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» Elterritorio
Fecha: 13/12/2025 23:20
María Knorz, de Jardín América, desarrolla esta práctica desde hace más de una década y trabaja de manera presencial y virtual según prefiera el paciente. sábado 13 de diciembre de 2025 | 23:21hs. Se utilizan gotas para tomar o para aplicar en el cuerpo. //Foto: Esteban González. Desde una experiencia personal atravesada por la sensibilidad emocional, María Knorz (50) inició hace 13 años su camino en la terapia floral, un abordaje que trabaja sobre las emociones desde una dimensión vibracional. Formada en el Sistema de Flores Misioneras, desarrolla una práctica basada en el uso de especies de la región. “Comencé esta actividad hace 13 años, surgió porque soy una persona muy sensible a las energías. En ese momento sentía muchas emociones juntas a veces sin sentido, no entendía qué me pasaba, hasta que una mujer conocida me comentó que en Misiones existía una pareja que trabajaba en este ámbito. Yo sabía que las flores emanan energía y algunas personas sensibles las pueden sentir y al ser terapeuta floral se puede comprender y ayudar a los demás a movilizar las emociones”, dijo a El Territorio. Cuando se enteró de que podía formarse y comprender ese rubro, se inscribió al curso sin dudarlo. Así comenzó su camino como terapeuta floral del Sistema de Flores Misioneras, en el cual se utilizan flores de la zona de la provincia, lo que lo convierte en un método efectivo, preciso y eficiente para aportar sus conocimientos a sus pacientes. Asimismo, María comentó que la terapia floral es un método que “sirve para movilizar emociones y bloqueos, destrabar situaciones, limpiar y proteger a la persona, a algún lugar o a un objeto, y ayudar a transitar y superar situaciones de la vida cotidiana”. Estas prácticas, señala, “trabajan de manera vibracional, movilizan energías que se encuentran estancadas, bloqueadas o desarmonizadas, ya sea a nivel personal o del entorno, y aportan claridad, armonía, tranquilidad, relax y alegría, aspectos que día a día se buscan para alcanzar una vida más plena, armoniosa y gratificante”. Pueden acercarse todas las personas, desde embarazadas, bebés y niños, hasta los más ancianos; inclusive, también se utilizan las flores en animales, en casas, negocios, oficinas, escuelas, institutos de aprendizaje y trabajos varios. “Las flores que están en tu casa, en las veredas, en las plazas, en la casa de la vecina están aportándote todo el tiempo su energía para tu mejor vivir; su uso es súper versátil, para la situación que se te ocurra”, sostuvo. En la misma línea, la mente suele buscar el control y dominar las situaciones, mientras que la terapia floral, “al ser vibracional, eleva la energía de la persona o de la situación y permite que las emociones circulen y se desbloqueen”. En ese proceso, los cambios se producen de manera profunda y sutil, por lo que no siempre se perciben de inmediato, especialmente en personas más mentales, que suelen impacientarse al esperar transformaciones rápidas, aunque el proceso se da de forma progresiva y en armonía. “Tanto yo como mis colegas que están por toda Argentina, Paraguay y Europa trabajamos bien. Cuando alguien comienza a ver los resultados de estas terapias, las buscan para todas las situaciones, es una maravilla”, agregó. Los turnos se dan con antelación y se acuerdan el día y la hora. La terapia se puede brindar de manera presencial o virtual: en el primer caso, la persona se retira de la sesión con su frasco floral, que son unas gotitas que se toman y, en algunos casos, llevan atomizadores para aplicar en el cuerpo o en el lugar; cuando es virtual, las gotitas, los atomizadores o ambos se envían por algún medio de transporte. “Sabemos que toda enfermedad o malestar es una manifestación de la emoción no transitada ni resuelta. Por eso tratar la emoción y soltarla antes de que se manifieste en el cuerpo es fundamental”, concluyó.
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