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Parana » ER 24
Fecha: 12/12/2025 17:20
LAURA RUPP PRESIDENTE MUNICIPAL DE EL PINGO JUNTO A INTENDENTES PERONISTAS DEL INTERIOR ENTRERRIANO LEVANTAN BANDERAS: GESTIÓN, SERIEDAD Y VUELTA A LAS BASES. En un encuentro gestado en Diamante, una nueva camada de líderes territoriales forjan una agenda de construcción amplia, marcando distancia de las estructuras tradicionales y priorizando la gestión sobre la retórica y los formalismos. DIAMANTE, ENTRE RÍOS. El encuentro se sintió más como una asamblea de gestión que como una cumbre política. En una provincia que a menudo mira hacia sus grandes centros urbanos, Diamante, una localidad que sintetiza la identidad rural y productiva de la región, se convirtió en el punto de encuentro de una generación de dirigentes obligados a reinventar el movimiento popular. Lejos de los debates de la centralidad, nombres como Damián Arévalo (san José de Feliciano), Laura Rupp (El Pingo), Hernán Niz (Villa Mantero), Luis Galiolli (Hernández) y Gustavo Bastian de (San José), se reunieron bajo el paraguas del espacio militante «Diamante Puede Más». Este colectivo, que agrupa diversas vertientes y referentes civiles, demostró ser la plataforma perfecta para un mensaje contundente: la renovación debe venir del territorio y tener olor a gestión e innovación. La columna vertebral de la conversación se centró en un mensaje esperanzador respecto a la construcción de nuevas representatividades dentro de la provincia. La atención se la llevaron los intendentes cuyas gestiones operan como un manifiesto de vocación y faro, notablemente contrapuestos a los aires de retroceso del Estado que inundan la meta – política en estos tiempos. En ellos se encara una mística particular, que mezcla militancia profunda con la ejecución cotidiana que exige la complejidad de la política moderna. El consenso que primó fue la necesidad de construir «nuevas alternativas de representación». Este no es un llamado a la ruptura con el peronismo, sino a una exigencia de espacio y ampliación a otros sectores de la vida social entrerriana. Ellos son los que responden con nombres y apellidos a la demanda ciudadana. Son los que lidian con la inflación en la compra de insumos y la presión vecinal en cada una de las complejidades de los pueblos y ciudades. Su gestión es la política en su estado más puro y tangible. En la actualidad muchos de estos intendentes asumen responsabilidades y desafíos propios de los gobiernos nacionales y provinciales. Esto en un contexto de nulos aportes económicos y en muchos casos con recortes de la coparticipación, las intendencias emprenden acciones para sostener y acompañar escuelas, centros de salud, hospitales, mejoras en caminos rurales, por mencionar solo algunas de las aristas en las que han retrocedido provincia y nación. Recuperar el debate político con Argumentos y Seriedad. Existe una marcada intención de esta nueva camada de diferenciarse del ruido. El llamado a la seriedad es un pedido de mayor calidad en la discusión pública, donde el contraste de ideas prime sobre la descalificación. Se impulsa esta visión de una política que utiliza la evidencia y la planificación estratégica, demostrando que los principios de la justicia social son compatible con la modernización de la gestión. El encuentro reafirmó que «hay que volver a representar los valores de la política y de la clase trabajadora, sin olvidarse de esos trabajadores fuera del sistema o cuentapropista, a quienes por décadas se los ha marginado de la discusión”. Expresaron que están en la construcción de ejes concretos de trabajos, con ideas serias y posibles. Se trata de un armado que haga raíz en escuchar a la gente. Más allá de los cuadros técnicos (necesarios por cierto) es imprescindible ofrecer una alternativa de transformaciones que ataquen las desigualdades desde el origen, valorando el trabajo y la responsabilidad social de los actores económicos regionales. La imagen final de estos intendentes, articulando sus agendas lejos de las cámaras de la capital, es la evidencia de que se está cocinando una alternativa de representación robusta. Es la nueva generación que, desde la gestión de lo cotidiano, está redefiniendo lo que significa ser un líder peronista en la provincia.
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