15/12/2025 20:19
15/12/2025 20:18
15/12/2025 20:15
15/12/2025 20:15
15/12/2025 20:14
15/12/2025 20:14
15/12/2025 20:14
15/12/2025 20:14
15/12/2025 20:13
15/12/2025 20:13
Parana » AIM Digital
Fecha: 14/12/2025 10:18
Chile definirá en las urnas este domingo un duelo presidencial en las antípodas ideológicas. La candidata de la izquierda, Jeannette Jara, militante del Partido Comunista, enfrenta al ultraderechista José Antonio Kast, quien llega a la cita electoral como favorito con el apoyo de la derecha tradicional y un aliado libertario ultra. Ganadora de la primera vuelta con el 26,8 por ciento de los votos, Jara utilizó una estrategia más confrontativa este mes de campaña, consciente de que Kast -obtuvo 23,9 por ciento- es quien lidera los últimos sondeos. La encuesta publicada por Plaza Pública Cadem antes de la veda electoral proyecta que el candidato del Partido Republicano obtendría el 58 por ciento de los votos frente al 42 por ciento de su rival del oficialismo. “Ni fachos ni comunachos” Esa ventaja estaría impulsada por el traspaso de preferencias desde el ultraderechista libertario Johannes Kaiser y la Evelyn Matthei, referente de la derecha tradicional Chile Vamos. Entre ambos suman 26 por ciento de votos, (quedaron en cuarto y quinto lugar) y le dieron su respaldo a Kast inmediatamente. No fue el caso de Franco Parisi, líder del Partido de la Gente, quien logró un tercer puesto con más del 19 por ciento de los sufragios y llamó al voto blanco o nulo bajo la consigna “no somos fachos ni comunachos”. Parisi representa una derecha populista y antisistema, Más de 15,7 millones de personas están convocadas a la elección presidencial con voto obligatorio en el país trasandino -no ocurría desde el final de la dictadura de Augusto Pinochet-, siendo que en la primera vuelta la participación fue del 85,3 %. Ante este escenario nuevo, la exministra de Trabajo de Gabriel Boric considera que el final de la contienda está abierto. Y se propuso el reto de frenar el ascenso de un candidato de extrema derecha xenófoba que promete cárceles de máxima seguridad, escudo fronterizo, penas más duras y deportación de inmigrantes, en espejo con la política de Donald Trump. De la desigualdad a la inseguridad Es que el eje de las preocupaciones de los chilenos se corrió de la desigualdad a la inseguridad -a la que Kast asocia con la masiva entrada de inmigrantes-, casi como si no hubiera existido un estallido social hace seis años que despertara sensibilidad social. Pese a seguir siendo uno de los países más seguros del continente, con una tasa de homicidios de 6 por casa cien mil habitantes, Chile duplicó la cifra en una década. “Basta de mentirle a la ciudadanía” “Los vamos a invitar a abandonar Chile, no vamos a regularizar ni empadronar a ninguno”, prometió Kast en el último debate sobre el destino de las más de 330 mil personas que viven actualmente sin papeles. Jara lo confrontó de plano: “¿Vas a negarles el empadronamiento? Lo peor que nos puede pasar es no saber quién está en Chile. Mandar al exterior 330.000 personas son nueve años de un avión al día de cien personas. Basta de mentirle a la ciudadanía para arañar unos votos por allí y por allá“. La estrategia de Jara en los debates ha sido más agresiva, de “sacar el pizarrón al candidato rival”, señala a PáginaI12 Cristian Leporati, profesor de Comunicación Política de la Universidad Diego Portales. “Le pide que demuestre cómo bajará sus promesas a la realidad, porque la retórica de Kast es básicamente prometer, pero no dice cómo lo hará. Sin embargo, es tan fuerte la pérdida de imagen de la derecha tradicional y de la izquierda, que le pones enfrente a Kast reciclado y la gente le cree. La gente quiere escuchar que van a sacar a los migrantes, quiere saber que se va a acabar la delincuencia. Se olvida de que el candidato va en contra de los derechos de las mujeres y de que es xenófobo”. Miembro del movimiento católico conservador Schönsatt y defensor del modelo tradicional de familia, Kast está casado y es padre de 9 hijos. Este admirador de Pinochet se pronunció en el pasado contra el aborto, la anticoncepción, el divorcio y el matrimonio igualitario, en particular durante la campaña presidencial que lo enfrentó a Boric. Consultado en noviembre sobre su oposición a la venta de la píldora del día después, Kast respondió: “Soy la misma persona”. En contraste, Jara representa la amplia coalición de izquierda Unidad por Chile y promete un gobierno “de equidad e igualdad entre hombres y mujeres”. También planea impulsar un proyecto para legalizar el aborto hasta las 14 semanas de gestión. Hoy se limita la interrupción del embarazo en tres causales. Jara está divorciada del padre de su hijo y con su actual pareja no conviven. “Es un pinche puertas afuera”, ella misma define su relación con Claudio Rodríguez. Jara defiende haber logrado la reducción de la jornada laboral en Chile de 45 a 40 horas semanales, que impulsó el gobierno de Boric y fue aprobada por el Congreso: “Es una buena ley y quedó bien diseñada”. Su gestión también fue clave en el avance de la reforma previsional. Una de sus principales propuestas es el ingreso mínimo vital de 750.000 pesos (unos 795 dólares) para que le alcance el salario a los trabajadores. La candidata, quien enfrentó una campaña marcada por el anticomunismo que existe en parte de la sociedad chilena, dijo que si llega a La Moneda, “suspenderá o renunciará al partido”, buscando trascender esa desconfianza. Jara ha puesto en evidencia que el plan de Kast de recortar hasta 6.000 millones de dólares del gasto del Estado en 18 meses implicará un ajuste en temas clave. “Yo no les voy a bajar los impuestos a los ricos como propone Kast. No voy a disminuir el gasto social como propone Kast, porque quiero más carabineros en las calles, más profesores en las aulas y más iluminación en las calles”. Su rival ultra insiste con que ella es la continuidad de Boric, un mandatario que cuenta con la magra aprobación del 30 por ciento y la promesa incumplida de cambiar la Constitución de la dictadura. “Chile se cae a pedazos”, fue la frase trillada de Kast en esta campaña. Leporati sostiene a este diario que en parte ha sido efectiva la narrativa de la ultraderecha apoyada por los medios de comunicación. “Si tú analizas, por ejemplo, cifras de las exportaciones de Chile, este año van a ser históricas. Hay una cantidad de signos de que está marchando bien la economía, pero la retórica de la oposición desde hace tiempo es que está todo mal, no te olvides que el eslogan de la campaña de Kast es que ´estamos en una emergencia nacional´, como fundamento para gobernar por decreto. Tú también lo vives en Argentina con Milei : los medios de comunicación afines a los conservadores están construyendo un clima de caos total”. El factor Parisi El lote de votos codiciado por Jara está en el Partido de la Gente. Según voces expertas, la tendencia del perfil de electorado que sigue a Franco Parisi es claramente de cambio. Ya en 2021, Parisi había tenido una importante cantidad de votos pese a haber hecho campaña en Estados Unidos. “Es un líder conservador, populista. El Partido de la Gente es populista y apolítico, no tiene una ideología clara, tiene la ideología del mall, de la sociedad de consumo, más bien materialista. Son votantes que no saben mucho de política -afirma Leporati- pero están cansados de las promesas de de la izquierda tradicional y de la derecha tradicional, y quieren un cambio. De los estudios de opinión que se han hecho, un 70 por ciento votaría por Kast y un 30 por ciento por Jara”. Congreso El presidente que salga de las urnas tendrá que lidiar a partir del 11 de marzo con un Congreso sin mayorías parlamentarias, donde el bloque de derecha y ultraderecha está a dos diputados de la mayoría (76 de 155) y empatado con la centroizquierda e izquierda en el Senado. El Partido de la Gente de Parisi actuará como bisagra en el armado de consensos. Parisi ya lo anticipó: “Si Kast quiere eliminar las libertades, vamos a ser su peor pesadilla. Si gana Jara y aumenta el gasto social, vamos a ser su peor pesadilla”. Este domingo, Chile decidirá si elige a la primera presidenta comunista desde el retorno de la democracia o si, por el contrario, se decanta por el presidente más corrido a la derecha desde el dictador Pinochet.
Ver noticia original
.gif)
Examedia © 2024
Desarrollado por