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Parana » Plazaweb
Fecha: 17/12/2025 01:09
Profesionales de la salud, principalmente del sector de enfermería, continúan visibilizando su reclamo en distintos puntos de Entre Ríos. Desde hace varios meses se realizan manifestaciones en hospitales y localidades de la provincia para exigir mejoras salariales y condiciones laborales dignas. En ese marco, este miércoles a las 8 de la mañana se llevará a cabo un nuevo reclamo en el Hospital Centenario de Gualeguaychú, mediante un abrazo simbólico a la institución. La medida forma parte de un plan de lucha sostenido por enfermeros y enfermeras autoconvocados de alrededor de 15 departamentos de la provincia. Precarización laboral y salarios por debajo de la canasta básica En diálogo con Cosas que pasan en Radio Plaza, Lucía Almada, enfermera del Hospital Centenario e integrante del colectivo autoconvocado, describió la situación que atraviesa el sector. “El Estado tiene una deuda histórica con el sistema de salud y más con enfermería”, afirmó, y explicó que en la provincia abundan los contratos precarios, suplencias prolongadas y trabajadores bajo la modalidad de monotributo, implementada durante la pandemia y nunca regularizada. “En mi caso, soy enfermera en suplencia de cargo vacante. Hay compañeros que trabajan como monotributistas y hacen 16 o 18 guardias por la mitad del sueldo”, detalló. Según explicó, el salario básico ronda los 267 mil pesos y, aun sumando adicionales, los ingresos no alcanzan la canasta básica. “Estoy percibiendo 960 mil pesos y seguimos estando por debajo”, sostuvo. Las jornadas laborales suelen ser de 40 horas semanales, con guardias rotativas de ocho horas. Sin embargo, la mayoría de los enfermeros se ve obligada al pluriempleo, trabajando en sanatorios, domicilios u otras actividades, lo que genera agotamiento extremo y afecta la calidad de vida y la atención a los pacientes. Almada señaló que el colectivo ya se movilizó en noviembre y diciembre, presentó petitorios y solicitó reuniones con autoridades provinciales. Incluso recordó que entregaron un reclamo al ministro Blanzaco durante una visita oficial, aunque hasta el momento no hubo respuestas concretas. “Tenemos silencio del Estado y no queremos que se siga dilatando esta situación”, remarcó. También cuestionó la falta de acción gremial. “Sentimos que el gremio no nos representa”, afirmó, aunque reconoció que legalmente es el sindicato quien negocia paritarias. En ese sentido, reclamó la reapertura urgente de las negociaciones salariales y rechazó la propuesta de bonos: “Basta de arreglarnos con bonitos”. Vocación, desgaste y vida cotidiana La enfermera explicó que el reclamo no desconoce la vocación profesional, pero advierte que sin salarios dignos esa vocación se transforma en explotación. “La vocación sin salario digno es explotación”, expresó, y señaló que el cansancio físico y emocional es cada vez mayor. “Hay estudios que indican que uno de cada tres enfermeros sufre síndrome de burnout”, indicó. Además, relató el impacto en la vida familiar: extensas jornadas, poco tiempo con los hijos y una rutina marcada por el trabajo y el descanso mínimo. “Somos una visita en nuestra propia casa, trabajamos hasta 16 horas para poder vivir”, describió. Reclamos estructurales y continuidad de la lucha Entre los principales pedidos, el sector exige pases a planta permanentes, concursos transparentes y el reconocimiento de la formación profesional. Almada remarcó que muchos enfermeros invierten tiempo y dinero en especializaciones que luego no se reflejan ni en el salario ni en las oportunidades laborales. Sobre el futuro del conflicto, adelantó que, de no haber respuestas, continuarán las medidas. “Antes de que se abran las paritarias en febrero vamos a volver a marchar. Vamos a agotar todas las alternativas”, aseguró, aclarando que no realizan paros para no afectar la atención a los pacientes. Finalmente, también expresó preocupación por la modificación de la Ley 9.892, que regula la carrera profesional asistencial sanitaria. Si bien consideró necesaria una actualización, reclamó que se contemple la reducción de la jornada laboral a seis horas. “Estar más descansados implica brindar mejor atención y también cuidar nuestra salud”, concluyó.
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