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» Diario Cordoba
Fecha: 16/12/2025 10:50
Investigadores de las islas Canarias han desvelado el insospechado alcance del último evento de mortalidad masiva del erizo de mar Diadema africanum, ocurrido entre 2022 y 2023, y que ha llevado a esta especie, antes abundante en el archipiélago, a su casi extinción. Sin embargo, la situación no es mucho mejor en otras partes del planeta, incluyendo el Mediterráneo, donde también se están produciendo oleadas de mortalidad que arrasan las poblaciones de estos erizos de mar. El brote de 2022 y 2023 tuvo un mayor impacto que los ocurridos en 2008 y 2018 en las mismas islas, ya que en esta ocasión la producción de larvas y el desarrollo de ejemplares juveniles prácticamente han cesado. Los patógenos causantes de la enfermedad aún no se conocen con certeza, pero se han reportado muertes similares de erizos de mar casi simultáneamente desde el Caribe hasta el océano Índico occidental. Un animal necesario para los ecosistemas marinos Los erizos de mar son ingenieros del ecosistema, pues son el equivalente marino de los megaherbívoros terrestres. Al pastar y desmenuzar algas y praderas marinas, controlan el crecimiento de las algas y promueven la supervivencia de organismos de crecimiento lento como los corales y algunas algas calcificantes. Asimismo, son presa de una gran cantidad de mamíferos marinos, peces, crustáceos y estrellas de mar. Su presencia, por tanto, es necesaria para el mantenimiento de muchas especies y sus hábitats. El Mediterráneo también sufre la mortalidad de erizos de mar / Agencias Un estudio publicado por científicos de la Universidad de La Laguna, en Tenerife, y que ha aparecido en Frontiers in Marine Science, revela que, en los últimos cuatro años, una pandemia que ha estado exterminando a los erizos de mar en todo el mundo ha afectado especialmente a las Islas Canarias. Las consecuencias para los ecosistemas marinos aún no se conocen por completo, pero es probable que sean intensas. "Aproximadamente al mismo tiempo, se ha observado la desaparición de otras especies de Diadema en el Caribe, el Mediterráneo, el Mar Rojo, el Mar de Omán y el Océano Índico occidental", declaró Iván Cano, de la Universidad de La Laguna. Eventos de mortalidad masiva de erizos de mar en los útlimos años / ULL El género Diadema comprende ocho especies que habitan aguas subtropicales y tropicales de todo el mundo. Entre ellas se encuentra la D. africanum, que solía prosperar en arrecifes rocosos frente a África occidental y las Azores, a profundidades de entre cinco y veinte metros. En las Islas Canarias, su población ha ido en aumento desde mediados de la década de 1960, probablemente debido a la sobrepesca de sus depredadores y al calentamiento global. En algunos lugares del archipiélago, su aumento incluso causó un claro exceso de erizos años atrás, lo que impulsó intentos infructuosos de control biológico entre 2005 y 2019. Cambios en el mar En febrero de 2022, Cano y sus colegas observaron que D. africanum había comenzado a morir masivamente frente a las islas de La Palma y La Gomera, en las Canarias occidentales. Al extenderse hacia el este por el archipiélago a lo largo de ese año, la enfermedad provocó que los erizos de mar se movieran menos y de forma anormal, se volvieran insensibles a los estímulos y perdieran su carne y espinas antes de agonizar y morir. Los científicos reconocieron rápidamente estos síntomas, ya que este no era el primer brote de este tipo de eventos de mortalidad masiva en las islas. A principios de 2008, y de nuevo a principios de 2018, una enfermedad mató a aproximadamente el 93% de los individuos de D. africanum en las costas de Tenerife y La Palma, y al 90% en las islas del vecino archipiélago de Madeira. Peor que brotes anteriores Pero el brote de 2022 fue diferente y mucho peor. Así como muchas poblaciones afectadas se recuperaron, a veces sorprendentemente rápido, tras el evento de 2008, no pasó lo mismo en 2022. Además, una segunda ola de mortalidad masiva azotó las islas Canarias a lo largo de 2023. Esqueletos de erizos de mar / Agencias “Nuestros análisis demuestran que la abundancia actual de D. africanum en las Islas Canarias se encuentra en su mínimo histórico, con varias poblaciones al borde de la extinción local”, declaró Cano. “Además, la mortalidad masiva de 2022-2023 afectó a toda la población de la especie en todo el archipiélago. Por ejemplo, desde 2021 se ha producido una disminución del 74 % en La Palma y del 99,7 % en Tenerife”. Un asunto delicado Los autores también concluyeron que, desde el evento de 2022-2023, la reproducción efectiva de D. africanum prácticamente ha cesado en la costa este de Tenerife: solo se capturó un número insignificante de larvas en las trampas, y no se observaron juveniles tempranos en ninguno de los hábitats rocosos poco profundos estudiados. “Informes de otros lugares sugieren que la mortandad de 2022-2023 en las Islas Canarias formó parte de una pandemia marina más amplia, con graves consecuencias para estos herbívoros clave de los arrecifes”, concluyó Cano. Buscando el culpable ¿Qué es lo que produce esta situación? “Aún no lo sabemos con certeza. Las muertes masivas de Diadema en otras partes del mundo se han relacionado con ciliados escuticociliados del género Philaster, un tipo de organismos parásitos unicelulares”, afirmó Cano. “Las muertes masivas previas en las islas Canarias se relacionaron con amebas como Neoparamoeba branchiphila y se produjeron después de episodios de fuertes oleajes del sur, similar a lo que observamos de nuevo en 2022. Sin una identificación confirmada, no podemos determinar si este agente llegó del Caribe por corrientes o por barcos, ni si el cambio climático es el responsable”, agregó. “Aún no estamos seguros de cómo evolucionará esta pandemia. Hasta el momento, parece que no se ha propagado a otras poblaciones de Diadema en el Sudeste Asiático y Australia, lo cual es una buena noticia, pero no podemos descartar la posibilidad de que la enfermedad reaparezca y se extienda aún más”.
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