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Parana » Uno
Fecha: 15/12/2025 00:42
En una nueva edición del ciclo Entrevista UNO a UNO , Noemí Gasparín visitó Radio La Red Paraná. La contadora pública y empresaria repasó su recorrido profesional, el trabajo cotidiano en Molinos San José S. A. y el rol que asumió en los distintos espacios gremiales de la industria local. Su presencia aportó una mirada precisa sobre la dinámica de las empresas familiares, un tema que atraviesa tanto su historia personal como la de la firma fundada en 1992 por integrantes de la familia Dellizzotti. Gasparín nació en Paraná y se formó en la Facultad de Ciencias Económicas de la UNER, donde obtuvo el título de Contadora Pública. Su trayectoria académica se amplió con posgrados vinculados a sindicatura concursal, contabilidad, auditoría y gestión de empresas familiares. También completó el Profesorado en Enseñanza Media y Superior, dentro del que solo conserva pendientes las tesinas finales. Con ese perfil, combinó formación universitaria y experiencia en el sector productivo regional. La empresa que integra desde hace más de tres décadas surgió como un nuevo proyecto dentro de una familia ya ligada a la actividad agrícola. Su esposo, Carlos Dellizzotti, participaba del acopio de cereales en Sauce Pinto, una estructura donde convivían producción, campo y tareas propias de la agricultura y la ganadería. Desde allí se gestó la iniciativa del molino. La entrevistada recordó que el proyecto fue llevado adelante por Dellizzotti junto a sus hermanos, con el acompañamiento del padre de ellos en la etapa inicial. Gasparín explicó que la empresa nació con capitales modestos, como ocurre con buena parte del entramado productivo entrerriano. Esa realidad impuso un ritmo de trabajo exigente desde el primer día. “Había que hacer de todo, absolutamente de todo”, recordó durante la charla. Detalló que las jornadas comenzaban a las siete de la mañana y continuaban sin pausas, impulsadas por la necesidad de sostener cada área operativa mientras el molino crecía paso a paso. Líder y precursora En ese proceso, señaló la importancia de haber contado con el apoyo de su esposo, sobre todo cuando ella quedó a cargo del personal en una época en la que ese rol femenino era poco habitual en plantas industriales. Recordó que no siempre fue sencillo: muchos trabajadores no querían tratar directamente con ella, pero, sin embargo, la estructura interna no ofrecía alternativas. Con el tiempo, ese primer impacto se transformó en una dinámica natural. Actualmente, Gasparín coordina la gestión de la fábrica de pastas secas y los asuntos financieros de la compañía. Dellizzotti, por su parte, concentra su trabajo en el molino, especialmente en el área comercial y en la compra de trigo. Esa división permitió que la empresa consolidara un esquema de trabajo claro y estable, con responsabilidades bien delimitadas. Además de su función ejecutiva, la entrevistada participa activamente en el ámbito gremial local. Es la presidenta de ASEMPI, la Asociación de Empresas del Parque Industrial de Paraná, donde representa los intereses del sector y trabaja en temas vinculados al desarrollo industrial de la ciudad. Desde ese espacio articula acciones entre firmas, organismos públicos y entidades educativas. Gasparín vive en Aldea María Luisa desde mediados de los años 80, lugar donde construyó su vida familiar. Está casada desde hace más de cuarenta años y es madre de María Virginia, quien se formó como contadora pública y realizó estudios de posgrado en Alemania, Italia y Estados Unidos. La entrevistada destacó que su hija completó en menos de cinco años la carrera de grado, continuó con una maestría binacional y más tarde cursó otra especialización orientada a la dirección de empresas. Hoy trabaja en la empresa familiar junto a su esposo, y es madre de una niña de casi cinco años. Durante la entrevista, Gasparín planteó que los padres no deben frenar el crecimiento de sus hijos por temor o comodidad. Esa convicción la acompañó incluso cuando su hija vivió en el exterior. Sostuvo que la tecnología permitió mantener vínculos cotidianos y que las oportunidades académicas deben ser aprovechadas sin condicionamientos. Además de su perfil profesional, compartió aspectos de su vida cotidiana. Contó que es una lectora constante y que dedica los momentos libres a avanzar con novelas de distintos géneros, con excepción del terror. También disfruta de la cocina, especialmente de la repostería, una actividad que mantiene desde hace años.
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