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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 11/12/2025 02:45
Kevin Vallejos habló con Infobae en la previa a su pelea Kevin Vallejos está a las puertas del desafío más grande de su carrera. El próximo 13 de diciembre, en el Apex de Las Vegas, el joven bonaerense de 24 años enfrentará a Giga Chikadze, uno de los nombres más experimentados y respetados del peso pluma. Es su primera cita frente a un top 15 y, aunque apenas cuenta con dos peleas en la compañía, llega con una madurez que sorprende tanto como su ascenso meteórico. Con un récord profesional de 16 victorias y una sola derrota, y dos triunfos perfectos dentro de UFC, El Chino se mete de lleno en el radar de los fanáticos del deporte. En diálogo con Infobae, el argentino analiza cómo fue este primer año dentro de la organización dirigida por Dana White: “La verdad, una completa locura. Pasaron muchísimas cosas, un año lleno de muchos cambios y muchas peleas. Pelear ahora contra un Top es una locura. No lo esperábamos tan pronto, pero estoy contento con las oportunidades que se nos dan. Realmente todo pasa por algo. Si Dios quiere que pelee contra él, es por algo”. La mezcla de sorpresa y convicción define gran parte de su presente. Sabe que su oportunidad llega antes de lo habitual y no lo esconde: “Hay muchísimos peleadores que llevan muchísimo más tiempo y ni siquiera tienen la oportunidad de acercarse a un top. Que yo haya hecho dos peleas y ya esté peleando con ellos es una locura. Estoy agradecido. Ya tengo hasta mi segundo contrato. Más que agradecido”. El compromiso que se aproxima tiene un condimento especial. No solo porque se trata de un rival de jerarquía, sino porque Chikadze, con 15 triunfos como profesional, es considerado una verdadera leyenda del deporte. Aunque la diferencia de recorrido es enorme, Vallejos no se achica. “Sabemos que es una pelea dura. Es un peleador experimentado, con muchas peleas tanto en UFC como fuera de la compañía. Hicimos un campamento muy bueno en Brasil, con tiempo y estrategia. Sabemos que va a ser una pelea difícil, pero vamos a salir confiados y con la cabeza de que vamos a ganar y noquearlo”. Kevin Vallejos se presentará nuevamente en UFC (@mmalatinoamerica_ 9) El campamento fue uno de los puntos clave del proceso. En su duelo anterior, frente a Danny Silva, tuvo que prepararse con muy pocas semanas de aviso. “Fue un campamento corto en Brasil por tema de semanas. Tuve que hacer todo rápido. Fue un entrenamiento muy fuerte en poco tiempo y se notó un poco de cansancio en la pelea. Esta vez nos dieron más semanas. Hicimos buena estrategia, un buen campamento, así que estamos más tranquilos”. Su rutina diaria, pese a competir en la liga más importante del mundo, sigue siendo muy distinta a la de la mayoría de los luchadores. Vive en Batán, entrena en Mar del Plata y solo viaja a Brasil cuando llega la llamada de UFC. El desarraigo no lo seduce. “Muchos se van a vivir afuera. Es una forma fácil, pero me gustaría hacer crecer mucho el deporte en Argentina, que vean que se puede también desde acá. Quiero que la gente se sume a mi carrera. No me gusta vivir afuera, la gente es distinta, estoy muy solo. Me gusta estar con mis amigos, mi familia, mi gente”. El cruce ante Chikadze también abre una ventana hacia un objetivo mayor: entrar al top del ranking. “Ganar nos deja muy bien posicionados. Es una pelea durísima, él tiene mucha experiencia, es una leyenda para UFC. Estoy muy contento de que haya aceptado pelear conmigo. Soy un pibe de 24 años, ni siquiera estoy rankeado, estoy en el 30. Que haya aceptado tiene él más desventajas que yo. Yo voy sin nada que perder. Si gano, llego al top. Es más que un regalo”. En su mirada también hay una lectura fina de lo que su rival podría estar pensando: “Siento que me tiene un poco de respeto. Vengo con dos victorias consecutivas. No creo que me tome como alguien nuevo. En una pelea nada se sabe”. Aunque algunos fanáticos fantasean con la posibilidad de verlo pelear por un título en el corto plazo, Vallejos pisa el freno. “Ojalá. Pero no sé, creo que es muy pronto. Todo lleva su tiempo. Yo siempre estoy listo para cualquier cosa, pero depende de lo que quiera la compañía”. Comparan a Vallejos con Topuria, el español campeón de UFC Su nombre también comenzó a relacionarse con el fenómeno del momento, Ilia Topuria, campeón de dos categorías. Lo llaman el Topuria argentino. Sobre eso, sonríe y responde sin vueltas: “Es el campeón de dos categorías. Que me comparen con su boxeo y su forma de pelear me pone contento. No es algo que yo buscaba”. Y cuando al ser consultado sobre qué los diferencia, sorprende con una reflexión centrada en el futuro: “Él ya tiene su edad, 28. Yo tengo 24. Él ya piensa en el retiro. Yo tengo mucho más techo. Puedo seguir creciendo. Eso es un plus”. A su vez, afirma que no siente presión por las comparaciones: “Yo vivo mi vida, mi sueño. La gente va a hacer comparaciones siempre. Gane o pierda, siempre habrá quienes estén a favor o en contra”. Uno de los pilares que sostiene su crecimiento es el trabajo mental. Para Vallejos, pelear en UFC no es solo cuestión de físico. “En esto hay que estar perfecto en todo. No quita que uno no sienta miedo. Soy persona, siento, tengo ese miedo. No subimos a jugar, subimos a pelear, a que te lastimen y a lastimar. Pero siempre vamos a estar perfectos tanto mental como físicamente”. Ese equilibrio lo trabaja junto a su psicólogo. “Hice mucho trabajo de visualización, de revivir sentimientos, lo que se siente en ese momento. La idea es acostumbrarnos. Muchas veces el miedo o la presión te frena. Trabajamos en ponernos en situaciones incluso peores para saber cómo reaccionar”. Vallejos firmó contrato con UFC en 2024 Su historia, aunque hoy parece de película, tuvo un comienzo mucho más terrenal. Nació en Batán y debutó en las artes marciales mixtas a los 16 años después de convencer a su madre con una mentira piadosa para que lo dejara ir a su primer evento. Entrenaba sin sueños de grandeza, alternando peleas con trabajos de ayudante de albañil y todo tipo de changas. Pero la constancia lo llevó a construir un récord llamativo entre el amateurismo y el profesionalismo: 16 victorias y una sola derrota, con una racha de 11 triunfos consecutivos que despertó el interés del mismísimo Dana White. Tras una primera experiencia en el Contender Series en la que cayó ante Jean Silva pero se ganó elogios públicos del presidente de UFC, regresó un año después para firmar un nocaut explosivo que se volvió viral y lo metió definitivamente en la empresa. La cuestión económica todavía es un desafío, incluso dentro de UFC. En su última pelea pidió públicamente un bono, pero no llegó. Ahora, asegura que no lo volverá a hacer. “No lo voy a pedir porque lo pido y no me lo dan. Que sea cuando sea”. Aunque reconoce que para su vida sería un alivio enorme: “Hacer un campamento no es barato. Sale de nuestro bolsillo. No tengo mucho apoyo de sponsors. Un bono ayudaría muchísimo, tanto a mí como a mi familia. Pero depende de la suerte y de dar buenas peleas”. El argentino quiere meterse en el top 15 de UFC (@chino_vallejos19) La nueva camada argentina, con Vallejos, Ailín Pérez, Esteban Ribovics y Francisco Prado, es otro de los temas que lo entusiasma. “Van a venir más. Esto es el principio. La idea es que UFC vuelva a Argentina y yo creo que con el equipo que se está armando, muy pronto se dará”. Cuando compara este presente con la generación anterior (compuesta por Ponzinibbio, Canetti y Staropoli, entre otros), encuentra un factor diferencial: “Siento que somos más unidos. Antes se conocían, pero cada uno estaba en la suya. Nosotros somos todos amigos, nos conocemos de eventos regionales. Hay más compañerismo”. Su sueño máximo también está claro: pelear en Argentina. “Sería ideal. Ser locales, que tu familia pueda verte. Es difícil porque todos los eventos son afuera y es caro viajar. Que puedan hacerlo en Buenos Aires sería un sueño. Ya represento al país, pero pelear en mi país sería perfecto”. El 13 de diciembre será un punto de quiebre en la carrera de Kevin Vallejos. Una oportunidad prematura, inesperada y, justamente por eso, irresistible. Allí estará el chico de Batán, otra vez, frente a una montaña que muchos creen imposible. Él, en cambio, ya la está escalando. Y lo hace con la convicción de que todo lo que viene, recién empieza.
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