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  • Naturaleza y agricultura

    » Diario Cordoba

    Fecha: 13/12/2025 22:04

    La cultura de la antigua Grecia, como la imperial y poderosa grecorromana, que de un modo u otro impregna, desde el lejano ayer hasta el hoy presente al mundo occidental, se enmarca cuán principio rector en la importante cosmovisión dada por la Naturaleza, de la que toman sus advocaciones muchas de aquellas sus helenísticas y míticas deidades, situándose dentro de estas el encajado entramado de la Agricultura, de consuno con la Ganadería, productos del trabajo y de la necesidad de sobrevivencia parabién del ser humano; unas prácticas que de épocas anteriores ya venían experimentadas y rodadas en el marco de la llamada media luna fértil comprendida en terrenos de la Mesopotamia, Asiria y Egipto, principalmente. Siendo los fundamentales cultivos los cereales, el vino y el aceite de oliva. Dentro de este concierto geopónico la función edafológica del suelo donde se cultiva, que presta la Naturaleza, emerge como básica y trascendental y sobre el que agua, plantas y animales, salvajes o domesticados, crecen y se desarrollan con una participación preeminente. Y con todo ello la tierra cultivable: despensa de organismos, procesos y nutrientes que posibilitan el crecimiento vegetal, no obstante propensa a la vulnerabilidad; el recurso hídrico restringido y finito; las incidencias climáticas limitadoras de las producciones rurales, como, por ejemplo, en general en Andalucía: una tierra feraz bajo un clima feroz; la desforestación que altera el ecológico equilibrio vegetal. Y hasta la biodiversidad que puede encontrarse coadyuvada por prácticas agrícolas que la posibiliten, afectando a los usos habituales consuetudinarios, como la utilización excesiva de fitosanitarios, o de algunas especies herbáceas no idóneas. De la madre Naturaleza es hija la Agricultura. Esta delicada fémina, cuyo partero el hombre fue, nunca ha perdido la relación con su progenitora, requiriendo constantes cuidados y mejoras y la transformación de las prácticas que sobre ella se aplican, pues una agricultura que respete la naturaleza no sólo es posible sino menester. *Doctor ingeniero agrónomo y licenciado en Derecho

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