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Concordia » Despertar Entrerriano
Fecha: 17/12/2025 05:44
En esta edición N°101 de Conociendo a distintas empresas de concordia, Despertar Entrerriano charló con Laura Moix, dueña y creadora de Multimpresos, quien nos compartió sus inicios: desde una fotocopiadora en una casa hasta convertirse en un espacio versátil, dinámico y querido por estudiantes, docentes y familias que buscan productos personalizados. El local se encuentra ubicado actualmente en Las Heras 328, local n°1. ¿Cómo y cuándo nació la historia de este negocio? “Nosotros arrancamos en el 2010. Teníamos un local allá por Hipólito Yrigoyen, era una sociedad y funcionó más o menos unos seis años. Después la sociedad se disolvió y yo me fui a mi casa a trabajar en forma online. Estuve unos seis años así, atendiendo desde mi domicilio. Durante ese tiempo, mucha gente conocida me pedía que volviera a abrir porque les gustaba cómo trabajábamos: el servicio, el precio, la calidad, la atención. Eso siempre tratamos de mantenerlo. Y hace tres o cuatro años decidimos abrir acá de nuevo. De a poco, porque somos una PyME familiar. Estamos tratando de hacernos otra vez, de que la gente recuerde que empezamos en el 2010 y que el servicio sigue siendo el mismo: buen precio, buena calidad y buena atención. Eso es fundamental para nosotros”. ¿Por qué se llama Multimpresos? “Porque hacemos de todo. Nuestro fuerte son las fotocopias y las impresiones con anillados y plastificados, pero también personalizamos muchísimas cosas: sublimación, grabado láser, productos para cumpleaños, agendas, libritos… es muy amplio. Y la idea es seguir creciendo, incorporar más cosas, como impresión de planos en el futuro. Por eso elegimos Multimpresos, porque queríamos un nombre que representara esa variedad y esa posibilidad de seguir ampliándonos. Es un popurrí de todo lo que se puede imprimir y personalizar. Y cuando alguien viene con una propuesta nueva, tratamos de hacerla dentro de lo que está a nuestro alcance”. ¿Qué productos ofrecen o se pueden encontrar en Multimpresos? “Nuestro punto principal siempre fueron las fotocopias y las impresiones. Atendemos a estudiantes, escuelas, profesorados, universidades… gracias a Dios, cada año se van sumando más instituciones. Pero cuando baja un poquito esa “espuma” de lo escolar, también trabajamos con agendas, cuadritos, termos personalizados —que se pueden personalizar con nombre, así los chicos no los pierden— jarros térmicos, productos para cumpleaños, anotadores, libritos para pintar, un poco de todo”. Comentó Laura ¿Cuál fue el mayor desafío que enfrentaste en estos años? “El mayor desafío fue cuando se terminó la sociedad y tuve que empezar de cero en mi domicilio. Arrancamos con souvenirs, tarjetitas, cosas para cumpleaños, porque era lo que podíamos hacer. Y después, gracias a que la gente nos conocía del otro local, nos pedían que reabriéramos. Nos animamos, pero fue durísimo: somos una pyme y cuesta mucho invertir en publicidad para que la gente recuerde que estamos. Nuestro anhelo es que se sume más gente y que vuelvan quienes nos conocían antes”. ¿Cómo impactaron los avances tecnológicos en el rubro? “Muchísimo. Hoy todo es más dinámico. Antes la gente iba al local, encargaba, volvía a la tarde o se hacía en el momento. Ahora la mayoría de las cosas se encargan por WhatsApp: la persona manda lo que necesita, nosotros lo armamos y después pasan a retirarlo. Eso agiliza un montón y evita que tengan que ir y venir. Lo que a veces cuesta es que entiendan cuándo hay que hacer diseño o armado de archivo, porque esa parte lleva más tiempo. Después, las máquinas cambiaron una barbaridad: el escáner es rapidísimo, podés hacer fotocopias sin ir hoja por hoja, todo es más eficiente. La tecnología, en general, avanzó y nos ayudó mucho”. ¿Cómo lograron mantener la fidelidad de sus clientes? “Siempre intentamos dar una atención personalizada, interesarnos en lo que cada uno quiere, en los detalles: si lo quieren cortado, que salga cortado; si quieren un nombre, que esté perfecto. También cuidamos mucho los precios: buscamos que el costo sea bueno tanto para docentes como para cualquier persona. Y lo principal es la calidad. No nos gusta que una copia salga borrosa o clarita, ni que la impresión color salga rayada. Queremos que todo salga lindo. Desde siempre nuestro eslogan fue: buen precio, calidad y atención. Eso es lo que hace que la gente vuelva”. ¿Notaste cambios en los hábitos de consumo con el tiempo? “Sí, un montón. En la parte de cumpleaños, por ejemplo, antes se usaban pocos personajes. Hoy hay miles. A veces me piden uno que ni conozco. Y es porque la tecnología amplió muchísimo el contenido al que acceden los chicos. Entonces, a la hora de hacer libritos, anotadores o todo lo que se personaliza, la variedad es enorme. Ese cambio fue muy marcado”. ¿Cómo describirías en pocas palabras lo que significa para vos tu PyME? “Para mí es todo. Todos los días pienso en el negocio, en qué puedo hacer de nuevo, en cómo llegar a la gente. Trato de crecer en lo que les gusta a ellos y también en lo que me gusta a mí. Por eso digo que es un sentimiento: lo construí desde abajo, con esfuerzo, después de que se disolvió la sociedad que tenía. Fue paso a paso… empezamos con una fotocopiadora y una impresora en mi casa, y de a poco sumamos cosas hasta poder abrir de nuevo. Fue un sacrificio enorme, pero nos impulsó la gente, porque seguían viniendo a casa, nos pedían que volviéramos a abrir, nos reconocían. Eso fue lo que nos dio fuerza”. Te invitamos a ver lo más destacado de la entrevista a través de los reels en redes sociales, buscános como @Despertarentrerriano.
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