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» La Capital
Fecha: 16/12/2025 21:21
Con un emotivo acto hijos, madres, esposas, maridos y allegados se juntaron en la explanada del Monumento a la Bandera para hacer sentir su reclamo Un corazón sobre otro. Cada uno con su número. Fondo blanco y el marcador negro que trazaba cada historia. Con una movilización en “espejo” con La Plata , los familiares de víctimas del fentanilo contaminado en Rosario volvieron a reclamar justicia, en una causa que tiene confirmadas 124 muertes en todo el país . La explanada del Monumento a la Bandera se llenó de abrazos, emoción y lágrimas, en una jornada emotiva y que crece a medida que pasa el tiempo. Vanesa y Carla hablaron con los medios y hasta se reunieron con el intendente Javkin. Era un agosto frío y si bien los casos habían aparecido en Buenos Aires, en Rosario comenzaban a tener visibilidad a partir del empuje de las familias. E ste martes, fueron más de cien personas que con remeras blancas, fotos gigantes, cuadros y carteles llegaron al Monumento para reclamar justicia y poder escuchar a los funcionarios nacionales, que se ausentaron dos veces del llamado el Congreso de la Nación. Un pequeño escenario y una pantalla atraía a los partícipes. De un lado una especie de estante con 124 corazones blancos con números en letras negras. Abajo se escucha: “Somos las mujeres de corazones blancos” . A pesar de que entre el público había niños, adolescentes, adultos y hasta personas mayores, una característica de este movimiento es el impulso de las mujeres que alzaron la vos desde el principio, dieron la cara en las sesiones del congreso y se subieron a las tablas para conducir este acto. > Leer más: Fentanilo contaminado: las historias de tres familias que luchan por conocer la verdad Un cielo despejado y un sol presente iluminaron el acto. Cada familia ayudaba en algo: algunos inflaban globos, otros acomodaban, otros se encargaban de coordinar el sonido y los videos. Mientras tanto, muchos se presentaban por primera vez luego de tanto hablar por los grupos de WhatsApp. “Estamos como se puede”, dice un familiar que es la primera vez que participa. Y Hasta hubo tiempo para que algunos presenten hagan consultas y se interioricen sobre el fentanilo contaminado y las bacterias Klebsiella y Ralstonia, que provocaron las muertes de quienes fueron inyectados con el opioide adulterado. “Son 124 víctimas que oficializó el juez Ernesto Kreplak (que lleva adelante la investigación en el Juzgado Nº3 de La Plata). Pero son más. Muchas más”, dice Carla Maino, que, aunque reniegue, es una de las organizadoras de la manifestación. En Rosario se reclamó justicia El acto comenzó con videos repasando estos seis meses de lucha en Rosario y en el país, discursos en el Congreso y en medios de televisión. Las imágenes de las víctimas se alzaron y los abrazos de contención proliferaron. Una bandera desde Villa Gobernador Gálvez llegaba mostrando la expansión de la tragedia sanitaria o “la cromañón de la salud”, como se pudo escuchar. La emoción hacía caer lagrimas entre los presentes y hasta en algunos trabajadores de las fuerzas de seguridad de la provincia, que custodiaban el acto. “Negligencia” y “Corrupción”, palabras que se repitieron en cada momento tanto arriba del escenario como abajo, donde destacaban la actuación de la Justicia en el avance de la causa. El silencio en el público fue estremecedor, sólo los autos que pasaban y el festejo de cierre de año de la Asociación de Voleibol de Rosario en las escalinatas del Monumento rompían con esa tensa calma. >> Leer más: Fentanilo contaminado: las familias de Rosario estallaron por la ausencia de Lugones en Diputados “Hicimos lo que nadie hizo por nosotros”, reclamó Carla desde arriba del escenario y retruca: “No vamos a permitir que estas vidas queden en una causa archivada”. A medida que pasaban los discursos, las historias y las muestras de fuerza de las familias que reclamaron en cuánto lugar le abrieron las puertas la emoción se multiplicaba. Las manos corrían a los lentes oscuros y dejaban ver algunas lagrimas, que estallaron luego del momento más emotivo de la tarde noche rosarina. Los familiares se agruparon cerca del escenario donde colgaban tres globos con helio. Una tijera cortó el hilo que los sostenía y se dejaron volar, detrás de ellos una bengala de humo blanco los acompañaba. Paradojas del destino, el cielo quiso que vuelen hacia el sur de la ciudad, es decir, la salida a Buenos Aires, donde se destapó la tragedia más grande en sanidad que el país tenga memoria. Como familias se fueron despidiendo. Los abrazos se entrecruzaban en contención. Uno daba para sostener al otro y al mismo tiempo recibía para no caer. Luego las familias de víctimas del fentanilo se dispersaron y volvieron a su rutina. Con la firme convicción de que 2025 fue para reclamar y que el año venidero será para obtener respuestas.
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