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Paraná » 9digital
Fecha: 11/12/2025 10:04
El domador El carnicero era jinete y detrás de la vitrina acomodaba cuadros con su imagen de gaucho: espuelas afiladas como colmillos una faja con monedas antiguas en su cintura las alforzas de la bombacha empuñándose en los tobillos la boina no caía y su cuerpo tampoco. Un abrojo sobre el lomo de la bestia que se agitaba hasta querer revolcarse sobre el largo de su columna. Mientras cortaba costillas de novillos el hueso rugía contra el cuchillo eléctrico caían pequeños trocitos de grasa blanca como una nieve que no llegaría jamás a ese pueblo. El carnicero preguntaba si quería algo más mientras refregaba las palmas en un trapo sangriento. Después afilaba un diente enchapado que relucía en su sonrisa. Llamaba a los perros y les arrojaba patas vaciadas de carne huesos limpios hasta de tendones. Acariciaba sus lomos hincado junto a ellos, controlaba que sus caballos tuvieran agua y volvía con el sonido de la campanita que sonaba en la puerta cada vez que un cliente entraba al negocio. Como trajes en un armario esperaban quietas las mitades de vacas peladas que podía levantar con un solo brazo. Después metía sus pies en alpargatas de carpincho y salía a silbar junto a los pájaros el carnicero creía volar encima de sus potros mientras rebanaba nubes con la fusta.
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