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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 15/12/2025 08:31
Dr. Seuss concibió al Grinch tras reconocerse en su propio reflejo la noche después de Navidad y creó a un icono (foto: IMDb) Cada mes de diciembre, el mundo se sumerge no solo en lo que es el último mes del año, sino también en el comienzo de una de las épocas más alegres, la Navidad. Durante estas semanas, numerosos personajes se convierten en íconos de la temporada, entre ellos el propio Papá Noel y su fiel Rodolfo, el “reno de la nariz roja”. En la televisión también se da un momento “único” del año en el cual ciertos personajes tienen su momento estelar en la pantalla. Uno de ellos, por ejemplo, es el mítico Kevin MacCallister con Mi Pobre Angelito. Sin embargo, hay otro protagonista que, con su gesto adusto y piel verde, se ha ganado un lugar indiscutido en la cultura popular: El Grinch. Este personaje, conocido por su aversión a las festividades, ha logrado convertirse en símbolo de las tradiciones decembrinas gracias a sus distintas versiones, desde el libro original hasta el cine y la animación. El verdadero origen de El Grinch: un reflejo en el espejo Dr. Seuss señaló que El Grinch se inspira en la autoevaluación y el cansancio tras la Navidad (foto: Wikipedia) A diferencia de otros símbolos navideños, El Grinch no fue creado para ser entrañable ni para repartir alegría. Su misión original era robar la Navidad y alejarse lo más posible de la emotividad festiva. Sin embargo, este ser gruñón terminó conquistando al público y transformándose en parte esencial de la narrativa de la Navidad en todo el mundo. La respuesta se encuentra en la historia personal de Theodor Seuss Geisel, más conocido como Dr. Seuss, su autor. El verdadero nacimiento del Grinch ocurrió una mañana del 26 de diciembre, cuando se observó en el espejo del baño y se reconoció en la expresión agria y cansada que lo devolvía su reflejo. “Me estaba cepillando los dientes la mañana del 26 de diciembre pasado cuando vi en el espejo un rostro muy parecido al del Grinch”, confesó en una entrevista de 1957 con la revista Redbook. Jim Carrey personificó al Grinch en la adaptación "live" que se hizo a principios de los 2000 (foto: IMDb) “Me di cuenta de que algo andaba mal con la Navidad, o más probablemente conmigo. Así que escribí la historia sobre mi agrio amigo, el Grinch, para ver si podía redescubrir algo de la Navidad que obviamente había perdido”, relató sobre el nacimiento de la que se convertiría en una de sus obras más célebres. Lejos de buscar el éxito o la creación de un ícono, Dr. Seuss plasmó en el Grinch un proceso de honestidad emocional. La historia fue concebida como una especie de auto-terapia creativa que luego se transformó en un fenómeno cultural. En palabras del propio autor, el personaje nació para explorar lo que sucede cuando la Navidad pierde su brillo, llevando la trama al terreno de la empatía, la compasión y las segundas oportunidades. De las páginas a la pantalla: El Grinch, fenómeno cultural El libro Cómo el Grinch robó la Navidad, publicado en 1957, cambió para siempre el modo en que se vive y se cuenta la Navidad. El Grinch, lejos de ser un villano clásico, representa el sentimiento de desconexión y cansancio emocional que muchos experimentan durante las fiestas. Su corazón pequeño no es símbolo de maldad, sino de aislamiento, y su transformación final nos recuerda que la verdadera esencia de la Navidad radica en la conexión humana y no en los regalos ni en los adornos. La historia de El Grinch refleja la búsqueda de la verdadera esencia de la Navidad más allá de los regalos (foto: IMDb) Con el correr de los años, la figura del Grinch trascendió el papel y se adaptó a distintos formatos. En la pantalla, primero conquistó al público con la animación clásica, más tarde con la interpretación memorable de Jim Carrey en el año 2000 y, recientemente, en la versión animada producida por Illumination. Cada adaptación logró mantener la esencia del personaje y acercarlo a nuevas generaciones, consolidándolo como un símbolo atípico pero imprescindible de las fiestas.
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