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Parana » AIM Digital
Fecha: 11/12/2025 12:35
La cumbre presidencial del Mercosur finalmente se realizará el próximo 20 de diciembre en Foz de Iguazú, tras días de tensión por el cambio de calendario impulsado por Brasil. Según información a la que accedió AIM, las gestiones reservadas entre cancillerías permitieron destrabar la asistencia de Paraguay y reencauzar una negociación que estuvo al borde de un nuevo fracaso. Fuentes diplomáticas consultadas por este medio aseguraron que la concreción del encuentro quedó atada a la definición que el Consejo Europeo tomará el martes 16, instancia clave para habilitar la firma del acuerdo comercial entre el Mercosur y la Unión Europea, pendiente desde hace más de dos décadas. Un acuerdo de veinte años y múltiples reincidencias Especialistas en comercio exterior consultados por AIM recordaron que la negociación formal del tratado comenzó en 1999. El preacuerdo técnico alcanzado en 2019 se frenó por objeciones ambientales, diferencias sobre compras públicas y exigencias adicionales de estándares paraarancelarios por parte de la UE. La deforestación en la Amazonía, las asimetrías productivas y la preocupación europea por el impacto en su sector agropecuario fueron los principales obstáculos, confirmó AIM a partir de documentos de la Comisión Europea y del Servicio de Acción Exterior. En paralelo, think tanks como el Instituto Jacques Delors y el German Institute for Global and Area Studies (Giga) han señalado que el pacto podría aumentar el comercio bilateral en torno al veinte por ciento en la próxima década, aunque advierten que su implementación exigiría fuertes adaptaciones regulatorias para los países del Mercosur. Tensiones internas y negociaciones silenciosas La decisión de Brasil de trasladar la cumbre del 2 al 20 de diciembre generó rechazo inmediato en Paraguay, que notificó formalmente que no asistiría. También Argentina había expresado su preferencia por mantener la fecha original. Sin embargo, informaron a AIM fuentes del entorno de los equipos negociadores que los gobiernos de Javier Milei y Santiago Peña reforzaron en los últimos días una coordinación política que permitió revertir la posición paraguaya. Según pudo saber AIM, el canciller argentino Pablo Quirno mantuvo reuniones reservadas con su par paraguayo Rubén Ramírez Lezcano para garantizar la presencia del país vecino y ordenar la agenda regional. Esos contactos se dieron tras un intercambio anterior en Montevideo con autoridades uruguayas, que también seguían con preocupación la indefinición de la cumbre. Del lado brasileño, Lula da Silva continuó defendiendo públicamente la necesidad de sellar el acuerdo con Europa este año, pese a las reticencias de socios regionales. Según constató AIM en declaraciones oficiales, el mandatario sostuvo que el día 20 era "ineludible" y que, de no lograrse la presencia de Paraguay, el pacto igualmente debía rubricarse con la UE. El foco en Bruselas: apoyos, vetos y condiciones La votación en el Consejo Europeo será determinante. Se requiere el respaldo del cincuenta y cinco por ciento de los países que representen al sesenta y cinco por ciento de la población comunitaria. Francia y Polonia ya anticiparon su rechazo, recordaron a AIM fuentes del Parlamento Europeo. Italia, pese a la buena sintonía bilateral entre Giorgia Meloni y Milei, mantiene reparos por el impacto en la agricultura y exige garantías adicionales. De avanzar la aprobación, Ursula von der Leyen viajaría a Brasil para formalizar la firma. Si no se alcanzan los apoyos necesarios, el Mercosur deberá reabrir discusiones o reformular tiempos, confirmaron voceros europeos. Nuevas presiones desde la Eurocámara La Comisión de Comercio Internacional del Parlamento Europeo avaló esta semana una propuesta para endurecer las cláusulas de salvaguarda del acuerdo, lo que obliga a activar investigaciones ante variaciones del cinco por ciento en las importaciones o en los precios de productos sensibles. El objetivo es reducir el riesgo de que oleadas de exportaciones agrícolas afecten a productores europeos. Según información a la que accedió AIM, el cambio generó preocupación en gobiernos que buscaban evitar reabrir el texto. Sin embargo, en Bruselas confían en que estas modificaciones no impedirán avanzar en la aprobación del acuerdo en esta etapa. Qué espera el Mercosur y qué está en juego Si todo se alinea, la cumbre de Foz de Iguazú no solo habilitaría la firma con la UE, sino también concretaría el traspaso de la presidencia pro témpore de Brasil a Paraguay. Para el bloque, sería una señal de estabilidad tras meses de tensiones y un intento por recomponer una agenda común en comercio exterior, transición energética y economía digital. Informaron a AIM especialistas consultados que, de lograrse el pacto, la región accedería a un mercado de más de cuatrocientos cincuenta millones de consumidores, con reducciones arancelarias progresivas y mayores exigencias ambientales y técnicas. Aun así, advierten que el debate sobre los plazos de implementación, las cuotas agrícolas, las compras públicas y las reglas de sustentabilidad continuará abierto más allá de la firma.
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