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» Derf
Fecha: 11/12/2025 06:18
El magnesio participa en múltiples procesos del organismo humano, desde la producción de energía hasta el control del azúcar en la sangre. Lo obtenemos de la dieta, pero también lo podemos encontrar en suplementos para complementar la alimentación. En particular, en las mujeres, tiene diferentes aportes para cada etapa de su vida. Cumple roles especiales en el inicio del periodo fértil, en la menopausia y en el embarazo. A continuación, los beneficios del mineral para el cuerpo y la manera correcta de consumirlo. Mejora la inflamación Tiene propiedades antiinflamatorias, por lo que podría ser útil durante el síndrome premenstrual para quienes padecen la sensación de hinchazón. Uno de los abordajes que más resultados positivos demostró fue la combinación de suplementos del mineral junto con vitamina B6. Dos meses de tratamiento suelen ser requeridos, como mínimo, para notar diferencias. Reduce los dolores menstruales Ayuda a reducir los dolores y calambres menstruales en quienes sufren dismenorrea. Para ellas, una dosis entre 150 y 300 miligramos diarios sería efectiva para mejorar los síntomas. Disminuye el riesgo de migrañas Las personas con migrañas suelen presentar niveles más bajos de magnesio en su sangre que el resto de la población. Esta enfermedad es mucho más frecuente en mujeres que en hombres. Además, pueden intensificarse durante la menopausia y justo antes del periodo. Por lo tanto, mantener concentraciones adecuadas del micronutriente podría disminuir la frecuencia de las crisis migrañosas. Apoya al equilibrio del estado de ánimo Durante la menstruación y también en la menopausia, el humor puede cambiar por acción de las hormonas. La suplementación con magnesio, en caso de diagnosticarse una deficiencia, podría ser de ayuda para complementar un tratamiento dirigido a estabilizar los trastornos del estado de ánimo. También tiene acción sobre la depresión. Las mujeres posmenopáusicas y con signos de depresión clínica suelen registrar un nivel menor de magnesio en su organismo. Disminuye los signos del síndrome de ovario poliquístico Este síndrome afecta a muchas en su edad fértil. Cursa con diversos problemas, como irregularidades en el periodo, acné, exceso de vello corporal e infertilidad. Una de sus características es la resistencia a la insulina. El magnesio ayuda a metabolizar el azúcar, por lo que contrarresta, en parte, esta resistencia. En las mujeres que reciben magnesio combinado con vitamina E para este síndrome, se encontraron resultados que van más allá del azúcar. Ellas también mostraron una reducción en los niveles de triglicéridos y colesterol LDL en su sangre. Mejora los síntomas de la endometriosis Es el crecimiento del tejido que normalmente se encuentra dentro del útero, pero fuera de él. Sus síntomas principales son el dolor pélvico y la inflamación. Ya que el magnesio tiene acción antiinflamatoria, podría ser positivo en este contexto. Además, tiene la capacidad de relajar el músculo liso, por lo que disminuye las molestias asociadas a calambres y cólicos por culpa de esta enfermedad. Reduce la presión arterial Después de la menopausia, las mujeres tienen un riesgo aumentado de sufrir hipertensión arterial. A su vez, la situación incrementa las posibilidades de padecer una enfermedad cardiovascular. El magnesio contribuye a reducir algo de los valores de presión, debido a que relaja también el músculo liso de los vasos sanguíneos. Es así que se recomienda aumentar la ingesta de alimentos con el micronutriente en las que están alrededor de los 40 años, durante la posmenopausia y si hay diagnóstico de hipertensión arterial. Previene problemas durante el embarazo La deficiencia de magnesio en embarazadas se relaciona con parto prematuro, contracciones uterinas aumentadas y con retraso del crecimiento intrauterino. Por otro lado, en mujeres con factores de riesgo, la suplementación con el mineral podría prevenir la preeclampsia (presión arterial alta en el embarazo) y la eclampsia (una situación grave, que incluye convulsiones). El sulfato de magnesio forma parte de los protocolos para tratar ambas condiciones. En estos casos, se administra bajo supervisión médica y en forma intravenosa. Previene la osteoporosis Las mujeres son más susceptibles a sufrirla, en parte, porque los niveles de estrógenos se reducen drásticamente tras la menopausia y ello conduce a una pérdida aumentada de calcio. El magnesio es clave para la salud ósea, y se encontró que las mujeres con osteoporosis suelen tener menores niveles del micronutriente en su sangre. El cuerpo lo necesita para formar hueso y conservar el equilibrio de vitamina D. Esta última ayuda a absorber el calcio, fundamental para fortalecer los huesos. Reduce los sofocos Los calores tienen su origen en un desequilibrio hormonal de serotonina en el cerebro. El magnesio tiene propiedades neuroactivas que ayudarían a revertir ese equilibrio que se pierde. Mejora la calidad del sueño en la menopausia Las mujeres que atraviesan la menopausia son más propensas a sufrir problemas de sueño y el magnesio puede ayudarlas, ya que interacciona con el receptor GABA, lo cual induce la calma y la tranquilidad. La principal fuente de magnesio es la dieta. Llevar una alimentación balanceada que incluya alimentos como las espinacas, la palta o la avena, es suficiente para llegar a la ingesta diaria recomendada. También es posible obtenerlo mediante suplementos. Suelen indicarse solo cuando hay una deficiencia comprobada, por lo tanto, deberían consumirse únicamente bajo recomendación médica. Hay varios tipos que pueden recetarse y lo evaluará el médico. A veces, es mejor la presentación en citrato, si se trata de trastornos menstruales, mientras que el glicinato parece ser idóneo para abordar problemas de sueño. En cuanto al momento del día para su consumo, también es variable. Si buscás aumentar tu energía en la posmenopausia, es posible que te recomienden tomarlo en las mañanas. Si querés dormir mejor, tendrás que ingerirlo de noche. Es común la recomendación de tomar los suplementos con las comidas para evitar molestias digestivas. En caso de exceder los valores recomendados, podrías exponerte a varios efectos secundarios, como diarrea, náuseas y cólicos intestinales. A largo plazo, las sobredosis se asocian a un ritmo cardíaco irregular. Además de tener en cuenta si consumís otros fármacos, ya que pueden interactuar con los mismos y traer problemas de salud.
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