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  • Resolución 125: un punto de inflexión que unió al campo y marcó la historia política del país

    » Clarin

    Fecha: 16/12/2025 18:33

    La Resolución 125, impulsada por el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner en 2008, y que establecía un esquema de retenciones móviles que en soja podía alcanzar casi el 50%, generó uno de los conflictos políticos más importantes de la historia del país. Uno de los protagonistas de este suceso, que duró aproximadamente 120 días con protestas de los productores a la vera de las rutas y con el interior del país movilizado resistiendo la incicitavia oficial, fue Mario Llambías, el entonces presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), uno de los artífices de la Mesa de Enlace. En diálogo con Clarín, recordó sus vivencias durante ese conflicto que puso al campo en el corazón del debate argentino y cuyos efectos resuenan hasta hoy. -¿Qué fue, y es 17 años después, el reclamo del campo por las retenciones? -Lo que el campo aprendió con la Resolución 125 es que con la unidad de los productores podíamos tener fuerza en nuestros reclamos y pedidos para conseguir soluciones que beneficien tanto a la producción como al país en su conjunto. Lo que no se logró, que nos faltó, es hacer comprender que una mejora en el campo significaba una mejora para el país en su conjunto. En medio del aparato del gobierno y del poder que tenían para comunicar, lo que lograron fue enfrentarnos con la sociedad, pero la realidad es que lo que buscábamos nosotros, como sector importante de la producción, es que pudiera aportar más al país con visión de futuro. Para mí hubo algo fundamental que nos ayudó mucho. El año anterior (al conflicto) me prestaron un libro de una autora belga donde se podía ver el accionar de los Kirchner y me entero que ese libro fue de cabecera para el matrimonio y nos sirvió para entender por qué llegamos a tales extremos, de no aceptar una pequeña solución porque creían que perdían poder, que el que pensaba distinto era un enemigo y había que excluirlo. Y así es cómo fuimos trabajando la gente del campo, que ya hablábamos idiomas muy parecidos. El productor entendía cuál era el reclamo, lo que fue un primer avance. El segundo gran avance fue el apoyo que nos dio la sociedad posteriormente. -¿En qué momento sintieron que tenían que unirse y cómo se articuló? -Veníamos trabajando hace bastante tiempo las autoridades, los presidentes, comisiones directivas y nuestros asesores, por ejemplo como sucedía en la Mesa Agropecuaria de Buenos Aires unos cuantos años antes. Había confianza y buena relación entre los dirigentes. Nosotros sabíamos que el tema venía muy largo, pero lo que no sabíamos era cuánto apoyo íbamos a tener de la gente. Tal es así que la primera medida de no vender fue por cuatro días y a partir de ahí se empieza a sumar la gente y se llega a los 120 días. Siempre recuerdo a un comentarista que nos decía que si conseguíamos 15 tapas de Clarín iba a ser un logro y las circunstancias nos llevó a 120 días. -¿Que se le viene a la mente hoy, del recuerdo de esos días? -Yo recuerdo que aparte de la tarea que teníamos que hacer, las cuatro entidades estábamos reunidas todos los días y estábamos conectados con la mayoría de los núcleos de resistencia de las rutas. Hablábamos con la gente, nos contaban su padecer y nosotros les contábamos las últimas noticias y razonando el camino a seguir. Recorría los distintos lugares del país y siempre recuerdo que a veces llegábamos a las dos de la mañana y encontrábamos gente muy dispuesta a seguir luchando y trabajando y nos pedía dos cosas: unidad y no aflojar. -¿En algún momento vieron que se complicaba y perdían? -No fue un triunfo, sino que fue parar algo que era meterle un tapón al campo tanto en su crecimiento como en su reclamo, porque íbamos a depender totalmente de la voluntad del gobierno. Pero más allá de eso, la votación en Diputados fue bastante difícil. Estábamos en el recinto y veíamos cómo se manejaban las cosas para dar vuelta votos. Cuando entramos, la Resolución iba a ser rechazada y hubo muchas acciones que hicieron cambiar algunos votos con promesas que nunca cumplieron. De todas maneras, en todo momento veíamos que las cosas iban mal, porque veíamos situaciones muy difíciles y lo que había que lograr es que el país entendiera al campo en la necesidad de seguir produciendo. Hubo dos actos: el del 25 de Mayo en Rosario,donde el objetivo era buscar la unidad de los argentinos. Algunos no lo entendieron así y se tomó como una provocación para seguir luchando. El acto que hicimos en el Monumento de los Españoles, lo que buscaba era que tras la votación en Diputados, no ocurriera lo mismo en el Senado y en ese sentido fue muy importante porque tuvo el apoyo de la ciudadanía y muchos sectores del país. El voto de Cobos fue muy importante, pero hubo 36 senadores que votaron en contra, y merecen todo nuestro respeto. -Se reunieron dos veces con Cristina Kirchner, ¿hubo posibilidad de negociar? -La realidad es que el Gobierno entendía que si llegaba a perder esto se le iba a complicar el manejo del futuro respecto a lo que querían hacer con el país y me parece que interpretaron más que una reacción productiva era una cuestión política y que tenía que no ceder para no perder fuerza e imagen de poder absoluto ante la ciudadanía. Yo me reuní días antes de la votación del Senado con el entonces presidente de Carbap y con el senador José Pampuro que estaba acompañado por dos senadores más y les digo “hay proyectos alternativos que son buenos como del senador Carlos Reuteman como el del diputado Felipe Solá”, que buscaban una salida mejoradora a la crisis que teníamos.. Cuando les digo que busquen estas soluciones, obtuve una respuesta que pintaba cómo era la situación: “lo que vos me decís políticamente es correcto, pero desde la Casa Rosada no nos dejan”. Esto fue fundamental. Me acuerdo cuando Eduardo Mondino, que era el Defensor del Pueblo, llama a las dos partes a dialogar y el gobierno no accede y esta fue una demostración clara que quienes no quería ningún tipo de solución era el gobierno. -¿Qué cree que hubiera pasado si el voto de Cobos era “positivo”? -En ningún momento entendíamos que se tenía que cortar el mandado constitucional, sino que lo que cualquier gobierno debía buscar eran soluciones y no confrontaciones y, lamentablemente, a nosotros nos tocó encontrarnos con lo contrario. Lo que hay que reconocerle a Cobos es que intentó pacificar el país. Nosotros teníamos mucho miedo que un voto de otra parte causara una rebelión mucho más grande en el interior. -¿Sanaron las heridas de la 125 o todavía están abiertas?

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