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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 15/12/2025 14:40
La convivencia con animales domésticos se asocia a mejoras en la salud mental y física en todas las edades El impacto de incorporar un animal doméstico al hogar trasciende la mera compañía: según la neuropsicóloga Dra. Lucía Crivelli, (MN 33.849), aporta múltiples beneficios tanto a la salud mental como física a lo largo de toda la vida. “Tener una mascota impacta positivamente en el bienestar emocional en cualquier persona de cualquier edad. Se sabe que suma al desarrollo físico y puede ser una estrategia crucial para mejorar la calidad de vida en distintos grupos”, afirmó la especialista en su columna habitual. Estas declaraciones fueron realizadas en diálogo con Infobae en Vivo, durante el programa de la mañana, que hoy contó con la conducción de Gonzalo Sánchez, Maru Duffard, Ramón Indart y la propia Crivelli. En un contexto donde el aislamiento social y el estrés afectan a numerosas personas, Crivelli subrayó la importancia de pensar a los animales domésticos como aliados fundamentales del bienestar social, emocional y físico, fundamentando sus afirmaciones con estudios recientes y evidencias científicas. La interacción afectiva con mascotas reduce síntomas depresivos y ayuda a enfrentar el duelo y la soledad A lo largo de su intervención, Crivelli fue taxativa: “En niños, tener una mascota regula el procesamiento emocional y la gestión de las emociones, pero también fortalece los vínculos fraternos. Recientemente, salió un estudio que muestra cómo mejora la relación entre hermanos cuando comparten el cuidado de un perro en casa. Empiezan a compartir responsabilidades y afectos hacia un tercero, colaboran más entre sí y se reducen los conflictos”, subrayó la especialista. No se trata solo del impacto individual: “A nivel de desarrollo infantil, tener una mascota permitió demostrar mejores capacidades para el trabajo en equipo y para la empatía”, explicó la neuropsicóloga. “Ver a los hermanos colaborar en el cuidado de un perro ofrece un aprendizaje social que ningún adulto puede suplir directamente”, enfatizó. La Dra. Crivelli también enfatizó el papel transformador de los animales domésticos para los adultos mayores. “En este grupo poblacional, sumar la presencia de una mascota disminuye el impacto de la soledad y el aislamiento social. Un adulto mayor no solo socializa con el animal, sino que, a partir de esa relación, se ve motivado a salir de la casa, lo que ayuda a reducir el sedentarismo y promueve mayor contacto social”, aseguró. En diálogo con Infobae en Vivo, en el programa de la mañana, Crivelli profundizó sobre el valor estructurante de la rutina generada por la presencia de un animal doméstico: “Tener que alimentar, pasear y cuidar a un perro estructura el día y les da un propósito claro a los adultos mayores, sobre todo a aquellos que atraviesan el duelo del retiro laboral o cuyos hijos ya viven lejos. En las ciudades, donde paradójicamente la tasa de aislamiento es más alta que en zonas rurales, ese propósito puede ser un salvavidas emocional”. Diversos estudios muestran un impacto positivo de los perros en el bienestar emocional infantil y familiar (Imagen Ilustrativa Infobae) La neuropsicóloga explicó que la convivencia diaria con animales domésticos crea oportunidades para interactuar con otras personas en plazas y paseos, multiplicando así los estímulos emocionales y sociales: “La mascota no solo es una compañía incondicional, también es motivo de interacción con otros. Puede ser la excusa para iniciar una conversación en la plaza, generar vínculos o simplemente intercambiar saludos cordiales”, precisó. Uno de los apartados científicos más recientes, resaltados por Crivelli, señala los efectos positivos sobre adolescentes. “Se publicó la semana pasada un experimento muy interesante en Science. Primero midieron el efecto de convivir con un perro en la microbiota de adolescentes. Se vio que quienes tienen perros presentan una microbiota más variada y diversa, lo que se asocia a menor riesgo de asma, infecciones y un sistema inmune más fortalecido”, explicó. Crivelli detalló el procedimiento experimental: “Se comparó la microbiota de adolescentes con y sin perro, y luego se implantó la saliva de ambos grupos en ratones libres de microorganismos. Los ratones que recibieron la microbiota de los adolescentes que convivían con perros desarrollaron conductas sociales más ricas y variadas”. Según la neuropsicóloga, este hallazgo revela que existe un intercambio continuo de microorganismos en la relación humano-animal, y que esto puede tener un correlato directo sobre la conducta social y el bienestar integral. “No es algo peligroso: evolutivamente, hace años que compartimos microorganismos con nuestros animales. En particular, la microbiota intestinal está vinculada con el sistema nervioso a través del nervio vago —este eje intestino-cerebro que hoy está tan estudiado—, capaz de influir en la generación de sustancias como la oxitocina, la hormona clave de los vínculos sociales”, indicó. Incorporar un animal doméstico al hogar puede convertirse en una estrategia clave para cuidar la salud integral (Imagen Ilustrativa Infobae) El razonamiento de Crivelli es contundente: “Los beneficios que comienzan a nivel físico y biológico, luego se manifiestan en el ánimo, la sociabilidad y el desarrollo de habilidades interpersonales. Tener una mascota puede ayudar —ya desde niño— a gestionar las emociones, afianzar la empatía y cimentar relaciones más sólidas a lo largo de toda la vida”. Otro aspecto destacado por la especialista es el carácter estructurante de las rutinas impuestas por los perros, central en contextos de soledad o de falta de motivación. “La necesidad de caminar, alimentar y cuidar a una mascota da orden a la vida y exige una atención diaria —señaló la neuropsicóloga—. Estas pautas son profundamente sanadoras, especialmente entre los adultos mayores”. Consultada por la experiencia directa en adultos mayores, la especialista dijo: “A partir de la relación cotidiana con perros, se observan menos síntomas depresivos, incremento del contacto social y mayor sentido de propósito. Un animal puede ayudar a paliar las pérdidas, el distanciamiento familiar y la rutina vacía que muchas veces traen el retiro laboral y el paso de los años”, recalcó. Los adultos mayores experimentan menor soledad y más actividad física al integrar una mascota a su rutina diaria A nivel psicoemocional, Crivelli relató la importancia del vínculo humano-perro para la salud mental: “La mirada entre un humano y su perro genera un bucle de oxitocina, similar al que ocurre entre madre e hijo: cuando se produce, ambos segregan la hormona al mirarse, lo que refuerza el lazo”. Contrastó que este fenómeno ha sido medido principalmente en perros, lo que refuerza la evidencia disponible sobre los beneficios de su compañía constante. La columna completa de la Dra. Lucía Crivelli La conexión diaria entre humanos y perros potencia la segregación de oxitocina y afianza los vínculos emocionales Infobae en Vivo te acompaña cada día en YouTube con entrevistas, análisis y la información más destacada, en un formato cercano y dinámico. • De 9 a 12: Gonzalo Sánchez, Carolina Amoroso, Ramón Indart y Cecilia Boufflet. • De 18 a 21: Jesica Bossi, Diego Iglesias, María Eugenia Duffard y Federico Mayol. Actualidad, charlas y protagonistas, en vivo. Seguinos en nuestro canal de YouTube @infobae.
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