18/12/2025 00:12
18/12/2025 00:12
18/12/2025 00:12
18/12/2025 00:09
18/12/2025 00:08
18/12/2025 00:08
18/12/2025 00:07
18/12/2025 00:07
18/12/2025 00:07
18/12/2025 00:07
» Radio Sudamericana
Fecha: 16/12/2025 14:32
Martes 16 de Diciembre de 2025 - Actualizada a las: 09:48hs. del 16-12-2025 CADENA DE FE ¿Sabías que las pulseras del Sagrado Corazón de Jesús que hoy vemos en Corrientes tienen un origen concreto y una historia profunda detrás? No se trata solo de un accesorio, es un gesto de fe, una forma sencilla de oración y un símbolo que une a muchas personas desde el amor y la confianza en Jesús. La historia comienza con Ileana, una mujer correntina y devota del Padre Pío, quien en el año 2023, por gracia de Dios, pudo viajar a Italia. Allí, frente al cuerpo incorrupto del santo, vivió un encuentro que marcaría un antes y un después. En ese lugar sagrado conoció a una hermana francesa con quien compartió momentos de oración y diálogo. Sin conocerse previamente, aquella mujer se acercó y le dijo que tenía un regalo para ella: un Rosario del Sagrado Corazón de Jesús. Ese gesto inesperado fue el inicio de algo mucho más grande. La hermana le explicó cómo se reza, repitiendo 33 veces la oración “Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío”, meditando en la vida, pasión y muerte de Jesucristo. Una oración simple, pero profundamente transformadora. Al regresar a Corrientes, Ileana compartió esta experiencia con su sacerdote y guía espiritual, quien vio en esta práctica algo muy valioso. Con su acompañamiento y el visto bueno de Monseñor José Adolfo Larregain, quien consideró la iniciativa como algo muy lindo y alentó a que se difundiera, comenzó a tomar forma este movimiento de fe. A través de la cuenta de instagram @corazonesperegrinos_ contaron que así nacieron las pulseritas rojas del Rosario del Sagrado Corazón de Jesús. Se empezaron a confeccionar de manera artesanal, se bendecían y se repartían entre familiares y amistades. Con el tiempo, quienes las recibían comenzaron a contar que rezar con ellas les traía paz, consuelo y una manera distinta de acompañar a Jesús en su pasión. Muchas personas expresaron que, al rezar, las propias penas, dolores y angustias se volvían más livianas al compararlas con la entrega de Cristo. El gesto se fue multiplicando. Hoy, no solo se entregan las pulseras, sino que también se facilita el material para que otras personas puedan aprender a hacerlas, rezarlas y compartirlas. La idea es clara: que este pequeño signo de fe llegue a quien lo necesite, donde Jesús quiera. En Corrientes, estas pulseras rojas ya son parte de una devoción que crece en silencio, pero con fuerza. Una cadena de oración, de encuentros y de confianza que nació de un regalo inesperado y hoy se desparrama como semilla de amor.
Ver noticia original