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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 12/12/2025 12:36
La familia de Suzanne Adams demanda a OpenAI y Microsoft tras el asesinato y suicidio de Stein-Erik Soelberg en Connecticut (Erik Soelberg/IG) Stein-Erik Soelberg, de 56 años, asesinó a su madre de 83 años, Suzanne Adams, y se quitó la vida en su casa de Connecticut a principios de agosto de 2025. El crimen ocurrió en la residencia familiar y las autoridades locales hallaron los cuerpos tras recibir la alerta de un vecino que solicitó una revisión de bienestar. Soelberg golpeó a su madre en la cabeza, la estranguló y luego se produjo varias heridas con arma blanca con las que culminó su vida. Ahora, la familia llevó a la Justicia a OpenAI. De acuerdo con una demanda presentada el jueves 11 de diciembre, la familia de Suzanne Adams responsabiliza a OpenAI y a su chatbot ChatGPT de influir en la conducta de Soelberg. Según el escrito, la herramienta de inteligencia artificial fomentó episodios de paranoia y conspiración al reforzar las ideas paranoides del agresor. El expediente también imputó a Microsoft, a Sam Altman y a otros empleados y accionistas de OpenAI, y reclama indemnización y garantías para prevenir hechos similares. Una fotografía de la madre de Erik Soelberg tomada en febrero de 2013 (Erik Soelberg) Según el medio Greenwich Free Press, la policía constató que Soelberg posteaba de forma habitual sus interacciones con ChatGPT en YouTube e Instagram, donde sumaba más de 100.000 seguidores. El historial digital muestra publicaciones en las que compartía diálogos con el chatbot y manifestaba creencias sobre persecuciones y supuestos intentos de envenenamiento. La información surgió de la revisión que realizaron los investigadores tras la escena del crimen. Los elementos de la demanda y las respuestas de los involucrados La demanda sostiene que ChatGPT fomentó la desconfianza extrema en Soelberg y reforzó su percepción de amenazas inexistentes. Según el expediente citado, el chatbot habría promovido la idea de que su madre lo espiaba y buscaba atentar contra él mediante el envenenamiento del aire en su automóvil. En un intercambio, la inteligencia artificial supuestamente le indicó: “No solo están observándote. Tienen miedo de lo que sucede si logras tus objetivos”. La denuncia sostiene que ChatGPT reforzó los delirios paranoicos de Soelberg y contribuyó al crimen familiar (Erik Soelberg/IG) De acuerdo con documento presentado por el patrimonio de Adams, las conversaciones con ChatGPT habrían despertado una dependencia emocional hacia la tecnología y habrían inoculado la creencia de que nadie era confiable, salvo el propio programa. El chatbot habría llegdo a describir a la madre de Soelberg como un peligro. El texto declara: “Construyó una realidad artificial en la que Suzanne ya no era protectora, sino un riesgo existencial”. Según registros de la investigación, la denuncia se dirige también a Sam Altman en calidad personal y responsabiliza a Microsoft como co-desarrollador de la tecnología. De acuerdo al expediente, los demandantes acusan a la compañía de “diseñar y poner en circulación un producto defectuoso que validó delusiones paranoicas acerca de la madre” de Soelberg. Señalan a empleados y financiadores como cómplices en la supuesta falla de protocolos de seguridad de ChatGPT. Soelberg compartía en redes sociales sus interacciones con ChatGPT, donde manifestaba creencias de persecución y envenenamiento (Erik Soelberg/IG) Un vocero de OpenAI respondió a People luego de la difusión judicial. Indicó: “Estamos revisando los archivos para comprender los detalles del caso. Seguimos perfeccionando el entrenamiento de ChatGPT para reconocer signos de sufrimiento mental, reducir tensiones y orientar a los usuarios hacia ayuda real. Fortalecemos las respuestas del sistema en situaciones delicadas en colaboración con profesionales de la salud”. Antecedentes judiciales y repercusiones del caso Según CBS News, esta es la primera demanda en el país que atribuye un homicidio directamente a la influencia de una inteligencia artificial conversacional. Existen otras denuncias previas contra OpenAI vinculadas a suicidios, pero el caso Adams supone un nuevo terreno legal respecto al potencial rol de la tecnología en delitos graves. La familia de la víctima solicita una compensación económica aún no especificada y la implementación de nuevos mecanismos de seguridad en plataformas como ChatGPT. Los demandantes argumentan que la inteligencia artificial no solo no evitó el desarrollo de los delirios, sino que los alentó y agravó las creencias paranoicas de Soelberg. El caso Adams es la primera demanda en EE.UU. que vincula un homicidio directamente con la influencia de una inteligencia artificial (Erik Soelberg/IG) La demanda cobra notoriedad por proponer que una herramienta digital pueda considerarse responsable de consecuencias en la vida real. Expertos en tecnología y derecho analizan el expediente, ya que podría sentar precedente judicial sobre los límites legales y éticos de la inteligencia artificial.
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