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» Diario Cordoba
Fecha: 16/12/2025 20:24
Las mascarillas vuelven a ser obligatorias... en algunas comunidades autónomas, pero solo en centros sanitarios y residenciales. En Catalunya hay que llevarla hasta mínimo el 25 de diciembre, en centros y servicios sanitarios y en centros de personas mayores y con discapacidad. La obligatoriedad de los tapabocas se extiende a trabajadores, pacientes y visitantes, con una única excepción: las personas ingresadas cuando permanezcan en sus habitaciones. En la Región de Murcia también se han impuesto las mascarillas en centros sanitarios, hasta el 30 de diciembre. En Andalucía no existe, por el momento, una obligación autonómica general. No obstante, algunos centros sanitarios han comenzado a aplicar medidas propias. La Dirección del Hospital Regional Universitario de Málaga ha establecido el uso obligatorio de mascarilla desde el 15 de diciembre para todo el personal sanitario y no sanitario, así como para pacientes, visitantes y proveedores. La medida se aplica tanto en zonas asistenciales como en espacios comunes, incluidos consultas, urgencias, salas de espera, plantas, pasillos y ascensores. Protección de las mascarillas hacia fuera y hacia dentro El doctor Javier Álvarez, miembro del comité asesor de vacunas e inmunizaciones de la Asociación Española de Pediatría (AEP) explica a este periódico que quizás una de las pocas cosas positivas que nos dejó la pandemia fue "aprender la importancia de ciertas medidas de higiene. No se trata solo de usar mascarillas, sino también de mantener una correcta limpieza de manos, ya que la gripe y otros virus también se transmiten a través de superficies". En este contexto, es recomendable usar mascarilla cuando se convive con personas muy vulnerables, como aquellas con enfermedades crónicas o que toman medicación inmunosupresora. También es aconsejable en centros sanitarios muy concurridos, para reducir el riesgo de contagio. Y es que, a estas alturas sabemos de sobra que las mascarillas funcionan mejor cuando todos los que nos rodean las usan. La razón es que cuando una persona infectada tiene puesta su mascarilla, un gran porcentaje de las partículas infecciosas que exhala quedan atrapadas. Una mujer pasea con su mascarilla por Santa Cruz de Tenerife en una fotografía de archivo. / Carsten W. Lauritsen Eso hace que haya menos partículas virales flotando en la habitación, y así es más fácil que nuestra mascarilla bloquee los virus que se han escapado. Pero la protección hacia los otros no es lo único que nos aportan las mascarillas. Hay mucha evidencia que muestra que las mascarillas protegen al usuario, incluso cuando otras personas a su alrededor no la llevan puesta. Y también sabemos, a estas alturas, que el porcentaje de protección depende de la calidad de la mascarilla y de lo bien ajustada que la llevemos. Por eso, si queremos estar medianamente seguros necesitamos mascarillas FFP2 o FFP3 para protegernos tanto de cualquiera de las variantes de COVID-19 como de la gripe (y su variante k) y otros virus respiratorios que este mes de enero están haciendo el agosto en número de contagios. Cuidado con usar las mascarillas que tienes en casa de la pandemia El doctor Álvarez aclara que "no estoy diciendo que haya que ir a los cotillones con mascarilla, pero sí es evidente que, en lugares con aglomeraciones, usarla en momentos de muy alta incidencia no es una medida despreciable". Sin embargo, es importante recordar que las mascarillas tienen caducidad y, aunque no pierden totalmente su efectividad, con el tiempo disminuye su capacidad de protección. El pediatra recalca que comprar una mascarilla nueva garantiza una mejor protección.
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