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» Misionesopina
Fecha: 16/12/2025 04:02
Por Facundo López Sartori* La discusión sobre las facultades del Instituto Nacional de la Yerba Mate no es ideológica ni dogmática. No se trata de estar a favor o en contra del mercado, sino de comprender una realidad productiva concreta y sus consecuencias sociales. La yerba mate no se produce en un mercado equilibrado: se produce en un esquema donde miles de pequeños productores venden y muy pocos compradores concentran la demanda. Ese fenómeno tiene nombre y efectos claros. La estructura del sector yerbatero es la de un oligopsonio. Muchos productores ofrecen hoja verde y pocos molinos concentran la compra. En ese contexto, el productor no tiene capacidad real de fijar precios. Negocia desde la urgencia, con un producto perecedero y costos que corren todos los días, frente a compradores que pueden esperar, acumular stock y coordinar condiciones. Cuando el Estado se retira de ese escenario, el mercado no ordena de manera justa: ordena a favor del más fuerte. En noviembre de 2023, el precio de la hoja verde rondaba los 210 pesos por kilo. En diciembre de 2025, sin un precio mínimo de referencia y con el libre mercado funcionando como único ordenador, el valor que hoy se paga ronda los 250 pesos por kilo, aunque puede ser menor según zona, forma de pago o poder de negociación. Esa suba nominal es claramente insuficiente cuando se la compara con la evolución de los costos. El principal insumo de cualquier producción primaria es el combustible. En noviembre de 2023, el litro de diésel costaba alrededor de 420 pesos. En diciembre de 2025, ese mismo litro ronda los 1.600 pesos. Es decir, un aumento cercano al 280%. El precio de la hoja verde no acompañó ese proceso ni de cerca. Esa diferencia se refleja de manera cruda en el poder de compra del productor. En 2023, con un kilo de hoja verde se podía comprar medio litro de diésel. Hoy, ese mismo kilo apenas alcanza para 0,15 litros. Dicho de otro modo: para comprar un litro de combustible, el productor pasó de necesitar 2 kilos de hoja verde a necesitar más de 6. Esto representa una pérdida cercana al 70% de su poder de compra frente a un insumo básico. Mientras tanto, el precio al consumidor final siguió otra dinámica. Según datos del INDEC, el kilo de yerba mate en góndola pasó de aproximadamente 2.138 pesos en noviembre de 2023 a alrededor de 4.713 pesos en diciembre de 2025. Un aumento cercano al 120%. Es decir, el producto final más que se duplicó, los costos se multiplicaron y el ingreso del productor quedó atrapado en el medio. Este desacople no es casual ni coyuntural. Es la consecuencia directa de un mercado desequilibrado sin herramientas de regulación. En ese marco, el INYM no es un capricho ni una interferencia ideológica: es una herramienta de equilibrio, de previsibilidad y de sostenimiento social. Sin facultades, el instituto no puede cumplir su rol básico: evitar que la concentración termine expulsando a los pequeños productores y desarticulando una economía regional. Defender las facultades del INYM es defender producción, arraigo y empleo. No es una discusión doctrinaria sobre el mercado; es una discusión concreta sobre cómo se sostiene una cadena productiva estratégica y miles de familias que viven de ella. Donde hay oligopsonio, la ausencia del Estado no genera libertad: genera exclusión. *Ministro Del Agro Y La Producción De Misiones
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