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Concordia » Despertar Entrerriano
Fecha: 13/12/2025 00:31
En un año atravesado por dificultades económicas y desafíos propios de las instituciones sociales, el Club José Nicolás Russo transita el 2025 con la convicción de siempre: sostener sus actividades, seguir creciendo y mantener vivo un espacio histórico para la comunidad. Así lo expresó su presidente, Daniel Cutro, en diálogo con Despertar Entrerriano, donde repasó la realidad actual del club, los retos y proyectos pensando en lo que viene. Daniel no oculta que la situación económica golpea a todos los clubes. Sin embargo, destaca que han sabido mantenerse gracias al trabajo conjunto y a la presencia de profesionales que colaboran dentro de la institución: “La verdad venimos bien; es un poco complicado por el tema de los costos de las cosas”, señaló. Aun así, resaltó que “gracias a Dios tenemos profe de gimnasio, profe de danza, tenemos actividades, entonces se hace un poquito más llevadera la transacción económica”. Ese equilibrio, aunque frágil, permite que el club siga funcionando y proyectando, incluso en un contexto en el que, como él mismo admite, todo “está sacrificado”. El Club José Nicolás Russo es, ante todo, una referencia del deporte de las bochas en Concordia. Cuenta con dos canchas, una de ellas sintética, además de un gimnasio, salón de danza y una cancha de pádel que hoy enfrenta poco movimiento por la preferencia actual del público por superficies alfombradas. “El club es de bochas”, remarcó el presidente, y recordó que la institución ha sido históricamente una de las más ganadoras del deporte en la ciudad: “Ha tenido grandes jugadores, es un club que tiene mucha historia. Hoy no tenemos los mejores, pero el club sigue teniendo su chapa histórica”. A nivel competitivo, el 2025 quedó más ligado a lo local, ya que, como explicó, la rotación entre ciudades no permitió al club recibir grandes torneos este año. En materia social, el club continúa funcionando como un punto de encuentro para diversas actividades. Mientras el gimnasio y las disciplinas que lo acompañan manejan su propio esquema, el movimiento principal del club pasa por los eventos locales y por el uso de los salones por parte de profesores o grupos. Este 2025, reconoce Cutro, no fue tan intenso como otros años, pero igualmente “la gente se portó diez” cuando hubo actividades que lo necesitaban. Uno de los temas que más preocupa al presidente es el recambio generacional. Según explica, el deporte perdió atractivo entre los más jóvenes porque los padres priorizan disciplinas más populares: “Todo padre que nace un chico no le pone una bocha a la mano, todos quieren que sean Messi”, dijo entre risas. Pero detrás del comentario hay una problemática concreta, sostener los deportes amateurs es cada vez más difícil. Por eso, uno de los objetivos inmediatos del club es impulsar acciones en escuelas para dar a conocer la actividad: “Muchos chicos ni saben, piensan que es para viejos, y nada que ver. Hay sub-9, sub-12, sub-15, sub-17, sub-20, sub-23 con actividades todo el año”, recalcó. El 2025 también fue un año de obras importantes puertas adentro: la institución avanzó con la construcción de tribunas en la cancha de bochas y con arreglos en el salón parrilla. Todo, como siempre, con el esfuerzo de la comisión y sin grandes aportes externos. “La ayuda política acá es muy poca”, lamentó Cutro, aunque destacó el apoyo recibido años atrás. Recordó especialmente la gestión de Marcelo Cresto cuando era Director de Deportes: “Nos dio una mano terrible cuando la necesitamos, con pintura, luces, hasta una moto para rifar”. Hoy, en cambio, cada gasto se siente el doble: “Tenemos costos de agua, de luz, de impuestos, rupturas Y todo eso te complica”. Pese a las dificultades, la comunidad continúa acompañando: “En ese sentido, la verdad estoy agradecido con toda la gente”, expresó Cutro, destacando que siempre que organizan rifas, pollos o campeonatos, la respuesta es positiva. Sin embargo, admite que se volvió muy difícil cobrar la cuota social: “La gente te dice: ‘¿Para qué voy a pagar si no tengo un beneficio?’”, explicó. Antes, recuerda, muchos eran socios simplemente “por colaborar”. A pesar de los problemas y del trabajo constante, el presidente se muestra conforme con el balance final del 2025: “Estamos en superávit, para nosotros es una eternidad no estar poniendo plata”, celebró. Aunque reconoce que cualquier obra importante supera ampliamente la capacidad económica del club, se las ingenian con trabajo y solidaridad interna para avanzar paso a paso. De cara al próximo año, el principal objetivo es poner en marcha una escuelita de menores que permita nutrir al deporte base. Con que cada categoría sume apenas tres niños, el club ya se sentiría encaminado. Además, mantienen vivo un sueño ambicioso, poder construir la segunda cancha sintética: “Estamos hablando de un costo altísimo. Tenemos materiales comprados, pero falta más de la mitad”, reconoció Daniel. Aún así, insiste en que la meta sigue “vigente”. En un cierre más personal, el presidente se permitió reflexionar sobre su rol dentro del club: “Yo me crié ahí, no quise ser presidente, me eligieron los chicos”, confesó. Asegura que se define como alguien “embalador”, de los que siempre quieren hacer cosas, y que el afecto lo puede más que cualquier cansancio. “El club es mi segunda casa, amor es poco”, expresó con emoción. Y aunque admite que ha pensado en renunciar muchas veces, siempre termina regresando: “El club es tu familia, es tu amistad, es tu parte de la vida. Lo resumo todo en amor y pasión”. Fuente: Despertar Entrerriano
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