzo multidisciplinar, ingenieros civiles, militares retirados y militares en activo que aportan sus experiencias. Esos militares son los miembros de la unidad de más reciente creación de las Fuerzas Armadas, cuyos soldados, sin embargo, “están en guerra desde el momento de su fundación”, como recordó el jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), almirante Teodoro Esteban López Calderón, en la clausura de las recientes jornadas STIC convocadas por el CNI y el Mando Conjunto de Ciberdefensa en Madrid. Defender y atacar “Entre los países con capacidades de ciberdefensa, España está en cabeza en doctrina y en capacidades”, asegura García de la Iglesia. Europa cuenta con un Centro de Ciberconsciencia Situacional, pero en el territorio OTAN no existe un simulador de misiones multidominio de estas características. Pantalla del Mando Conjunto de Ciberdefensa con los ataques registrados en un día de febrero de 2021 / EMAD Una unidad militar en acción, en una ofensiva o parando un ataque, dependerá de la información que le proporcionen sus radios de software, sus radares, los sensores de los drones, los pelotones de observación… pero, si un ciberataque deja ciega a la unidad, sin comunicaciones ni señales, “el alto mando debe saber valorar si merece la pena seguir adelante o abortar la operación”, explica el ejecutivo de Indra. Es otra necesidad clave que trata de solucionar el Cyber Range Clasificado para un escenario sin cañonazos, sin alambradas ni bombardeos, pero en el que todo eso se contempla. También la prevención de trampas que pueda poner un ocasional enemigo. Urbano explica un ejemplo de ejercicio con el simulador: “Un caza Eurofighter se dirige a un radar como su objetivo, pero un cibercomando descubre que ese radar al que se dirige no es en realidad un radar, sino una trampa, una batería de defensa antiaérea que pondrá en problemas muy serios al Eurofighter. El cibercomando ha hecho inteligencia, ha desenmascarado al engaño y se puede ordenar al caza dar la vuelta…” Pero no solo se trata de defender. Los dos ingenieros implicados en el proyecto explican a este diario que su plataforma puede albergar operaciones de ataque contra infraestructuras críticas del adversario, los llamados “activos no militares”, como en la realidad se ha visto en la guerra de Ucrania. "No es prepararse solo para defender, también para responder. Siendo una plataforma para las Fuerzas Armadas, debe estar preparada para probar las armas que tengan.", explica Urbano. Todo puede empezar con el hallazgo de una vulnerabilidad en un sistema, una pequeña ventana por la que penetrar en la red… pero, dependiendo de la potencia de un ciberataque generalizado, en una guerra ya se puede contemplar como posible lo masivo, un “ciber-Hiroshima”, concepto que manejaban por los expertos al comienzo de la actual fase de la invasión rusa. O sea, un ataque informático tan amplio que bloquee totalmente una ciudad, una división militar, o todo un Estado rival. Entre los Planes Especiales de Modernización (PEM) de Defensa, el Gobierno tiene planeado un presupuesto techado en 57,8 millones de euros para Cyber Range. Además, Defensa adopta una posición proactiva desde que, en septiembre de 2024, en una reunión del Comité Ciber de la OTAN, el comandante del Mando Conjunto del Ciberespacio, el vicealmirante Javier Roca, postuló a España como candidata a país anfitrión del campo virtual de maniobras de la Alianza Atlántica.
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