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» Clarin
Fecha: 16/12/2025 06:34
Como la cigarra”: “Tantas veces me morí…sin embargo estoy aquí, resucitando” decía María Elena Walsh. Pero cada resurrección es con menos empresas y menos empleo formal. La política económica vuelve sobre viejos horrores. Golpea a las pymes, particularmente a las pymes industriales y, más ampliamente, a toda la industria, sea esta de capitales nacionales o internacionales. Los J. P. Morgan boys no entienden que 1) apertura económica, 2) atraso cambiario, y 3) impuestos excesivos en los tres niveles de gobierno, obligan a las industrias a pasar a la informalidad, a reducir salarios, a despedir gente o, directamente, a cerrar. Mirado desde las finanzas y desde Milei y sus J.P. Morgan boys, no se pueden bajar los impuestos porque eso atentaría con el equilibrio fiscal. La apertura y el dólar barato son necesarios para importar bienes depreciados que ayuden a mantener los precios bajos y quietos. Es decir: que caigan el empleo de las industrias y del resto de las pymes, pero que no suban los precios. Y, mientras, esperamos hasta el fin de la década en que, los dólares de la minería y de los hidrocarburos permitan consolidar un mega atraso cambiario sin necesitar el apoyo de Estados Unidos. Los J. P. Morgan boys no hicieron la cuenta del magro aporte al empleo de la minería, los hidrocarburos y el agro. Con la minería y los hidrocarburos, venden una quimera: piensan que el futuro argentino sería como Noruega, pero avanzan en convertir al país en Venezuela o Nigeria. Si una buena sequía en Brasil o Estados Unidos aportasen a nuestra producción agropecuaria precios como los que despilfarró Néstor Kirchner, los J.P. Morgan boys podrían contar con más mega atraso cambiario, con más cierre de empresas y más desempleo. Llegaríamos al colmo del “libertarianismo”: empresas y trabajadores liberados de pagar impuestos… y de comer. El ”volver a morir” de este ciclo va camino de ser más severo que los anteriores porque el mundo gira con la innovación, la ciencia y la tecnología. Eso significa que todo depende de la EDUCACIÓN. Los J. P. Morgan boys deberían saberlo porque el segmento argentino de economía del conocimiento está creciendo y ya exporta unos 10 mil millones de dólares, y hay muchas empresas nuevas en agtech, biotech y sofware que están haciendo una revolución. Tres “pequeños” problemas: 1) de cada 100 niños que inician el ciclo primario, apenas 10 terminan en tiempo y forma y con una razonable capacidad en lecto escritura, 2) a los J.P. Morgan boys no les gusta invertir en Ciencia y Tecnología, y 3) los J.P. Morgan boys no estudian lo que hacen Estados Unidos, Brasil, Chile, China o Europa para apoyar a las pymes. Con esos “pequeños” problemas, que se suman al gran problema de los impuestos, la apertura y el atraso cambiario, estamos bien encaminados para “volver a morir”. Los boys están poco interesados en la economía del conocimiento. Les propongo algunas pistas para que estudien sobre pymes y empleo: Estados Unidos: SBA (Small Business Administration), una organización ejemplar de apoyo a las pymes que tiene plena disposición de cooperar con otros países, ya lo hicieron hace un tiempo con una provincia argentina. Brasil: SEBRAE, como la SBA, una organización para promover a las pymes, además, la Constitución de Brasil establece instrumentos para ayudar al desarrollo de las regiones más atrasadas del país, Chile: CORFO, Propyme y Sercotec, Europa: el FEDER (Fondo Europeo de Desarrollo Regional), centra su actividad en el desarrollo de las pymes en ámbitos locales y EU SME Center. China tiene una activa política de promoción de las pymes, les sugiero a los J.P. Morgan boys que se metan en la IA e investiguen, o le indiquen al embajador en China que elabore un informe. El prestigioso economista Ricardo Arriazu afirma que en procesos como los que estamos viviendo “la destrucción es más rápida que la creación”. Me permito disentir: en el siglo XXI, sin educación y sin instituciones es imposible la creación. Educación e instituciones además de tiempo requieren de capacidades, que no están en los J.P. Morgan boys. Pero dejando un poco de lado los semilleros de empleo que hay otros países, los J.P. Morgan boys parecen no ver que hoy a ninguna industria multinacional instalada en la Argentina le conviene quedarse en el país, y mucho menos expandir sus actividades. Nuevamente: impuestos altos, apertura económica y atraso cambiario es un llamado a achicar las empresas o cerrarlas directamente y… despedir a los trabajadores. Más desempleo. Los J.P. Morgan boys deberían saber que China está viviendo una sobre producción de todos los productos industriales, esa sobre producción determina una compulsión a la baja de precios para poder competir en el mercado interno y, obviamente, en el mercado internacional. Ningún país del mundo puede sostener sus industrias y su empleo frente a la deflación china, mucho menos la Argentina, aunque tengamos segmentos industriales tecnológicamente avanzados.
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