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» Diario Cordoba
Fecha: 13/12/2025 01:03
"Se me ha revuelto el estómago. Qué horror", es la sensación que un alto dirigente de la dirección socialista confesaba tras conocerse la renuncia de un miembro de la Ejecutiva del PSOE en mitad del estallido de los casos de acoso sexual que está recorriendo el partido. Un goteo continuo de casos que genera "enfado" y "frustración"; "tristeza" y "rabia". Pero sobretodo una sensación de "desconcierto". Muchos de los dirigentes consultados por este periódico no entienden qué está pasando en su partido. Se sienten "engañados" por compañeros en los que confiaban y de los que no esperaban este tipo de compartamientos que están saliendo a la luz. Pero "después de lo de Santos Cerdán, que no parecía nada, ya me creo todo", reconoce un miembro de la Ejecutiva federal. Tras el estallido en julio del 'caso Salazar', que obligó a Pedro Sánchez a apartarlo de sus cargos en el PSOE y en el Gobierno, en la dirección socialista creían tener acotado este asunto a una manzana podrida. Pero la reapertura del asunto por la tardanza en el partido de abordar el expediente -cerrado hoy tras cinco meses-, provocando incluso unas disculpas y asunción de errores en primera persona por parte del presidente, ha derivado en un estallido de denuncias, un auténtico me too en las filas socialistas que ya se ha llevado por delante cargos públicos y situado en el punto de mira a otros tantos. Y eso ha pasado en las últimas horas donde, tras varias informaciones y decisiones del partido, a los ceses o salidas de Paco Salazar y Javier Izquierdo de la Ejecutiva federal, de Antonio Hernández de La Moncloa y de la dirección del PSOE-A, se suma la marcha de José Tomé como presidente de la diputación de Lugo, de la secretaria de Igualdad del PSOE gallego por no actuar, y la renuncia del alcalde del municipio cordobés de Belalcázar. Así como el enroque en su puesto de Antonio Navarro al frente del PSOE en Torremolinos y cuya denuncia por acoso es la única que hay, por ahora, en manos de la Fiscalía. Además, este viernes también se ha conocido que Ferraz investiga una denuncia por acoso sexual y otra por acoso laboral contra Toni González, alcalde del municipio valenciano de Almussafes y número dos del partido en la provincia. Archivo - Francisco José Salazar, ex secretario general de Coordinación Institucional en Moncloa / UIMP - Archivo Desde el punto de vista político, y más cuando se inicia el ciclo electoral en Extremadura, irá luego Aragón, Castilla y León y Andalucía, en el PSOE reconocen que "esto nos está matando". "Hace más daño que la corrupción", admiten sin ambages dirigentes de distintas federaciones socialistas, porque daña al ideario del partido y a un electorado, las mujeres, que no perdonan este tipo de conductas. Por eso la crítica a la actuación de la dirección en el 'caso Salazar' se canalizó por las secretarías territoriales de Igualdad. A ello le suman los ecos de los mensajes entre Koldo García y el exministro y secretario de Organización socialista José Luis Ábalos -ambos ahora en prisión a la espera de juicio oral- que provocaron más indignación que su corrupción. Pese a todo el coste político y el daño, hay quien lee algo positivo de todo lo que está ocurriendo. "La tolerancia de las mujeres a estos casos ha estallado y se denuncia". Tras años de silencio, y de tapar lo que era en algunos casos "un silencio a voces", celebran que las mujeres hayan dado el paso de no aguantar más. Por eso lamentan aun más que no hayan sabido acompañar a las víctimas desde el inicio. En lo que sí tienen claro en el PSOE es en que no admiten "lecciones" de otros partidos porque en la Ejecutiva "no se ha tapado nada" sino que se ha pecado, dicen, de falta de diligencia. Pero se ha actuado, concluyen, y los acusados han dejado la militancia, sus cargos o tienen un expediente abiero para analizar lo ocurrido. Una idea a la que se aferró la secretaria de Organización, Rebeca Torró, en su comparecencia en rueda de prensa -la primera desde que en julio accedió al cargo tras el estallido del caso Santos Cerdán- al insistir en que "se ha fallado en la comunicación" con las víctimas, en la celeridad del caso, pero que tras esta situación, que calificó como “un antes y un después”, “el PSOE va a ser implacable” e “incansable para seguir poniendo en pie mecanismos que acaben con esta terrible realidad que algunos se empeñan en negar”. Es más, subrayó que cero críticas de los que “niegan la violencia machista y recortan los derechos de las mujeres allí donde gobiernan”, aludiendo a PP y Vox. Un mensaje en la misma línea que el manifestado el sábado por Pedro Sánchez, cuando asumió el error "en primera persona", y que el presidente se ha encargado de reforzar él mismo internamente para que no decayeran los ánimos -también está el temor a que se extienda el desánimo en la militancia-. Porque, defienden, una cosa es admitir fallos y otra olvidar que el PSOE, dijo Torró, "ha escrito la historia feminista de este país", porque “hoy España es un país feminista gracias a los Gobiernos del PSOE, y así seguirá siendo”. En este estallido de casos muchos dirigentes socialistas y el propio Sánchez reconocen "fuego amigo". Pero insisten en que estas situación no se produciría si antes no hay unos "guarros" que piensan con la "bragueta". No obstante, creen que el presidente debe tomar nota de los movimientos a futuro y de las cuitas que se están cobrando desde algunos territorios. Es más, lamentan el silencio de Sánchez y demandan actuaciones del secretario general del PSOE. El presidente del Gobierno tiene previsto comparecer este lunes para el tradicional balance anual del Ejecutivo.
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