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» Clarin
Fecha: 16/12/2025 12:35
José Antonio Kast se levantó muy temprano este martes y antes de las 7 de la mañana ya estaba en el aeropuerto Pudahuel, de Santiago, para abordar su vuelo rumbo a Buenos Aires, donde lo esperaba el presidente Javier Milei. Mientras, en Chile, se aceleran los arreglos y preparativos en lo aquí ya todos llaman “La Moneda Chica”, la inmensa casona donde el líder ultraconservador trabajará junto a su equipo y armará su gabinete para cuando desembarque en el auténtico palacio presidencial de La Moneda, el 11 de marzo. Desde este mismo lunes, horas después de que el Servicio Electoral confirmara la contundente victoria del ex diputado de la derecha conservadora con un 58,17% de los votos, frente al 41,83% de la oficialista Jeannette Jara, comenzaron a llegar camiones con muebles de oficina, sillas y hasta macetas con plantas a la gran casona de la calle La Gloria 88, entre la avenida Apoquindo y Los Militares, en la exclusiva comuna de Las Condes, un barrio residencial donde en los últimos años se han construido también torres modernas con oficinas de grandes empresas y bancos. Este martes antes de las 8 de la mañana el movimiento seguía, con la llegada de más muebles y objetos de decoración para terminar de aprontar las 31 oficinas de este gran inmueble de más de 700 metros cuadrados que será epicentro de encuentros y reuniones clave durante este verano. Danza de nombres El lunes por la tarde, Kast recibió aquí a líderes de varios partidos de derecha –desde los más radicales a los más moderados- para tender puentes en un intento por formar una gran coalición de gobierno. Simpatizantes de José Antonio Kast frente a "La Moneda chica", en Las Condes, Santiago, este lunes. Foto: EFE Aquí ya se ensaya la danza de nombres que podrían integrar el futuro gabinete, y en el que el futuro mandatario intentaría incorporar figuras de otros espacios políticos que le garanticen además el apoyo de un Parlamento fragmentado con el que tendrá que negociar para llevar adelante varios de sus proyectos, en particular sus planes centrales sobre seguridad, inmigración y crecimiento económico. En el segundo piso de la casa principal –son en realidad dos casas, en un terreno de más de 1.200 m2- está la oficina preparada para Kast, según publicó aquí el sitio digital Ex-Ante. Es amplia pero sencilla, con dos ventanales que dan a la calle La Gloria, un escritorio grande de madera, dos asientos para visitas, además de una mesa de centro, dos sofás y otro par de sillas. Conecta con una sala de reuniones con capacidad para entre 15 y 20 personas. Según versiones que circulan aquí en los medios, la propiedad estuvo en venta en octubre por más de 8.600 millones de pesos chilenos, algo así como 9,5 millones de dólares. Por lo pronto, según la prensa local, se alquiló por tres meses. La propiedad tiene un total de 98 puestos de trabajo, 31 oficinas privadas, 18 baños, 12 estacionamientos, 7 bodegas, 2 comedores y una cocina, según Ex-Ante. Pero lo que aquí algunos señalaron como un punto crítico es la seguridad del lugar. Aunque la casona cuenta con vidrios blindados en las áreas públicas, está rodeada por varios edificios de más de 12 pisos, un aspecto que obligó al equipo de seguridad a una serie de evaluaciones rigurosas para analizar posibles riesgos. La fachada de "La Moneda chica', la oficina del presidente electo José Antonio Kast, en una zona exclusiva de Santiago, en Chile. Foto: EFE Al mismo tiempo, el lunes el equipo de JAK –aquí muchos lo nombran por sus iniciales- ya creó la Oficina del Presidente Electo (OPE), que ya dejó ver que tendrá una actividad intensa en redes sociales y en su página web, que está encabezada por una cuenta regresiva que señala en tiempo real cuántos días, horas, minutos y segundos faltan para el 11 de marzo. Nicolás Maduro, "un narcodictador" Kast y su equipo ya tienen un plan de gobierno para los primeros 90 días de gestión, centrados en los objetivos planteados en la campaña y que apuntan a bajar la criminalidad, controlar la inmigración irregular que se relaciona con el incremento de los delitos violentos, y a reactivar la economía y el empleo. Y, cuando el presidente electo dejó en claro que expulsará a los inmigrantes que no tengan sus documentos en regla –en su mayoría venezolanos- Nicolás Maduro lanzó una advertencia: “Cuidadito”. “Usted podrá ser pinochetista convicto y confeso, pero cuidadito le toca un pelo a un venezolano, los venezolanos se respetan. ¡Cuidadito! Escúcheme bien, oyó, que el que se mete con Venezuela se seca y usted se puede secar aceleradamente, señor Kast”, lanzó el autórcrata chavista desde su programa ‘Con Maduro+’, transmitido por el canal estatal Venezolana de Televisión (VTV), el lunes a la noche. “Deje quieto a quien quieto está”, insistió Maduro al criticar el discurso del líder conservador sobre los inmigrantes, quienes, dijo, tienen “derechos y la constitución chilena se los debe garantizar”. A lo largo de toda la campaña, cada día JAK se encargó de advertirles a los inmigrantes que no tienen los papeles en regla que les queda tiempo hasta el día del traspaso de mando para dejar el país de forma voluntaria. Si no, tendrán que enfrentar la ley. En ese contexto, Maduro invitó a sus compatriotas “con mucho respeto” a volver al país y anunció un plan especial de apoyo para los venezolanos en Chile que quieran regresar a través del programa gubernamental Vuelta a la Patria. “Si yo pudiera enviar 100 aviones para traérmelos en boletos gratis a toditos lo haría mañana, como nos estamos trayendo a todos los migrantes de Estados Unidos, liberándolos y rescatándolos del presidio”, señaló. “Todo el que se quiera regresar tendrá nuestro apoyo decidido”, agregó. Nicolás Maduro lanzó una advertencia a José Antonio Kast, quien prometió expulsar a venezolanos sin papeles en Chile. Foto: EFE El líder chavista remarcó que el “nazifascismo” pretende “imponerse otra vez” en Chile, con la llegada al poder de Kast, quien tiene una clara sintonía con el presidente estadounidense Donald Trump y con otros líderes de derecha. Kast será el primer presidente desde el regreso de la democracia en Chile, en 1990, que defendió la dictadura de Augusto Pinochet, y votó a favor de su continuidad en el plebiscito de 1988. Antes de subir al avión este martes rumbo a Buenos Aires, ante una pregunta de un periodista sobre las declaraciones de Maduro, el futuro presidente chileno respondió, con calma: “Me tienen sin cuidado”.
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