16/12/2025 01:53
16/12/2025 01:52
16/12/2025 01:50
16/12/2025 01:49
16/12/2025 01:49
16/12/2025 01:49
16/12/2025 01:48
16/12/2025 01:48
16/12/2025 01:47
16/12/2025 01:47
Buenos Aires » Infobae
Fecha: 15/12/2025 16:57
El actor abrió su corazón y recordó a su mejor amigo a 35 años de su muerte (Instagram) La adolescencia es una etapa en la que los amigos lo son todo: sostén, refugio y espejo ante las crisis propias de la edad. Para Facundo Arana, ese tiempo también estuvo marcado por uno de los momentos más difíciles de su vida: la lucha contra el cáncer y la dolorosa pérdida de Caly, ese amigo entrañable que lo acompañó en los días más amargos y que, a sus 18 años, falleció repentinamente por un aneurisma. Ahora, a más de 35 años de su partida, el actor eligió recordar a Caly con un emotivo posteo en sus redes sociales, homenajeando el vínculo inquebrantable y el legado imborrable que dejó en su historia personal. Desde su cuenta de Instagram, Facundo compartió una foto vintage de adolescencia: se lo ve sonriente, apoyado junto a dos muchachos de su edad, uno de ellos Caly, el amigo ausente. Bajo la imagen, Arana vertió su corazón en palabras: “Hace pocos días, el 12, hicieron 35 años de la muerte de mi amigo Caly. Es increíble. El tiempo hace que los dolores más fuertes vuelvan como recuerdos que no duelen... como melancolía que te hace sonreír…”. La publicación, de inmediato, generó una ola de empatía y nostalgia entre sus seguidores. El actor no se guardó nada y remarcó la huella de su compañero: “Fue un escritor fenomenal, y no necesitó mucho tiempo acá para hacerse inmortal en la vida de cada persona que lo conoció. En la foto, me sostienen junto a Ale Iturbe. Y la foto significa mucho para mí. En ese momento yo no podía caminar. Y ahí nos ven. De pie”. El texto, cargado de ternura, valor y gratitud, no tardó en llenarse de respuestas de fanáticos que agradecieron la honestidad con la que Facundo pone en palabras la experiencia del duelo y el amor verdadero de la amistad adolescente. "En ese momento yo no podía caminar. Y ahí nos ven. De pie", expresó Arana sobre la postal junto a su mejor amigo Caly y Ale Iturbe Los mensajes llegaron desde todas partes, destacando la trascendencia del vínculo. “Amigos inmortales”; “Te sostuvo en la tierra y te cuida desde el cielo”; “Siempre estará junto a vos”; “Ese tipo de amistades trasciende todas las vidas”; “Un amigo de hierro”; “Qué hermoso recuerdo”, escribieron usuarios y colegas, uniéndose a la tradición de honrar a quienes marcaron la vida incluso después de la partida. No es la primera vez que Arana elige abrir su corazón sobre Caly. En 2019, durante un emotivo paso por PH, Podemos Hablar (Telefe), el actor lo definió como “un alma absolutamente evolucionada en este mundo loco”. Entonces, relató los días de compinchería, la compañía del otro en las tardes largas, la literatura compartida y las charlas sin filtro, confesando que la profundidad de Caly lo marcó para siempre. La huella de Caly también quedó plasmada en la literatura personal de Facundo. En 2022, durante una entrevista con Tatiana Schapiro para Infobae, recordó la importancia de su amigo en el libro La pluma de Caly: “Caly es uno de esos seres que no necesitó vivir 100 años para ser inmortal en la vida de quienes lo conocieron, que dejó una huella enorme, extraordinaria. Es el hijo de una compañera de colegio de mi mamá, y nos criamos juntos”. Reveló, además, cómo fue ese despertar literario compartido: “Con él empezaron mis ganas de escribir, leyendo a los personajes de Robin Wood, como Dago y Savarese, devorándonos todas las historietas de las editoriales Columba y Skorpio. Desde chico se perfilaba como un escritor maravilloso. También me llevó a estudiar teatro: yo me preguntaba por qué y terminé amando el teatro. Caly marcó mi vida como yo había marcado la de él”. "Caly marcó mi vida como yo había marcado la de él", aseguró el actor sobre su mejor amigo fallecido en 2022 (Instagram) En la misma charla, Facundo narró la anécdota que mejor resume la madurez y la anticipación de su amigo: “Me invitó a escribir un testamento. Ni se me hubiera ocurrido. Uno siempre piensa que el testamento llega cuando las personas son grandes, cuando están terminando y se reparten cosas materiales. No es algo que te imagines ni aun estando enfermo, ni aun al borde de la muerte, y él, en aquel momento, me dijo: ‘Che, pero deberías…’”. Para Arana, la memoria de Caly es más que nostalgia: es un faro y una fuente de autoconocimiento. El paso del tiempo, como él mismo escribió, transforma el dolor en una melancolía que ya no hiere, sino que invita a sonreír. Las redes se llenaron de historias similares, de abrazos digitales, y de comentarios que dejaron en claro algo fundamental: los grandes amigos no sólo caminan con nosotros en la vida, sino que, a su modo, también nos enseñan a sobrevivir las pérdidas, a conservar el arte y a celebrar cada instante.
Ver noticia original