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» Clarin
Fecha: 15/12/2025 00:41
La decisión de María Corina Machado, líder de la oposición venezolana, de abandonar su país natal después de más de un año escondida ha aumentado drásticamente lo que está en juego en el actual enfrentamiento sobre el futuro de Venezuela. Machado dijo en un mensaje de audio publicado el miércoles por el comité del Premio Nobel de la Paz que había salido de Venezuela y viajaba a Oslo para participar en las festividades que rodearon la entrega del premio de este año. La noticia puso a Machado en el foco de atención mundial, electrizó su movimiento y la restableció como un actor importante en un juego cada vez más arriesgado entre el presidente Donald Trump y el líder venezolano, Nicolás Maduro. Machado, de 58 años, recibió el Premio de la Paz por montar una campaña electoral victoriosa el año pasado contra Maduro, quien ignoró los resultados, se declaró ganador y reprimió a quienes desafiaron su afirmación de poder. Machado no asistió a la ceremonia de premiación en Oslo el miércoles. La ganadora del Premio Nobel de la Paz, María Corina Machado, reacciona desde un balcón del Grand Hotel, después de que su hija Ana Corina Sosa Machado aceptara el premio en su nombre, en Oslo, Noruega, el 11 de diciembre de 2025. REUTERS/Leonhard Foeger Sin embargo, muy de madrugada, apareció frente a un hotel de Oslo, donde la esperaban sus fans. El gobierno noruego anunció que tenía previsto reunirse con el primer ministro del país el jueves por la mañana. El anuncio de su inminente llegada, sin embargo, añadió un giro dramático a una poderosa narrativa política: la valiente líder de la oposición venezolana, reconocida con uno de los premios más prestigiosos del mundo por su lucha por la democracia, estaba a punto de reunirse con sus partidarios durante un momento crucial en la historia moderna de su país. A más largo plazo, la decisión de Machado conlleva importantes riesgos políticos para la oposición venezolana, cuyos líderes anteriores han caído en una relativa oscuridad tras exiliarse. El gobierno venezolano, que ha encarcelado a cientos de partidarios de Machado, ha declarado que la líder opositora sería considerada fugitiva si abandona el país. Analistas y fuentes cercanas al gobierno venezolano afirman que es muy improbable que Maduro permita el regreso de Machado al país sin un acuerdo que mantenga a su gobierno en el poder. Momento “Este es un momento crucial para María Corina”, declaró Geoff Ramsey, experto en Venezuela de Recorded Future, una empresa global de inteligencia de amenazas, con sede en Washington. “El obstáculo que enfrenta ahora es asegurarse de que pueda convertir este momento en un detonante para el cambio, en lugar de un simple exilio a largo plazo”. El resurgimiento de Machado en el escenario mundial se produce mientras Trump enfrenta una decisión sobre cómo proceder con su campaña de presión contra Maduro, a quien la administración Trump ha etiquetado como el jefe de una organización terrorista que busca inundar a Estados Unidos con drogas y criminales. Despliegue Trump ha reunido la mayor armada naval del Caribe desde la crisis de los misiles de Cuba de 1962 y ha lanzado amenazas cada vez más explícitas contra Maduro. (El miércoles, Trump afirmó, sin dar más detalles, que Estados Unidos había incautado un petrolero frente a las costas venezolanas). Pero los dos líderes también hablaron por teléfono el mes pasado, y el gobierno venezolano este mes reanudó la aceptación de vuelos de deportación desde Estados Unidos, lo que alimentó la especulación de que ambas partes podrían resolver el conflicto diplomáticamente. No está claro cómo ni cuándo Machado salió de Venezuela. El Wall Street Journal, citando a funcionarios estadounidenses, informó que salió de Venezuela en barco el martes. Funcionarios venezolanos afirman en privado que había salido días antes con conocimiento del gobierno. Los funcionarios solicitaron el anonimato porque no estaban autorizados a hablar públicamente. Los representantes de Machado no han comentado la fecha ni la forma de su salida. Desde hace tiempo ha rechazado cualquier negociación con el gobierno de Maduro, argumentando que este solo abandonaría el poder por la fuerza. Ha apoyado firmemente la campaña de presión militar de Trump contra Maduro y ha evitado criticar los ataques aéreos estadounidenses contra presuntos narcotraficantes en el mar, que según muchos juristas constituyen ejecuciones extrajudiciales. Ahora en el extranjero, Machado tendrá la oportunidad de presionar más eficazmente al gobierno de Estados Unidos y otros aliados internacionales a favor de su causa, dijeron los analistas. “La política de Estados Unidos hacia Venezuela está avanzando rápidamente y esta es una oportunidad para que Machado intente orientar más claramente la estrategia de Washington hacia un cambio de régimen”, dijo Ramsey. Sin embargo, un perfil público más alto también traerá consigo un mayor escrutinio público de sus políticas y declaraciones, dijo Christopher Sabatini, experto en América Latina de Chatham House, un grupo de investigación de asuntos internacionales con sede en Londres. El apoyo explícito a acciones violentas sin el debido proceso podría exponer a Machado a críticas por belicismo y reducir su apoyo internacional, afirmó. Al mismo tiempo, la falta de apoyo a las políticas de Trump podría provocar la ira de un presidente notoriamente susceptible. “Ella es una portavoz de facto de la democracia en Venezuela y cómo va a lograrlo, no lo sé”, dijo Sabatini. Críticas Machado ya ha sido objeto de escrutinio por exagerar los vínculos de Maduro con el narcotráfico, mientras la administración Trump intenta argumentar que Venezuela, un actor relativamente menor en el tráfico de drogas, está inundando Estados Unidos con drogas mortales. Machado también se ha involucrado en disputas políticas muy polémicas en Estados Unidos relacionadas con las falsas afirmaciones de Trump de que ganó las elecciones presidenciales de 2020. En las últimas semanas, ha amplificado las afirmaciones desacreditadas de que el gobierno de Venezuela manipuló las elecciones en Estados Unidos.
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