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  • "El chico del drone": "Cuando nos elevamos, apreciamos de otra manera el paisaje"

    » Data Chaco

    Fecha: 11/12/2025 03:41

    "El chico del drone". Fernando Talamona Indurain, más conocido como "El chico del drone", visitó el programa "El Garage de Data", donde contó detalles del trabajo que viene desarrollando con esta nueva tecnología. "Empecé en la zona de Cuyo. Trabajaba en Mendoza y en San Luis con energías renovables. En una de las obras, un socio tenía un drone y hacía todo el registro con esta herramienta. Siempre me gustó y pensaba que era divertido, hasta que en un momento junté unos pesos y compré el primer drone. De ahí agarré viaje con ese mundo, de forma autodidacta", relató. "Arranqué con un drone barato de marca china, y luego mejoré. Fui probando, choqué drones, los arreglaba, compraba drones rotos para arreglarlos. Así fui mejorando los vuelos y las tomas. Cada vez es más fácil manejar uno. Lo primero es aprender hacer tomas más cinematográficas", sostuvo. Por otro lado, contó que existe una comunidad en WhatsAapp, llamada "Droneros argentinos", así como en otras redes sociales, donde cada uno comparte sus trabajos, experiencias, novedades, y van aprendiendo mutuamente. "Ahora estamos armando un grupo del NEA", señaló. "El drone no es mi actividad laboral principal, lo hago como hobby y como emprendimiento digital. Hay una comunidad muy grande y lo que se comparte ahí es muy valioso", enfatizó. Fernando Talamona Indurain. Sobre sus intereses a la hora de filmar, Fernando contó que le atrae el turismo, la naturaleza, y los paisajes en general. "Cuando vine a Resistencia, salía con el mate y el drone al lado, mirando, observando. El puente siempre se ve lindo, la costanera de ambos lados, la Isla del Cerrito, o la misma ciudad de Resistencia, con el tema de los lapachos, por ejemplo. Todo ese paisaje verde es algo a lo que no estaba acostumbrado en Cuyo", dijo. Asimismo, la primera toma de alguna ciudad que lo impresionó fue en San Luis. "Fui a un trekking, caminando dos horas por montañas hasta llegar a un lago o cascada, y eso fue lo primero que me gustó para dedicarme. Mis viejos viven en Mendoza, al ir a San Rafael, hay lugares que se aprecian mucho. Cuando nos elevamos, apreciamos de otra manera el paisaje", destacó. Consultado sobre algún lugar pendiente, dijo que tiene ganas de conocer el Bañado La Estrella, en Formosa. "Antes era El Impenetrable, pero ahora ya fui tres veces", indicó. PERMISOS Y LICENCIAS Consultado sobre los permisos y licencias a la hora de volar drones, Talamona Indurain mencionó que, en todos los Parques Nacionales no se puede volar. "Solo se autoriza cuando hay licencia y un pedido formal para filmar con fines turísticos, científicos o de otro ámbito. No es algo limitante igual", consideró. "Para la licencia tenés que pagar y capacitarte en dos empresas de Buenos Aires, que podes hacerlo en forma virtual, pero de igual manera tenés la parte práctica allá, durante una semana. Cuando aprobás eso, te dan fecha para rendir el examen en la ANAC, que es el organismo que regula la actividad en el país. La capacitación vale más que un drone. Un drone básico sale 400 dólares, mientras que el curso de piloto de drone vale 1.200.000 pesos", detalló. En la ciudad, todo lo que sea vuelo recreativo o propio, es la categoría abierta que está dentro de la legislación que sacó la ANAC. "Hay sectores que están prohibidos para todos, como los aeropuertos, por temas de seguridad. Se debe respetar también la propiedad privada, con responsabilidad, no volar cerca de la gente. Es otra forma de explorar el cielo. Nadie se va a arriesgar con algo que es caro. La mayoría de los que volamos tenemos conciencia sobre eso, para no quedar expuestos. Los animales huyen, porque se asustan. Tratamos también de no afectar sus hábitat y entornos, respetar eso", mencionó sobre la responsabilidad social. CUESTIONES TÉCNICAS ANTES DE VOLAR Más adelante, Fernando determinó que lo básico que se mira antes de lanzar el aparato es el entorno, ya sea, cables, antenas, alambres, aves, viento, radiación. "Lo primero que tenes que hacer cuando te salen pájaros, es mandarlo rápido para arriba. Hasta 120 metros se puede volar en ciudad, aunque algunos drones permiten hasta 500 o 1000 metros. En zonas rurales o alejados de la ciudad, una vez que superas los 200 metros, el paisaje es el mismo, todo horizonte", explicó, dando a entender que no tiene mucho sentido elevarlo más. Consultado sobre si las imágenes de drones pueden cambiar la apreciación de la gente, Fernando coincidió. "Estamos muy acostumbrados a la rutina, donde uno va a mil por hora. Tenemos lugares lindos que ya conocemos, pero al apreciar lo que tenemos en el día a día, desde otra perspectiva, lo valoramos más. La perspectiva aérea genera atención y se revaloriza el lugar", dijo. Además, sobre la organización y planificación a la hora de tomar imágenes, "El chico del drone" expresó que algunas las planea, pero que otras salen al azar. "Muchas surgen de manera espontánea. En Buzios arranca el tema del drone como actividad en sí. Cuando me despidieron, me fui a Brasil. Estando allá, en el hostel donde me hospedaba, me veían salir con el drone y me dijeron que si hacía videos de las playas y del hostel, hacíamos canje y me quedaba unos días más. Ahí le di más importancia a la cuenta también", recordó. Por último, reconoció que el atardecer es su mejor momento del día para volar y que sus objetivos próximos son seguir difundiendo entornos naturales y turísticos, recorriendo y conociendo pueblos, para "encontrarlos atractivos desde otra perspectiva", concluyó. Notas Relacionadas

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